Cuento Infantil

PASIÓN ENLOQUECEDORA

Un estudiante de biología se fue de expedición a la selva amazónica a intentar hallar nuevas especies de aves pero, estando en su expedición se perdió.

Los padres de Daniel, desde que aquel era solo un niño, soñaban con que estudiara biología pues notaban que se interesaba mucho por la naturaleza, se preocupaba por la contaminación y por el calentamiento global.

Daniel, en su colegio siempre se destacaba en biología, proponía actividades de profundización para él y sus compañeros e investigaba a fondo lo aprendido en clase, con frecuencia reunía gente para hacer campañas en contra de la tala de árboles y a favor de la conservación de ríos y cañadas.

Sus padres siempre lo apoyaban y estaban orgullosos de él, cuando se graduó del colegio sin pensarlo mucho ingresó a una universidad muy buena a estudiar biología, aunque sus padres no tenían los recursos necesarios para pagarlo hicieron todo lo que estuvo a su alcance para conseguir el dinero porque estaban seguros que iba a ser dinero muy bien invertido.

Después de varios años cuando Daniel estaba a punto de graduarse por ser el mejor estudiante de biología en su universidad sus profesores lo mandaron de expedición a la selva amazónica a intentar hallar nuevas especies de aves. Daniel fue a despedirse de sus padres, a ellos les dolió mucho pues lo iban a extrañar pero se sentían muy orgullosos porque al fin Daniel estaba viendo los frutos de su esfuerzo y su sueño realizado.

Daniel partió a la selva amazónica, se sentía muy feliz porque su mayor sueño por fin se estaba realizando pero tenía un mal presentimiento pues había escuchado de muchos casos de investigadores que se habían perdido en la selva y los encontraban muertos pero pudo mas su interés por la naturaleza y sus ganas de cumplir con su responsabilidad frente al planeta.

Daniel llego a la selva amazónica y los indígenas que lo recibieron lo acompañaron a adentrarse en ella, antes de irse le ofrecieron una brújula para evitar que se perdiera pero Daniel no la recibió porque confiaba mucho en el GPS que había comprado exclusivamente para eso y lo dejaron allí solo a varios kilómetros de su tribu. Daniel empezó a adentrarse en la selva y por estar tan distraído mirando la flora y la fauna tan exótica de ese lugar se perdió y no se dio cuenta que su GPS ya no tenía señal, hasta después de un par de horas y varios kilómetros. Daniel se angustió mucho y se odió por no haberle hecho caso a los indígenas, buscó e intentó miles de maneras de salir de allí por varios días hasta que un día harto de tantos intentos fallidos y sin ninguna idea nueva para resolver su problema se rindió.

Daniel ya estaba a punto de dejarse morir pero se puso a pensar en que estando en un lugar tan fantástico podría vivir y convivir con la naturaleza de la que tanto había estudiado y de la que él había estado enamorado toda su vida. Empezó cambiando su actitud de moribundo y comenzó su búsqueda de alimentos. Después de unas cuantas horas cuando ya estaba demasiado hambriento encontró unos frutos morados en un árbol, Daniel sabía que estos frutos no eran venenosos porque había visto a algunos animales comérselos. Buscó un lugar donde pudiera descansar sin miedo a ser devorado por los animales y que quedara cerca de algún recurso hídrico y del árbol de los exóticos frutos morados, hasta que lo encontró.

Daniel estuvo viviendo en este lugar durante 3 años, el era feliz aparentemente pero por no tener contacto con ningún ser humano durante tanto tiempo se estaba volviendo loco, hablaba solo y en algunas ocasiones imitaba el comportamiento de algunos animales.

Por otro lado sus padres se lo imaginaban muerto pues habían recibido una carta de la tribu indígena que lo iba a acoger, dicha carta decía que después de un par de semanas de la llegada de Daniel

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