ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Cuentos ETA Hoffman

AlexDeLarge17081 de Marzo de 2013

804 Palabras (4 Páginas)645 Visitas

Página 1 de 4

Cuentos ETA Hoffmann

El hombre de arena

El cuento comienza con una carta escrita por parte del protagonista Nataniel hacia su amigo Lotario, donde es explicada una parte transitoria y a la vez traumatizante ocurrida en su niñez. Narra cómo la imagen del hombre de arena, el hombre que era la representación máxima de sus miedos, prevaleció a lo largo de muchos años; siendo éste el asesino de su padre. La historia se desarrolla por medio de una serie de cartas donde se pueden canalizar las distintas perspectivas surgidas a partir de un solo punto, mismas que llevan a los sucesos en la vida de Nataniel. Conforme experimenta la etapa adulta, comprende que el recuerdo del ser que le causaba un miedo inmediato, lo atormenta a cada paso que toma en el camino; Copelius, el asesino de su padre, es manifestado mediante un vendedor de instrumentos para la visión llamado Coppola. Nataniel incide en que la similtud entre ambos personajes es capital, pero confía en relegar la expresión de su miedo para sobrellevar la nueva felicidad postrer que pretende tener con el motor principal que rige su vida: Clara.

A lo largo de la historia, el protagonista se ve inmerso en algunas situaciones que lo llevan a emprender el camino al desvarío, volar sutilmente hacia la locura. En especial es narrada la historia de Olimpia, una autómata creada por su profesor de la universidad. Dentro de esta situación se denota la ambigüedad de Nataniel; ya que por un lado amaba exorbitantemente a Clara, su motor, su compañera, su amor; pero por otro, no pierde de vista que Olimpia, al ser un ser callado, hermoso y siempre presente, lo comprendía con su silencio; al grado tal, que Nataniel llega a querer a Olimpia de una especial manera, a pesar de ser ésta sólo una visión. Olimpia representa en Nataniel lo reconfortante que es la comprensión del silencio; es de alguna manera un conocimiento disfrazado de su persona. El clímax del relato viene en la parte final, donde Nataniel al fin alcanza el punto principal de su misma locura, propiciada por la psicología del tiempo en que era niño; máxime que desconfía de todo a su derredor, y se avienta al abismo, desapareciendo así sus tormentos y la imagen de Coppelius.

La iglesia de los jesuitas

La iglesia de los jesuitas lidia directamente con el arte como medio para llegar a una mutua comprensión por parte de los personajes de la historia. La mayor parte del cuento se desenvuelve en la conversación del protagonista de la historia y el pintor de la iglesia, Bertoldo. Éste narra cómo es que se llega a un buen conocimiento del arte, y los obstáculos que atraviesa a lo largo de su vida. De alguna manera, el narrador se ve envuelto en la experiencia de Bertoldo, que le narra su tragedia vivida; éste lo comprende y observa cómo el arte y el momento de más suspenso se ven unidos para crear ua atmósfera desconocida, donde impera la locura. Por parte de Bertoldo, éste experimenta un cambio a través de la charla que tuvo con el narrador, logra finalizar el cuadro de la iglesia, y con ello dejar atrás el tormento de su pasado para encontrar tranquilidad en lo que es supuesto, se trata de una muerte voluntaria.

La casa vacía

Theodor, el protagonista de la historia, narra que cuando fue a un pueblo llamado G, se estableció en un lugar, lugar donde especialmente le llamaba la atención una sencilla casa en medio de edificios enormes que contrastaban con su pueril atractivo. Sobre esta casa se conocían variadas leyendas, y esto formaba parte de la intriga de Theodor en cuanto a la misma; se informa y conoce que la casa es cuidada por un anciano. Un día observa que en una de las ventanas de la casa asomábase un brazo de mujer que llevaba un anillo de diamantes; suceso que intriga a Theodor, y lo hace obsesionarse más con la casa. Esta obsesión comienza

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (5 Kb)
Leer 3 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com