Dia Del Hombre

Universidad Autónoma Metropolitana. Plantel Iztapalapa. México DF. a 22 de noviembre de 2012

Riesgo de fase final: metástasis en el movimiento high energy Cd. de México

Introducción.

Ya son 30 años, aproximadamente, a partir de que se desarrollo en México, particularmente en la ciudad capital, el movimiento músico cultural denominado hasta nuestros días: high energy.

Durante poco mas de un cuarto de siglo la historia de la ciudad de México ha registrado, también, los distintos modos y formas de las practicas y manifestaciones de distintas generaciones de jóvenes, hombres y mujeres provenientes de muy diversos lugares geográficos, económicos y culturales; girando en torno a este fenómeno, cuyo puerto de partida lo identificamos en la música, que si bien no tiene la difusión de música comercial, si lo es en su carácter popular.

El high (como lo vamos a ir identificando a partir de este momento al high energy) ha sido comentado, expuesto y analizado en diversos momentos y por la mas variada expresión de integrantes de este mismo movimiento.

Muchos son los recuerdos, anécdotas, testimonios (orales y materiales) y vestigios (tangibles y no tangibles) como para hacer un compendio de lo más hermoso que han vivido estas generaciones.

Sin embargo no todo ha sido tan bello como hubiésemos querido, a pesar de los grandes esfuerzos que muchas iniciativas llevaron acabo, para erradicar aspectos social y moralmente no aceptados dentro del high, estos puntos negros desaparecen por momentos y aparecen posteriormente (de forma inexplicable), mas desarrollados, tal y como se comporta en un organismo viviente autónomo enfermedades o ataques virales, mejor conocidos generalmente como cáncer. Cuyas consecuencias todos tenemos amplio conocimiento.

La historia de este país y su análisis no podría ser entendible ni trasmitida si no tomáramos, muy en serio, el papel fundamental que ha tenido la violencia y agresión en la influencia para el desarrollo de la idiosincrasia mexicana. Aquí nos vamos a remitir al objeto de estudio, ya que el tema de la violencia es bastante amplio y remitido por muchos teóricos de la materia.

Resulta que a partir de la década de los 80s, exclusivamente en el high, y hasta el momento actual, nos ha venido acompañando la violencia en este viaje por el mundo del baile, la vestimenta y hoy en día, incluso a través de las redes sociales.

No estamos hablando de bullyn o momentos incómodos; si no de problemas que van desde perdidas económicas importantes, pasando por el manejo político de esta violencia, hasta la perdida de vidas humanas y como consecuencia la desaparición, en México, del movimiento high.

Es del conocimiento de todos los integrantes de este proceso movimiento, que la agresión la recibimos constante mente de elementos externos a la comunidad high: por la manera de vestir en los eventos (antes diariamente), por la forma de bailar, por el contenido vacío o plástico de esta música (según así se argumenta), por la sensación que se percibe en los eventos (muy emotiva pero “carente de grandes emociones” embrutecimiento, agresión, fanfarronismo) y así una lista interminable, pero todo se asume como siempre, con responsabilidad, simplemente así ha sido siempre y como siempre, no se hace caso y uno continua con el paso marcado.

Pero es de pocos y pocos son los elementos para comprobar, los momentos violentos que han marcado al high. Ya sea por la equivocada manera de restarle importancia al asunto, por la costumbre cultural que tenemos los mexicanos para este tipo de acontecimientos, o porque ha, y sigue dejando mayor impresión emotiva la energía positiva que produce este movimiento que la negativa. Cualquiera que sea la respuesta el resultado fue el mismo.

Perdida de rumbo.

La violencia y la agresión fueron factores que contribuyeron de manera importante, aunque no fundamental, para que en México desapareciera el movimiento high, de manera generalizada, durante la segunda mitad de la década de los 90s y la primera mitad de la década de los 2000s.

En forma particular es difícil señalar estos datos ya que caeríamos en imprecisiones, puesto que por un lado, con algunas deformaciones y vicios que no prosperaron, continuaron algunos esfuerzos por parte de grupos o personas para darle seguimiento a este movimiento, con resultados pobres, por no decir lamentables ya que se carecía de rumbo y con un auge enorme en la juventud por el descubrimiento del desarrollo de tecnologías electrónicas no conocidas en los 80s.

Y por el otro lado, las columnas fundamentales en México para el high, que son los equipos de audio e iluminación, sonidos discotec, pasaban por metamorfosis delicadas, producto de capítulos violentos que finalmente afectaron al resto de la comunidad. De los dos más importantes, uno padeció el robo del equipo y el otro el asesinato de su imagen emblemática, por supuesto nos referimos a Patrick Miller y Polymarchs.

Pero el problema del cáncer de la violencia y la agresión no ha sido ni en lo más mínimo producto de factores externos, sino todo lo contrario, como tal, el cáncer se ha manifestado al interior del movimiento a lo largo de estas tres décadas.

Muchos fueron los enfrentamientos en distintos niveles de agresión entre agrupaciones o bandas de discolocos al interior y fuera de los eventos high.

La avaricia de algunos organizadores de eventos produjo que en lugares no aptos para el high (por su capacidad o por la falta de una mínima organización de protección civil) se registraran accidentes, portazos, decesos y por supuesto una pésima imagen de los entonces conocidos como discolocos. Comparando al high con sus mismos agresores: bandas de punk, rockeros y más; sin que existiera (todavía) una mínima comparación en la realidad.

Entre los sonidos discotec, aunque mas discreto, también se dieron episodios de agresión tales como: verbal, sabotajes, calumnias que incluso llevaron al extremo de enfrentamientos entre los distintos staff técnicos por defender con orgullo el nombre del sonido al que pertenecían.

Política en el High Energy.

También durante los 80s, la tentación de manejar una importante cantidad de masas juveniles derivo en apoyos importantísimos, económicos principalmente, para todas aquellas iniciativas que buscaran desarrollarse en el movimiento high a cambio de garantizar el fortalecimiento de las bases del partido político al que se sirviera. Y en aquellos años no había mucha variedad política, por eso es que era

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