Diacronia Y Sincronia

Diacronia y Sincronia

[AE] Mayo 20 Viernes. Diacronía y sincronía. Ahora quiero reflexionar acerca de estos dos conceptos. Recuerdo que hace tiempo, todavía era adolescente, cuando me encontré la primera vez con ellos, me costaba recordar a qué se refería cada cual, y ello porque si bien lo de “cronía” sin duda tenía que ver con el tiempo, confundía el significado de los prefijos de ambas palabras. Me resultaron más claros cuando en mis luego frecuentes lecturas sobre música, me los volví a encontrar más a menudo, y entonces sí pude asociar claramente los prefijos para comprender que uno se refiere a los hechos o sucesos que ocurren en secuencia (diacronía) y el otro a los hechos o sucesos que ocurren simultáneamente (sincronía).

Me parece que ambos conceptos (diacronía y sincronía) son de mucha importancia para analizar y comprender los hechos históricos y el devenir de las cosas del mundo (y de todos los mundos posibles), y para construir historias y narraciones. Veámoslo de esta manera, la diacronía es como la flecha del tiempo, siempre avanza hacia adelante y solo podemos volver a acceder a los hechos del pasado, si éstos quedan registrados como memoria o como dato, y podemos recordarlos o evocarlos parcialmente, aunque no recuperarlos físicamente. La diacronía nos muestra el continuo entre unos y otros eventos que producen una consecuencia; y al contrario, cuando aquellos son discontinuos, nos demuestran lo momentos de ruptura y cambio o reinicio. Conocer los datos recogidos de uno o varios eventos pasados nos permite inferir ciertas conclusiones o explicaciones de lo presente, sin caer en causalidades demasiado simplistas para una realidad que siempre es demasiado compleja para observarla y entenderla completa. Al planear y proyectar, construimos una serie de eventos o de pasos en modo diacrónico, y los relacionamos con otros en modo sincrónico. Así que, comprender la diacronía de los acontecimientos nos permite entender el instante presente, e imaginar los eventos posibles del futuro.

Por otra parte, la sincronía, en tanto que actos, pensamientos o realidades simultáneas es lo que le da complejidad al mundo, porque no es posible que el todo esté tan relacionado que todos los sucesos impacten o influencien a todos los otros simultáneamente en todo el mundo; ya que no es posible que eso sea, debido ya sea a la lejanía o cercanía de las cosas, por las limitaciones de efecto o poder, por la falta de congruencia entre unas cosas y otras, o por la carencia de vínculos efectivos entre unas realidades y otras, entre unos objetos y otros. Sin embargo, imaginar, o tener consciencia de que mientras hacemos algo aquí, allá en otra parte otros hacen algo u otras cosas suceden al mismo tiempo, y sobre eso no tenemos ni dominio ni conocimiento. Y también, la sincronía de las cosas conexas revela la interdependencia de las mismas cuando pertenecen al mismo sistema. Además, la sincronía de hechos y actos nos debe revelar la estrechez de nuestra esfera de acción e influencia, ya que, simultáneamente, aunque algunos aprueben nuestros actos e ideas, actuen en consonancia y también compartan sus respectivas visiones e historias, hay otros que reprueban lo que hacemos y pensamos, a unos les importa y a otros no, los otros están en lo suyo, actuando de mismo modo que nosotros, y eso no necesariamente tiene que afectarnos, ni lo nuestro afectarles a ellos. La complejidad de la sincronía es lo que impide el control y diseño total de la realidad a la cual ciertas ideologías pretenden llegar: la sincronía es azarosa, y la capacidad de sincronización racional e intencional es muy limitada. Yo a veces juego imaginando cuantas personas al unísono, estarán realizando la misma o parecida actividad que yo en un cierto momento. Estamos en sincronía, aunque no sincronizados, porque eso requeriría un conocimiento y ciertos acuerdos mutuos.

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