ENSAYO SOBRE EL EXTRANJERO Y SU EXISTENCIALISMO

ENSAYO SOBRE EL EXTRANJERO Y SU EXISTENCIALISMO

La percepción de los sentidos es una acción involuntaria del cuerpo. Uno no puede controlar qué oler y que no, sentir calor o frío a gusto, qué escuchar y que no. Uno podría creer que esto es una ventaja para el hombre, algo que le permite darse cuenta de lo que ocurre y así tener en cuenta riesgos y demás. Pero hay casos en lo que esta habilidad de percepción se transforma en una desventaja, un obstáculo. Albert Camus en su obra “El extranjero” cuenta la simple vida de un francés viviendo en Argelia que no hace más que vivir minuto a minuto sin preocuparse de las consecuencias que produzcan sus actos, él vive su presente y no se limita por lo que pueda pasar. Pero Mersault tiene una excusa que la sociedad no logra entender, el cree que es influenciado por las sensaciones, principalmente las del calor, luminosidad y aridez. Podemos apreciar claramente como Camus describe los ambientes de tal forma que cansan, agobian y enceguecen al personaje y lo llevan a tomar decisiones involuntarias. Esto nos lleva a la hipótesis planteada en el siguiente ensayo, “El personaje permite que las sensaciones primarias decidan por él porque se aferra a su presente; esto lo hace un personaje que vive en un mundo absurdo”.

En “El extranjero” Camus juega con sensaciones primarias producidas básicamente por la naturaleza, que luego llevan al personaje a actuar acorde a ellas y progresivamente culminan con su vida.

Lo que principalmente se destaca en la descripción de Camus son las sensaciones primarias. Estas son las del calor, el sol y la aridez. Ya en el primer capítulo Camus nos transmite este tipo de sentimiento de agobio cuando describe como cortejaban a la madre de Meursalt, “A mi alrededor continuaba siempre el mismo campo luminoso, colmado de sol” (Página 18) esta frase trae a la vida el panorama que presenciaba Meursalt, un desierto eterno careciente de vida. El lector puede llegar a sentir el calor a lo largo de la lectura ya que todas las descripciones detalladas de la temperatura y la luminosidad son muy largas y concretas. El protagonista luego siente mareos e incertidumbre ya sobre el final del capítulo cuando dice “Yo sentía la sangre que me golpeaba en las sienes” (página 18), esto propone una sensación de disconformidad en el lector y marca el comienzo de mi hipótesis, le provocan desazón y duda a Meursalt que luego comenzaría a actuar involuntariamente controlado por el calor y el sol.El momento crítico que marca la división de la primera y segunda parte de la obra ocurre en el capitulo sexto cuando Mersault se venga de su amigo Masson quien había sido herido por un árabe. Se halla un extenso campo semántico a lo largo de la descripción de la acción. Muchas imágenes relacionadas con el calor y el sol muestran un panorama agotador que claramente está plasmado en el personaje.

“Todo aquel calor pesaba sobre mi y se oponía a mi avance.”  “El ardor del sol me llegaba hasta las mejillas y sentí las gotas de sudor amontonárseme en las cejas.”  Esta larga descripción de la temperatura y el sol no hace más que enceguecer y confundir a Meursalt. Él no decide con sensatez pero se da cuenta que no está actuando voluntariamente porque claramente expresa, “Pensé que me bastaba dar media vuelta y todo quedaría concluido.”

Luego se da cuenta cual es el causante de su inacción, “pero toda una playa vibrante de sol se apretaba detrás de mí.” La escena culmina con el asesinato del árabe cuya vida no significaba nada en ese momento porque parecía que la naturaleza misma deseara su muerte, y Mersault no le daba mucha importancia porque en definitiva no era su culpa, “tenía losojos ciegos detrás de esta cortina de lágrimas y de sal”. Se podría decir que la verdadera intención de Mersault no era asesinar al árabe por venganza o intolerancia racial, sino porque en el momento en el que lo vio, la hoja del cuchillo de la victima reflejó el resplandor del sol directamente hacia la cara de Mersault; éste ya estaba arto del sol y del calor, quería darle fin a su sufrimiento, era esclavo del sol. Es por eso que el brillo del arma fue la gota que derramó el vaso, la paciencia insufrible de Mersault había llegado a su fin

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