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ESTRUCTURA CORRECTA DE UN TRABAJO CORTO


Enviado por   •  2 de Marzo de 2014  •  2.249 Palabras (9 Páginas)  •  233 Visitas

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE TLAXCALA

Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Criminología

Licenciatura en Derecho

Epistemología Jurídica

Isidoro Méndez Reyes

ARGUMENTACIÓN ESTÉTICA

Lorenzo Barriga Delgado

Segundo semestre

Grupo “C”

Apizaco, Tlax., a 30 de enero de 2014

INTRODUCCIÓN

Quisiera primeramente hablar acerca de los grandes problemas que enfrenta la sociedad respecto al acercamiento que tiene hacia Dios (especialmente fieles católicos), que en la medida en que ellos mismos pueden llegar a conocer a Dios, muchas veces nos alejamos de nuestras prácticas religiosas por motivos que muchas veces no conocemos pero que al sentirnos tocados por la mano Divina, rechazamos o actuamos como acechados cosas, que interviene desde la familia especialmente desde la figura de los progenitores.

Quisiera presentar un trabajo menor de investigación en el cual demostrar el porque del que nos alejemos o acerquemos a prácticas religiosas que desde el hecho religioso nos invite a acercarnos a Dios, en el presente trabajo deseo demostrar y comenzar con la investigación de la figura de Dios (paterna o materna), que no empuje especialmente a adorar y dar culto, que es el que pide toda religión.

Nuestra gente observa y tiene en cuenta lo grande que es el hecho religioso, que desde sus padres es estimulado y animado a una consecuencia que es lo que muchos creen, la salvación del alma, pero detrás de todo esto hay un porque y una causa lo que nos empuja a ir o a no asistir a lo que se nos enseñó desde muy pequeños.

Aclaro que, no en todos los tiempos, ha sido el mismo cuestionamiento o el mismo tipo de acercamiento que se pueda dar, ahora escribo e investigo acerca de la época en la que nos desarrollamos, trabajamos, intervenimos, y nos daremos cuenta de las muchas consecuencias y causas que ha traído el desarrollo y el tipo de cultura en el que interactuamos. Lejos de que esto pueda ser exacto y para todos los tiempos, utilizo la psicología de Freud, Miller y Erickson para plantear y tratar de dar una respuesta que favorezca la pequeña investigación.

ARGUMENTACIÓN ESTÉTICA

DEFINICIÓN DE BELLEZA Y SU DISTINCIÓN CON LA BONDAD

Para muchos, resulta increíble creer que el termino belleza tenga ciertos tintes metafísicos; es mas, generalmente llegan a confundir la belleza con la cosmética, y se preguntan, ¿qué es estética? ¿qué beneficios nos otorga? La belleza pertenece al orden trascendental o metafísico. Por eso, ella misma tiende a transportar el alma más allá de lo creado. Cierto es que la belleza no es una característica exclusivamente inmaterial o metafísica. Por otra parte, la belleza sigue siendo un mito y un misterio para los artistas. Afirma un novelista contemporáneo que “el artista es el eterno detective de la belleza” . Aunque los teóricos de la estética no la comprendan en ese aspecto.

En el siglo XIII, mientras nace una rica y floreciente burguesía en las nuevas ciudades, los Franciscanos promueven un mayor aprecio a la naturaleza y a la belleza. La estética dominante por aquel entonces, además de la influencia Aristotélica, será todavía la Neoplatónica, representada por una estética de la luz. Sin embrago, enseguida dicha estética de la luz se intentará relacionar a su vez, con la estética de las proporciones: “la belleza es el resplandor de las formas sobre las proporciones de la materia” , esta afirmación se dará a conocer después de un modo conciliador, de tal manera que haya cierta aprobación.

La originalidad de la teoría de Santo Tomás de Aquino reside en la determinación posterior de la formula subjetiva de Alejandro de Hales y San Alberto Magno. En su comentario a los nombres divinos (1261) afirma que lo bello y lo bueno considerados en su sujeto, son una misma cosa, puesto que están contenidas en la estructura de lo bueno. Sin embrago, son formalmente diversas y tienen distinta definición.

“La belleza, pues, es la bondad de la cosa armoniosa y brillante, no en cuanto es apetecida, sino en cuanto es cognoscible o conocida por la potencia cognoscitiva” . Santo Tomás da una definición acertada, no sin retomar a autores anteriores, es influenciado por Alejandro de Hales, éste franciscano junto con su compañero Juan de la Rochelle, hacia 1230, plantearon por vez primera el problema de la distinción entre lo bello y lo bueno. Hales toma en cuenta dos elementos principales. “Objetivamente, considera la belleza, como la misma forma en su relación hacia fuera. Subjetivamente, externamente la forma entra en contacto con la tendencia y el conocimiento. La misma forma es buena en cuanto es agradable al ojo” .

Pero Hales hace hincapié en cuanto a la estructura objetiva de la belleza. Y para dar respuesta al problema que habían planteado, retoma de las definiciones dadas por Cicerón y San Agustín. Cicerón dice que la objetividad tiene validez solamente para la belleza visible, y no es trascendental. Mientras que San Agustín dice que puede servir para todo, puesto que la congruencia, la conveniencia, el orden tienen sentido en la realidad espiritual o material. Hales retoma principalmente a San Agustín, y, en su obra De Pulcritudine Creati dice que el bien está relacionado con el movimiento real de la creación; lo bello, con su armonía aparente, es decir, con la unidad de sus partes distintas.

En cuanto a San Alberto Magno, su aportación a la estética, es la conciliación de la estética de la proporción con la estética de la luz. Afirma que la armonía es una cosa compuesta, y la belleza, es la forma simple. Sin embargo, “lo bello es lo bueno apetecible, en cuanto se ve que es verdaderamente bueno” . Originalmente la formula es ética, pero ciertamente tiene un alcance metafísico.

Bondad añade a ente la conveniencia de un apetito. La bondad expresa que la perfección de las cosas es apetecible, amable, susceptible, de ser estimada por la capacidad que tienen algunas criaturas no sólo de advertir el ente (inteligibilidad), sino de apetecerlo o quererlo (apetibilidad). En otras palabras: el ente se dice bueno en cuanto es apetecible, así como se dice verdadero en cuanto es inteligible.

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