Eduacion
lolito4444Informe17 de Octubre de 2013
655 Palabras (3 Páginas)229 Visitas
El día de hoy, mientras escribo estas lineas estoy muy emocionado, ya que por la noche voy a tener una presentación en público.
¿Quieres que te cuente cómo me he estado preparando, y lo que hago las horas antes de mi discurso para que sea todo un éxito?
Me he estado preparando desde hace 10 días, aunque lo ideal es hacerlo desde dos semanas antes de presentarte.
Lo que hago cuando empiezo a preparar una presentación, es pensar en lo que me ha pasado últimamente, algo nuevo que haya vivido o aprendido, o algún tema que haya estado estudiando recientemente y esté fresco en mi mente.
En base a la ocasión y a estas ideas que he traído a mi mente, elijo un tema adecuado para el público en donde pueda incluir mis más recientes aprendizajes.
Así es como logro expresar aquello que todavía me causa una gran emoción por haberlo aprendido o por haberlo vivido.
Una vez que tengo escritas las ideas a incluir en mi discurso, empiezo a estructurarlo y a darle forma. Aquí es donde descarto aquellos temas que no quiero tocar y trato hacer el discurso lo más corto y específico más posible.
Con específico me refiero a no tratar de abarcar mucha información. Es mejor enfocarte en un sólo aspecto, punto o idea de ese tema, y asegurarte de que lo entiendan perfectamente.
Después de que tengo ya escrito el discurso con mis ideas organizadas y ya decidí cuáles anécdotas y ejemplos voy a utilizar, me tomo dos días para editarlo y hacer las correcciones necesarias.
Para poder encontrar lo que no suena muy bien, necesito leer el discurso en voz alta muchas veces, y de preferencia lo grabo en audio para darme cuenta cómo se escucha.
Así es como modifico, agrego, quito y le doy la forma final a mi discurso.
Cuando faltan 5 días para mi presentación, ya no hago cambios importantes a mi discurso. Lo hace 5 días volví a grabar en audio la versión definitiva y lo he estado escuchando y repitiendo en cada oportunidad que tengo.
El día anterior a mi discurso, ayer, repasé por última vez mi esquema y mi audio. Esas últimas 24 horas antes de pronunciar mi discurso lo que hago es repasarlo en mi mente tantas veces como sea posible. Y cuando estoy solo, lo pronuncio en voz alta preferentemente frente a un espejo.
Un día antes de tu presentación en público, ya no debes consultar tus notas, tienes que practicar como si ya estuvieras arriba del estrado, así te aseguras de que no se te va a olvidar lo que vas a decir.
Normalmente trato de dejar de pensar en mi discurso unas horas antes de decirlo, mejor me relajo y pienso en otra cosa para evitar la angustia, la tensión, la ansiedad y la presión.
Unos 20 minutos antes de mi presentación repaso nuevamente mi discurso completo y trato de convertir los nervios en energía. En ese momento mantengo sólo pensamientos positivos en mi mente y me convenzo a mi mismo de que todo va a salir muy bien.
Son esos minutos justo antes de que te llamen cuando más se incrementan los nervios, pero con la práctica he aprendido a mantenerlos controlados para que no afecten mi desempeño.
Cuando ya estoy por pasar al frente voy al baño y doy unos cuantos saltos para liberar la tensión y generar energía en mi cuerpo.
Empiezo a hablar y ya no existe ningún miedo, ni tensión, ni nerviosismo, sólo me entrego a mi mensaje y a mi público y lo disfruto.
Te recomiendo que cuando tú estés hablando ahí frente a tu público, lo disfrutes mucho, deja que valga la pena toda la preparación que has hecho, deja fluir el entusiasmo junto con tus palabras y asegúrate de ser tú mismo.
La satisfacción de haber influido un poco en los que te escucharon,
...