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Educacion


Enviado por   •  5 de Agosto de 2013  •  3.859 Palabras (16 Páginas)  •  222 Visitas

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La Perspectiva de la Planeación Educativa en México

Lizbeth Flores Alvarado, Richard López Anaya, Juan José Hernández Ocaña,

María del Pilar Loya Zurita, Elia Xitlalli Maceda Rosas y Omar Velasco Hernández.

Ensayo generado en la asignatura Modelos de Planeación Educativa

Abril 17 de 2002

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Planeación

La planeación puede considerarse como la anticipación a un futuro factible que puede prever un acontecimiento, su importancia radica en la capacidad que nos proporciona para poder predecir y sobre todo controlar un evento futuro. “La planeación es un proceso que supone la elaboración y evaluación de cada parte de un conjunto interrelacionado de decisiones antes de que inicie una acción, en una situación en que se crea que a menos que se emprenda tal acción, no es probable que ocurra el estado futuro que se desea y que si se adopta la acción apropiada, aumentará la probabilidad de obtener un resultado favorable” [1]

De acuerdo a esta definición, la planeación debe ser aplicada a un objetivo y debe tener un propósito específico. La planeación se hace antes de efectuar una acción, requiere de información de los elementos que componen el sistema a planear, y es más necesaria cuando el hecho futuro implica una serie de decisiones interconectadas que deben efectuarse en orden determinado.

La evolución de la planeación, al igual que muchas otras disciplinas ha sido importante en los últimos 20 años y dicha evolución responde básicamente a los cambios significativos que han tenido las organizaciones sociales al ser influenciadas por aspectos económicos, políticos y culturales como lo son la globalización y el desarrollo de la tecnología. Así, la planeación se desarrollo primero bajo una perspectiva autocrática que correspondía la entorno de los primeros administradores y debido a las circunstancias referidas ha evolucionado hasta aspectos como lo son la Teoría General de Sistemas que implica un análisis inductivo-deductivo de las situaciones a planificar.

Desafortunadamente, la práctica de la planeación arrastra una serie de antecedentes atestados de contradicciones y fracasos en intentos puntuales de solución, que a la luz de la opinión pública, aún parecen aumentar en lugar de disminuir la brecha entre los objetivos de desarrollo enunciados, y el desenvolvimiento real de nuestro contexto. Pareciera que el acto de planear, prácticamente se desliga con la acción, es decir, con la cotidianidad.

Las causas también se encuentran formando un círculo vicioso en la misma educación de los futuros planeadores, y en las formas de evaluar su desempeño a partir de la revisión de los documentos o planes, lo cual suele hacer pensar que es ahí donde la tarea del planeador termina, sin considerar en absoluto el cumplimiento de los resultados esperados.

Esta serie de problemas compartidos, definitivamente requiere de una imaginación colectiva para enfrentarlos, y la oportunidad de cada persona se revela en su cotidianidad, en la oportunidad recurrente para confrontar dialógicamente los lineamientos a los cuales se apega el pensamiento individual, y que sólo a partir de este principio, lograrán validarse como elementos primordiales de un esfuerzo colectivo en la búsqueda de un futuro más prometedor, “...el futuro no tiene posibilidad de influir en el presente mientras nuestra racionalidad nos lleva a utilizar el pasado para fijar un vago futuro.” [2]

La planeación entonces, debe ser no sólo la expresión de la forma de pensar y organizar por parte de un grupo especializado de la sociedad, sino también el resultado de las demandas y necesidades de la ciudadanía en general.

Y para responder a los múltiples requerimientos de una comunidad, el planeador debe lidiar con contradicciones, intereses particulares, restricciones presupuestales y políticas, entre otras tantas cosas.

Cada vez más, las figuras históricas y la diversidad cultural entran al debate en torno a nuestra identidad, para descubrir la esencia misma del futuro y la libertad de los hombres.

Pero esa continuidad cultural que define a una Nación, también nos muestra un reflejo más banal de nosotros mismos, a través de la corrupción, la ignorancia, la indiferencia y la jerarquización de las necesidades propias por encima de las de la colectividad.

Tal vez nuestra humanidad sólo podrá ser reivindicada si reconocemos que su vigencia radica en la confrontación continua de ideas y percepciones, sobre todo entre individuos de distintas razas, culturas y creencias: “...Si no reconocemos nuestra humanidad en los demás, nunca la reconoceremos en nosotros mismos.” [3]

Educación

La educación ha servido en muchos de los casos en la historia del hombre como un sistema de control para la población en general. Platón reservaba la sabiduría sólo para monarcas y sabios; en cambio, la educación que debía dársele al pueblo era sólo la necesaria para las labores que la sociedad necesitara.

Aunque las estructuras económicas, sociales y culturales han cambiado significativamente desde entonces, la educación sólo ha adquirido un cambio significativo: su auxilio en la movilidad de un individuo dentro de la organización de su sociedad.

Actualmente, la educación sirve como un filtro para la discriminación laboral, básicamente como tamiz para evitar conflictos sociales. [4] ¿Pero es la educación sólo esta visión económica? Por supuesto que es un componente de un todo que la educación es, como cualquier disciplina ligada a un contexto social. Sin embargo, es allí donde como docente , miembro de esa misma sociedad, los individuos deben darle un significado que trascienda en un beneficio para la comunidad misma.

La educación constituye un instrumento indispensable para que la humanidad pueda progresar hacia los ideales de paz, libertad y justicia social. [5] Los objetivos

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