El Enano Abisioso

EL ENANO AMBICIOSO

Esenografia: (una cabaña)

Personajes: El enano ambicioso, La plebeya, Labrador, Rey, Principe, Mama de la laradora y Bebe.

ACTO1

Narrador: Habia una vez un labrador que tenia una hija bellisima, y ademas era tan dulce y bondadosa, con tantas cualidades que hubiera merecido ser de la mas alta cuna.

Un dia el rey y el principe estaban de caza, estaban muy agotados, y decidieron tocar la puerta de una casa que estaba en el bosque, casualmente esa era la casa del labrador

SE ABRE EL TELON.

Rey: Muy buenos dias

Labrador: (hace reverencia) Buenos dias su ateza ¿En que le puedo servir?

Rey: Necesito un lugar acogedor para descansar

Labrador: ¿Gusta algo de comer?

Rey: Claro esperaba que lo dijeras

(entra la plebeya saludando a todos, hace reverencia al rey y se dirije a la cocina)

Rey: ¿Quien es esa plebeya?

Labrador: Es mi hija ella, es tan maravillosa y tiene unas manos tan preciosas que puede convertir el trigo en oro.

Rey: si eso es verdad casaré a mi hijo el príncipe heredero de todas mis poseciones con tu hija de lo contrario le cortare la cabeza.

SE CIERRA Y SE ABRE EL TELON

ACTO 2

Narrador: El rey se llevo a la plebeya a la torre, para que convirtiera todo el trigo de la torre en oro.

Rey: Si mañana todo este trigo queda convertido en oro, te casare con mi hijo pero si no... (cerro la puerta)

Narrador: La mama de la plebeya fue al castillo a pedirle al rey que dejara libre a su hija.

Rey: No la puedo dejar en libertad , yo hice un trato con su esposo

Mama: Pero no

Rey: No,esa es mi ultima decision

SE CIERRA Y ABRE TELON

ACTO 3

(plebeya llorando)

Plebeya: ¡Ay, Dios mío, por qué habrá dicho mi padre que yo sería capaz de hilar la paja para convertirla en oro, si eso es imposible!

Narrador: La joven seguía llorando cuando sintió una musiquilla y, de pronto, apareció un enanito muy sonriente que le dijo:

Enano: ¡Buenos días, plebeya! ¿por qué lloras?

Plebeya: ¡Ay, señor, el rey me manda que hile toda esta paja y la convierta en oro y no sé cómo empezar!

Enano: ¿Qué estarías dispuesta a darme si yo hilo toda la paja y la convierto

Plebeya: Yo no tengo ninguna joya que darte, pero ayúdame y haré cualquier cosa por ti.

Enano: Bueno, bueno, prométeme que cuando te cases me entregarás el primer hijo que tengas.

Plebeya: Esta bien acepto

Narrador: El enanito se puso a trabajar con tal velocidad que en poco tiempo tuvo hilado hasta el último puñado de paja.

A otro día por la mañana, cuando llegó al rey quedó asombrado al ver aquel montón de oro y pensó que la forma de asegurarse aquella riqueza era hacer que la molinera fuera

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