El Sigo Y símbolo

El símbolo: del empirismo al subjetivismo y del subjetivismo al intersubjetivismo

El signo es un producto de la actividad consciente que funciona fundamentalmente como un mecanismo de economía: permite referirse a una cosa sin necesidad de hacerle presente en su materialidad. Para ello una imagen sonora o visual.

Este pequeño párrafo estriado de la lectura el símbolo del autor LUIS GARAGALZA, hace referencia al signo, que es la unidad capaz de transmitir contenidos representativos, es decir, un objeto, referente a la materialidad, llamado significante. Este se percibe gracias a los sentidos, el cual, en el proceso comunicativo, es portador de una información llamada significado. Por ejemplo:

Un animal: un perro es el referente

El significante: animal, canino, tiene cuatro patas, ladra

El significado: fiel, cariñoso, amigable, acompañante

El signo: es el perro

Cuando un signo no sólo informa de un significado, sino que además evoca valores y sentimientos, representando ideas abstractas de una manera metafórica o alegórica, se conoce como símbolo. Veamos el ejemplo anterior sobre el perro: este ha sido representado visualmente en casi toda las culturas por su capacidad de bridar apoyo al amo, lo fiel, lo cariñoso. De igual forma, simboliza su instinto de caza, su fortaleza, su instinto de supervivencia y lo peligrosos que pueden llegar a ser.

La diferencia entre signo y símbolo está marcada por la siguiente característica: mientras el signo puede ser una simple seña entendida por el entendimiento humano, no sucede lo mismo con el símbolo. A diferencia del signo, el símbolo sólo puede ser comprendido por el hombre. La diferencia entre ambos es de carácter técnico, el símbolo es en sí una síntesis, un símbolo puede tener varios signos en su constitución, podríamos decir que el signo es la parte más pequeña del símbolo, así como las letras son la parte más pequeña de una palabra.

En esta medida, el símbolo representa más que una simple conjunción de diferentes percepciones dadas, se trata de la representación que se tiene de un fenómeno dado. Es decir, la simbolización da cuenta de la parte subjetiva que se encuentra en toda construcción de conocimiento. Se traspasa, entonces, el plano de la mera percepción, que implica una pasividad completa del sujeto, en tanto que receptor de datos, a una actividad organizacional del sujeto que comprende la construcción de la realidad a partir de la representación, en palabras de Kant, de intuiciones logradas por medio de la sensibilidad.

En relación con lo anterior, el referente de un objeto no resulta ser más que la representación de un cierto número de intuiciones, dadas por medio de la sensibilidad, que dan cuenta de un fenómeno. Entendiendo por fenómeno, según la definición kantiana, como una representación organizada en el psiquismo, a través de una serie de capacidades. En otras palabras, la atribución de una característica Y (como fiel) a un objeto X (un perro) no es algo diferente a la organización subjetiva que un individuo determinado hizo por medio de sus capacidades sensitivas (empíricas).

El signo, en tanto parte del símbolo, es uno de esos elementos que permiten la construcción (en el sujeto) de un fenómeno (representación de una percepción), siendo una síntesis de elementos. Por ejemplo, la síntesis de elementos como peludo, cuadrúpedo, canino, etc, dan forma al fenómeno perro. Es importante mencionar que no se deben confundir los diversos elementos que puede tener un fenómeno con las capacidades subjetivas que permiten la percepción de los datos empiricos.

Sin embargo, el papel de la simbolización no puede enmarcarse únicamente a un plano epistemológico, pues quedaría relegado a un proceso subjetivo por medio del cual se conoce el mundo. De acuerdo con esto, puede trasladarse la dimensión del símbolo a dos campos

...