El análisis de la película británica dirigida por Tom Hooper "The King's Speech"

El Discurso del Rey (The King’s Speech)

La realeza con su distintiva clase, sus excesos y a ratos hermetismo, ha sido una recurrente fuente de inspiración en los diferentes medios de comunicación y una debilidad para los miembros de la industria cinematográfica que suelen caer rendidos ante ella. The King’s Speech es un film con una historia poco convencional sobre un Rey con un verdadero problema real. Para el año 2010 nos llega esta película británica, dirigida por Tom Hooper. Esta película ha recibido varios premios y nominaciones, incluyendo doce nominaciones de la Academy Award, siete nominaciones Golden Globe, catorce nominaciones BAFTA y ganadora en varios círculos de crítica. Es una película espléndida, amena, divertida, interesante y con las más grandes actuaciones del año; es sencillamente irresistible de ver. Con una duración de 118 minutos esta película nos muestra un problema real que duró muchos años.

Durante el comienzo de la película este servidor pensó que era otra película más en la pantalla de mi hogar. Lo cual, durante su desarrollo, la historia demostró ser todo lo contrario. Esta película llena de escenas necesarias y significantes, causa que incluso el espectador menos convencido se vea atrapado en la historia con creciente interés a cada minuto que pasa. Una excelente película narrada con la clásica sobriedad inglesa, dirigida y actuada magistralmente, conjuga muchos valores adicionales para dar a conocer la historia de un soberano y como logró superar estas vicisitudes ante la flemática corte y el pueblo del Reino Unido, siempre pendiente del protocolo y la realeza. Pues la trama de toda esta película gravita en la relación del poder expresarse con claridad para que este rey se pueda dirigir con fluidez ante su pueblo y del futuro del Reino Unido.

David Seidler, con acertado guión, describe a Jorge VI (Colin Firth) el futuro rey. Aunque resulta sorprendente cómo al comienzo de la película, este personaje reconoce su problema, a la misma vez se encuentra estresado y frustrado por el mismo. Por esa razón busca, practica y ejecuta diferentes métodos para mejorar su dicción. Hasta que llegan los servicios del profesor Lionel (Geoffrey Rush) y acepta sus métodos poco ortodoxos para corregir sus defectos de vocalización. Al principio existe antagonismo entre ellos, pero después se crea una química amistosa que da frutos. Discípulo noble y maestro plebeyo conforman un equipo eficiente. En esta película se observan las adustas y auténticas instalaciones de la legendaria BBC de Londres y los ceremoniosos preparativos para las trasmisiones reales y es anecdótico, según el diario The Sun, que la Reina Isabel ll asistió a una función privada de la cinta y comentó sentirse conmovida con la historia de su padre.

El discurso del Rey es una película elegante, sobria, clara y muy correcta. Clásica y, hasta no más poder, con un toque de distinción que la vuelve atractiva a simple vista. Es un retrato de altura y muy sofisticado sobre los problemas de una persona ante una enorme responsabilidad y, a la vez, conjuga este parámetro y se entremezcla para mostrarnos otros matices importantes como la amistad, la familia, el valor, el coraje (como puntos positivos) y el temor, el fracaso y la fragilidad (como aspectos negativos). Este film tiene la particularidad de sumergirnos desde el inicio en una odisea de emociones que plasman el sufrimiento del protagonista, pues pese a que el film se torna frío e inconsistente a ratos y su proyección decae en intervalos largos algo tediosos, sabe volver a estar a la altura de lo necesitado, para inyectarnos con un final entrañable.

El reparto se luce. Colin Firth lució espectacular en un papel difícil, pero ejecutado con maestría y solvencia (junto a James Franco lo mejor que he disfrutado en calidad interpretativa); consiguientemente

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