El canto de las sirenas, resumen

El canto de las sirenas

En el texto William Ospina nos expresa tres aspectos relevantes en el cual hace deja influenciar por la sociedad, ya que el autor nos habla de cómo la publicidad influye para que el consumidor compre los productos.

El autor hace referencia a un punto muy importante que va relacionado con la titulación de este, las sirenas como dice la mitología griega con su canto logran seducir a los marineros y con este ejemplo es claro a lo que se refiere el autor cuando menciona lo que nos vende la un análisis profundo y se evidencia como el ser humano se

sociedad y prometen un paraíso que con este dejamos invadir nuestra mente con pensamientos mágicos para que finalmente cuando lo visualizamos realmente nos decepcionemos y entremos en razón de que hemos sido engañados.

Nos hemos convertido en adictos a la publicidad, es lo que trata de expresarnos William mediante este texto, porque la belleza que nos muestran en comerciales, anuncios o propagandas ya la hemos conocido antes, de hecho, desde distintos puntos, formas, culturas y religiones, donde cada una de estas compone su propia perspectiva de belleza y ahí es donde el mundo de la “Publicidad” nos utiliza y nos engaña.

los valores de las personas se corrompen al promover el egocentrismo o el famoso culto al, dando como resultado seres que traicionan su conciencia moral, dejando de lado sus valores esenciales, el procurar el bien de las personas y el compartir; el consumismo incentiva de manera aguda la búsqueda de la satisfacción, estimulo aliciente en personas que quizá seamos insatisfechos por naturaleza, queriendo cada vez más y más, creyendo alcanzar la felicidad a través una vida materialista sin medir límites ni consecuencias para lograr llegar a ella. La publicidad que ejerce la orden a veces consiente e inconsciente de manera drástica sobre nosotros los consumistas de comprar, vende el concepto del mundo perfecto e inmortal si lo hacemos, creando la ilusión de escalar la punta del iceberg sin darnos cuenta de que nuestro deceso va a ser abrupto, por así decirlo, la dopamina que causa en nuestro cerebro es momentánea y nuestro  mundo sigue igual quizá peor después de haber sucumbido ante tal engaño y juego del capitalismo, manipulando la vida a su antojo, suprimiendo relaciones entre la familia y amigos, creando una relación directa entre el hombre y la economía. Paso a paso nos acercamos a un universo de escombros, tal vez unos ya habitan y se perdieron en él, un universo sin bases espirituales falto de toda filosofía de vida y humanismo, causado por la devastadora fuerza del capital y su industrialización que solo busca beneficio propio sin medir consecuencias de su irracional destrucción de los recursos naturales, la desigualdad social y degradación de esta misma, haciendo ver a la vida humana como algo insignificante sin valor en el cual vale más un celular o carro último modelo, quien tenga más o compre más es “mejor persona”, es “mejor ser humano” inclusive es “mejor que los demás “el juego del capitalismo nos incluye dentro de una competencia de adquisición, al ser consumistas somos como las ovejas siguiendo a su pastor a ojos cerrados porque es esa la ilusión que se nos ha vendido, nos han hecho creer que estar a la vanguardia quizá de la moda o del mundo globalizante es permitirnos evolucionar y aquel que no lo haga es insignificante, atrasado o simplemente es excluido. A pesar de que se adquieran diferentes artículos y que quizás se suprima por unos instantes el deseo de consumir, el capitalismo sabe manejar a través de la publicidad los pensamientos de las personas a su antojo, puesto que día a día vemos como necesidad sin serlo el deseo de comprar, de consumir, convirtiéndonos en víctimas de ilusiones falsas ya que estamos inmersos en una sociedad donde el valor de la persona se ha simplificado al valor monetario, al valor de adquisición de ahí el refrán “dime cuanto tienes y te diré cuanto vales” a eso se nos ha conducido, ese es el chip funcional que se nos ha insertado por los diferentes medios de comunicación que por lo general se encuentran al servicio de multinacionales creando estrategias engañosas y descaradas en línea directa hacia el consumismo.

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