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El complejo de Romina


Enviado por   •  5 de Enero de 2018  •  Tareas  •  2.258 Palabras (10 Páginas)  •  179 Visitas

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El complejo de Romina


Había una vez una niña llamada Romina tenía 7 años y era muy bonita, su piel era blanca como la nieve, su cabello rubio pero lacio, tenía unos ojos color café claro con pestañas grandes y rizadas. Ella vivía en un pueblo cercano al reino de Bliss, vivía con su abuela, a ella le llamaba Nina. Romina era una niña muy alegre, le gustaba salir a jugar con los animales del campo, les daba de comer y llegaba hasta bañarlos en épocas de mucho calor. Nina la consentía mucho ya que era su único pilar y compañera. Las dos eran muy felices juntas ya que todo lo hacían juntas o más bien la mayoría de las cosas y eso las mantenía aún más unidas. Romina era muy curiosa y su abuela le enseñaba varias cosas que le eran útiles o le servían de distracción cuando había días lluviosos y le impedía salir a jugar con los animales. En los ratos que la abuela tenía libre se ponía a tejer con Romina mientras le contaba historias de sus antepasados, a Romina le encantaba esa parte ya que la hacía transportarse a esa época.

Nina y Romina pasaban la mayoría de la mañana en el pueblo vendiendo la cosecha que sembraban, todos los vecinos les compraban ya que era la mejor verdura y fruta que había en el pueblo. La mayoría de la gente quería a Romina ya que era una niña muy inteligente y amable, pero también había gente muy envidiosa que solo se pasaban criticando a la pequeña por su belleza.

Pasó el tiempo y a Romina y a Nina les iba muy bien el mercado de la venta de todo lo que sembraban en la granja e iban cada vez ahorrando más y más para el futuro de Romina. Lo único que no dejaban pasar era ese rato que se sentaban a tejer y a escuchar las historias de Nina, esa era su mejor momento y no lo podía cambiar por nada.

A Romina le encantaba salir a jugar con su vecina Marlen. Pasaba la mayoría del tiempo con ella en aventuras que inventaban para pasar el rato. Aquí había un pequeño problema ya que a la familia de Marlen no le caía bien Romina ni su abuelita, ya que años anteriores en los principios que se estaba formando el pueblo tuvo un gran problema con la agricultura y el ganado de su granja  que tuvo que  terminar vendiéndolo por la falta de dinero y Nina fue quién le compro todo. Al poco tiempo la familia pudo recuperar un poco de dinero e intentó comprarlo de nuevo a Nina pero ella se negó ya que había invertido una fuerte cantidad en la granja. Desde ahí empezó el odio ya que ellos decían que ahora era culpa de Nina el no poder recuperar sus tierras.

Las dos pequeñas no tenían ni idea de lo que había ocurrido años anteriores así que se llevaban bien y Marlen trataba de ignorar los comentarios que hacían hacia Romina y Romina trataba de evitar acercarse a la demás familia por miedo que le hicieran algo.
Podría decirse que las niñas crecieron juntas, ya que la mayoría del tiempo estaba la una con la otra y así por el pasar de los años.

Romina era muy feliz con su abuelita y disfrutaba al máximo ayudarle a todo lo que se refería de la granja, le gustaba hacer el pesticida casero que le enseñó a hacer Nina y después de hacerlo rociarlo al sembradío. Varias veces Marlen le ayudaba pero sin que se diera cuenta su familia ya que todavía había rencor por lo que había pasado y la terminaban castigando.

Pasó el tiempo y las dos pequeñas crecieron, ya tenían 14 años y se seguían frecuentando como cuando estaban más chicas. Un día Romina y Marlen terminaron de hacer el pesticida y fueron al sembradío a rociarlo ya que se venía una época de plaga terrible. Al poco rato de que las niñas jugando y rociando el pesticida, la familia de Marlen la cacharon ayudando y su mamá fue por ella, dándole unos golpes y gritándole que estaba defraudando a la familia. Romina se asustó mucho ya que no se esperaba que eso algún día llegara a pasar y salió corriendo a casa con su Nina, llegó y le contó todo lo que había pasado. Nina al ver la angustia de Romina decidió ir a casa de la familia de Marlen a disculparse pero la familia de Marlen estaba tan furiosa que ni siquiera se dignaron en abrir la puerta.

Pasaron varios días y no se sabía nada de Marlen ya que no se veía como antes jugando fuera de su casa. Romina decidió ir a buscarla a su casa, tenía miedo pero se armó de valor ya que la extrañaba. Tocó la puerta y salió la mamá de su amiga, la invitó a pasar como si nada y adentro en la sala estaba Marlen sentada, la señora le ofreció un vaso de agua y Romina por no ser grosera se lo aceptó. Al poco rato de estar platicando con Marlen se empezó a sentir mal por lo que decidió irse con Nina, como pudo se despidió y salió corriendo de esa casa. Llegó con Nina y ya estaba muy mal, tenía temperatura, estaba sudando y se puso roja como un jitomate. Nina estaba muy espantada pero decidió acostarla y hacerle un té esperando que se pusiera mejor, pasaron las horas pero no sirvió de nada y Romina cada vez se hinchaba del cuerpo. La abuelita al ver que ningún remedio funcionaba le llamó a la curandera del pueblo esperando que le pudiera ayudar a que Romina estuviera mejor. La curandera hizo de todo para tratar de que la niña estuviera en mejor estado pero lo único que pudo hacer es que se le quitara la temperatura así que se rindió.

Pasaron los días pero Romina seguía en cama ya que seguía hinchándose cada día más y le daba miedo salir. Nina trataba de hacer todo para que su nieta tuviera ánimos de levantarse pero lo único que le ayudaba a tener en mejores ánimos a Romina era contarle historias mientras estaba sentada junto a ella cepillándole su cabello lacio.
Así pasaron 6 meses y el físico de la niña siguió igual, lo único que ella quería era que todo fuera una pesadilla y acabara pronto.

Un día Nina se armó de valor y sacó a Romina a que le diera el sol, ya que le dolía solo verla ahí en la cama acostada. Romina estaba tan enojada porque le apenaba su físico pero poco a poco se dio cuenta de lo que había perdido ya que la granja había mejorado gracias a que su abuelita había contratado a varios trabajadores para que le ayudaran a hacer las labores de la granja mientras la cuidaba. Estando en el pasto Romina se armó de valor y empezó a caminar hacia el pueblo, Nina la vio y la quiso detener pero se puso a pensar que al fin Romina se había armado de valor para pasear ella sola con el físico que le aterraba.

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