Elementos del Romanticismo en las leyendas de Bécquer

Elementos del Romanticismo en las leyendas de Bécquer.

Gutierrez Yamila

2°1°

E.E.S N° 6

1-Presentación:

Este trabajo desarrolla qué es el Romanticismo, y sus elementos en base a las leyendas de Bécquer.

2-Desarrollo:

Romanticismo:

El Romanticismo es un movimiento intelectual surgido en Europa durante la última década del siglo XVIII, y continuó expandiéndose por el resto de América. Se presenta como un movimiento cultural y político.

El romanticismo se caracteriza por su entrega a la imaginación y la subjetividad, su libertad de pensamiento y expresión y su idealización de la naturaleza: el paisaje se transforma en un despertar pasional y emotivo; toda representación del entorno se ve mezclada a la interpretación personal del artista.

Para el romántico, la historia es una mirada hacia atrás que permite conectar sus ideales con el fluir histórico, pero es también fuente de fantasías. Por eso mismo a través de las imágenes del romanticismo cuentan cosas excepcionales que transportan mentalmente hacia otros tiempos y lugares.

En el romanticismo también se formaron los conceptos de genio creador que aporta una nueva visión de mundo, el del ser incomprendido por la sociedad y el del sujeto que hace su actividad por vocación.

Hubo cuatro grandes temas que fueron de suma importancia para los románticos:

-Anarquismo: que buscaba liberarse y aclamar los derechos y la dignidad de las personas. La política y las preocupaciones sociales eran temas muy presentes en la poesía romántica, y las revueltas sucedidas en 1820, 1830 y 1848, fueron recogidas por autores italianos, españoles, austriacos, alemanes y franceses.

Son ejemplos anarquistas obras como Guillermo Tell (Friedrich Von Shiller,

1804) y los Novios (Alessandro Manzoni, 1827).

-Naturaleza: los románticos se preocupaban mucho por la naturaleza. En este punto hallamos personaje, mostrándose melancólica, tétrica o turbulenta. A la angustia y la obsesión por la muerte se le atribuye un paisaje nocturno o sepulcral. El principal exponente de esta visión fue el poeta William Wordsworth.

-Pasión por lo exótico: Los escritores buscaban en la Edad Media temas y escenarios para sus obras, en las que se mezclan la nostalgia romántica y la melancolía, lo que hace que en ellas aparezcan cementerios, ruinas y numerosos elementos sobrenaturales.

- Elementos sobrenaturales: el gusto por lo sobrenatural es una de las principales características de la literatura romántica inglesa y alemana. La tendencia se refueza a causa de la desilusión por el racionalismo del siglo XVIII y por la recuperación de cuentos populares.

La evolución del romanticismo es distinta según los países. Los gustos literarios en Alemania y Francia se alejan poco a poco de las tendencias clásicas y neoclásicas hacia finales del siglo XVIII .

Los autores románticos encuentran su primera fuente de inspiración en la obra de dos grandes pensadores europeos: el filósofo francés Jean-Jacques Rousseau, autor de La nueva Eloísa, inspirador de la Revolución Francesa y del Romanticismo, y el escritor alemán Johann Wolfgang von Goethe, autor de Fausto, Herman y Dorotea, Werther y otros. En Inglaterra aparecen como precursores Tomas Gray y Ricardo Young, amantes de las meditaciones fúnebres y de los encantamientos nocturnos, seguidos en Italia por Fóscolo.

En España, aunque tardío y breve, el Romanticismo dejó un gran legado. Se estableció en la segunda mitad del siglo XIX, junto con el Realismo.      Corresponde a la poesía dramática la gloria de abrir y cerrar el ciclo romántico en España. Se inicia en 1834 con La conjuración de Venecia, de Francisco Martínez de la Rosa y finaliza en 1844, con Don Juan Tenorio de José Zorrilla.                        

En la segunda mitad del siglo XIX, en la transición entre Romanticismo y Realismo, es el período en el que se data la obra de Bécquer que se caracteriza por ser más sentimental e intimista que el Romanticismo.

Los elementos románticos que se encuentran en las leyendas de Bécquer son:

Irracionalismo: se niega que la razón pueda explicar por completo la realidad, en Maese Pérez el organista, no hay explicación en que el órgano suene por sí solo;

“Si lo decía yo. Eso no puede haberlo tocado el bisojo, mentira... aquí hay busilis, y el busilis era, en efecto, el alma de maese Pérez.”

Subjetivismo: si la razón tiene sus límites son necesarias otras formas de conocimiento, que para los románticos son la intuición, la imaginación y el instinto, en La rosa de la pasión, Sara siguiendo su instinto se encaminó hacia las abandonadas ruinas de la iglesia;

“cuando Sara, que no era otra la persona a quien al parecer había aguardado hasta entonces, hubo saltado al barquichuelo, soltó la amarra que lo sujetaba y comenzó a bogar en dirección a la orilla opuesta.”

Idealismo: búsqueda de la belleza inaprensible, de la emoción poética intuida, de la forma anhelada. Después, la realidad se encargará de desnudar la fantasía de la imaginación. La búsqueda del ideal se vincula externamente con la belleza femenina, bajo cuya forma y figura subyace un impulso de índole estética. En Los ojos verdes, en la fuente, Fernando había visto una joven bellísima con unos ojos verdes hechizadores y, que aunque sabía que se trataba del espíritu necesitaba volver a verla;

"De seguro no los podré describir tales cuales ellos eran: luminosos, transparentes como las gotas de la lluvia que se resbalan sobre las hojas de los árboles después de una tempestad de verano. De todos modos, cuento con la imaginación de mis lectores para hacerme comprender en este que pudiéramos llamar boceto de un cuadro que pintaré algún día."

Individualismo: el hombre romántico tiene una conciencia aguda y dolorosa de la propia personalidad, de ser distinto de los demás, y afirma constantemente ese "yo" frente a lo que le rodea. Eso le lleva al aislamiento y a la soledad. En El rayo de luna, Manrique ama la soledad y le gusta estar apartado del mundo;

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