Ensayo ANÁLISIS DE LA REALIDAD

ANÁLISIS DE LA REALIDAD

Al inicio del ciclo escolar me asignaron el sexto grado grupo “A” y desde el primer momento mis alumnos se mostraron apáticos ante una dinámica de integración de equipos, al principio pensé que era algo normal pues era el primer día de clases y no estaban acostumbrados a la “nueva maestra”, así que continúe con mis actividades, los niños durante esos días contribuían a realizar los trabajos.

Al llegar al salón de clases cada uno buscaba un lugar para sentarse, siempre a lado de sus amigos, lo cual no era nada malo pues se notaba una buena relación entre ellos. Con el paso de los días conocía mejor a mis alumnos, desde sus nombres hasta sus características en cuanto al trabajo escolar, algunos puntuales para terminar sus actividades, competitivos, aquellos que tenían bonita letra, quienes por el contrario no, o quienes tenían la habilidad para dibujar, a los que les gustaba tal asignatura, los más inquietos, etc.

Era en una clase de Español cuando recuerdo haberles preguntado a mis alumnos ¿cuáles son las costumbres y tradiciones aquí en Armadillo?, pues íbamos a iniciar el proyecto: “Elaboración de un reportaje de mi comunidad”, ninguno participó y después hice nuevamente la pregunta pensando que no había sido clara, y les pregunté: “por ejemplo: ¿celebran el día de muertos?” Y dijeron que sí, posteriormente continué: “y ¿cómo lo celebran?”, ante esto solo dos alumnos participaron.

Ante esta situación en el salón de clases, durante los próximos días me di cuenta que la mayoría de mis alumnos mostraba cierta timidez e indiferencia a la hora de participar, era un poco incómodo, pues el maestro siempre espera que sus alumnos hablen, dialoguen acerca del tema para saber hasta dónde conocen y hasta cierto punto retomar sus ideas previas para retomar el contenido a trabajar.  

Así que ante esta necesidad de participación me pareció bueno experimentar una organización de trabajo dentro del salón de clases: el trabajo en equipos durante un bimestre.

PROPUESTA

Es común llegar al salón de clases y ver que la ubicación grupal de los alumnos es de forma individual y en filas. Estaba acostumbrada a esta organización cotidiana, sin embargo, al conocer algunas ventajas de la organización por equipos me pareció bueno experimentar esta forma de trabajo con mis alumnos, aún más de los detalles que estaba observando en el grupo.

Lo primero que hice fue identificar  a los alumnos monitores de los cuatro equipos que se formarían, posteriormente a los alumnos que requerían de cierto apoyo por parte de sus compañeros más aventajados. Los equipos se formaron de 3 a 4 integrantes y la propuesta al principio era ver hasta dónde podían trabajar por equipos en un bimestre y de acuerdo a los resultados continuar con un intercambio de los integrantes o regresar a la formación individual.

PROPÓSITO:

Fomentar la participación y el diálogo en los alumnos de sexto grado grupo “A” de la Escuela Primaria “Benito Juárez”  mediante la formación de equipos dentro del salón de clases para desarrollar habilidades de carácter social y de discusión para desarrollar fundamentos ante situaciones cotidianas.

JUSTIFICACIÓN: ¿PARA QUÉ? EL ¿POR QUÉ

La escuela en particular tiene una función social: formar alumnos competentes con conocimientos, habilidades y actitudes que les permita desenvolverse dentro de la sociedad. Es por eso que desde el salón de clases debemos involucrar a los alumnos a adquirir esas destrezas mediante las diversas estrategias que descubramos y que tengan un propósito y un fin en la educación o formación de los mismos.

La sociedad siempre espera de las nuevas generaciones, confía que el día de mañana será mejor y por eso impulsa a los niños ser mejores mediante la escuela. Muy a pesar de los aspectos positivos y negativos que giran en torno a esta.  

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