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Ensayo La Sunamita, de Inés Arredondo


Enviado por   •  26 de Diciembre de 2020  •  Ensayos  •  3.163 Palabras (13 Páginas)  •  1.170 Visitas

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De la pureza al pecado: La tentación más grande en “La Sunamita”, de Inés Arredondo

Gabriela Benitez

El siguiente ensayo cuenta con el objetivo de explicar, la presencia de la lujuria, en el acto de un casamiento moralmente incorrecto, por el cual, ambos personajes son consumidos. Así mismo, concretar el antes y el después que marca en la vida de la joven protagonista, de manera permanente y dolorosa, en el cuento “La Sunamita”, escrito por la reconocida autora, Inés Arredondo.

     Para llevar a cabo el objetivo, el desarrollo se dividirá en cuatro secciones. En la primera parte se analizarán las condiciones externas que inspiraron a la autora escribir el cuento; así como la relación existente entre éste y el resto de sus relatos. En la segunda parte se explicará el concepto religioso al que hace referencia la autora en el inicio del relato, y por el cual lo nombró “La Sunamita”. En la tercera parte se abordará todo el análisis interno, es decir, la temática planteada en la trama del cuento. Y para finalizar, en la cuarta parte se redactará una conclusión, en la que se explicarán los aspectos generales e importantes de la obra; así como relatar brevemente, lo más cercano que he llegado a presenciar esta situación en mi cotidianidad.

      “La Sunamita”, es de las obras literarias más reconocidas de Inés Arredondo. Fue publicada en el año de 1991, y en esta época, Arredondo formó parte de la Generación del medio siglo, la cual se consideró un fenómeno de la poesía social; en donde participaron varios escritores, hoy en día reconocidos, para expresar situaciones de injusticia y dolor, que marcaron significativamente su persona. Entre estos, estuvieron José Agustín Goytisolo, Joan Manuel Serrat y Rosa León. (Zorzo, 2015: https://menearte.wordpress.com/2015/01/30/la-generacion-del-medio-siglo/). Esta época claramente fue un gran avance en la literatura, no solo por el arte de expresar tus memorables experiencias en relatos o poesía, sino porque también, se dan a conocer implícitamente las problemáticas sociales que nos rodean.

     Por ello, Arredondo es reconocida por comunicar en sus cuentos situaciones fuertes y dolorosas, en su mayoría protagonizadas por mujeres, en las que el daño que se presenta es ocasionado por un hombre; como es el caso de nuestra protagonista Luisa, siendo víctima de incesto por su Tío Apolonio. “Sus narraciones marcan un parteaguas en la literatura mexicana, especialmente en la escrita por mujeres, porque abordó temas delicados para la sociedad mexicana, sobre todo, hizo énfasis en las relaciones familiares y de pareja. (…) asuntos como el erotismo, la locura, la muerte, la perversión, el amor, la pasión, el voyerismo, la pérdida de la inocencia, la infidelidad y la traición (…)” (Albarrán, 2018: http://www.elem.mx/autor/datos/72). Podemos identificar fácilmente a más de una de estas temáticas en otras obras de su propiedad, por lo que, el manejo de una protagonista femenina, no es el único factor común visto en sus relatos.

     Con todo esto podemos intuir que Arredondo ha experimentado, o por lo menos presenciado, situaciones relacionadas a estas problemáticas, ya sea en su niñez o juventud; y que de alguna manera las consecuencias que estas le trajeron, afectaron simbólicamente en su vida personal. Así mismo, podemos apreciar el gran trabajo que ha elaborado, a lo largo de sus relatos, destacando la figura femenina, y la valentía que esta enseña a través de sus protagonistas.

     Dada esta introducción, considero importante resaltar un concepto que la autora incluyó, y que al parecer está relacionado de una forma curiosa pero relevante en la trama del cuento, que nos será útil antes de su análisis. Podemos observar que en el inicio del relato está redactada una cita, como suele ser habitual en los libros literarios, pero ésta pertenece a un pasaje bíblico del antiguo testamento, concretamente a Reyes I, versículo 3-4; que dice así, “Y buscaron una moza hermosa por todo el término de Israel, y hallaron a Abisag Sunamita y trajéronla al rey. Y la moza era hermosa, la cual calentaba al rey y le servía: más el rey nunca la conoció”. Para comprender mejor la frase, es necesario leer los dos versículos anteriores a esta, en los que se narra mejor el contexto; se especifica el nombre de aquel rey, llamado David, y proporciona otro dato muy importante, que este se encontraba en estado de vejez cuando requirió de los cuidados de Abisag, la cual se dice que no conoció porque no mantuvo ninguna relación sexual con ella, a diferencia de otras mujeres suyas.

     Desde un inicio, Arredondo ya estaba concretando la relación que tendrían los personajes bíblicos con los protagonistas; pero no nos adelantemos, porque aún queda un dato más que termina de relacionarlos. David fue un importante Rey israelita, reconocido por su valentía, justicia y pasión por la guerra. Pero a pesar de todas esas virtudes, como todo ser humano, no está libre de pecados, y concretamente él ha cometido de los peores; el Rey David era un hombre además de guapo, lujurioso, de sangre caliente y adultero, habiendo estado con más de cinco mujeres a la brevedad. (Serra, 2018, https://www.infobae.com/america/cultura-america/2018/06/11/). El Tío Apolonio, quien al inicio era una persona buena, que le tenía un gran cariño a Luisa, adopta esta personalidad y acaba cometiendo el pecado con ella. Está de más mencionar, que Luisa vendría representando a Abisag Sunamita, una mujer bella y pura, que se ve condenada a servirle a un viejo, hasta su muerte.

     Llegado a este punto, podemos observar como el concepto de la lujuria ya estaba presente desde antes que iniciase el cuento. Aclarada esta parte, daré inicio al análisis interno del relato. La obra comienza con Luisa, nuestro personaje principal, relatando lo complejo que fue el verano pasado, en donde había perdido la juventud que alguna vez tuvo. Esta se comprueba en el párrafo siguiente cuando dice, “En el centro de la llama estaba yo, vestida de negro, orgullosa, alimentando el fuego con mis cabellos rubios, sola. Las miradas de los hombres resbalaban por mi cuerpo sin mancharlo y mi altivo recato obligaba al saludo deferente.” (Arredondo, 1991: 88). Ella expresa con orgullo su pureza y belleza resplandeciente entre los hombres, que se deleitaban únicamente con mirarla, sin manchar su castidad.

     En segunda escena, Luisa recibe el telegrama donde le avisarían que su Tío Apolonio está muy enfermo y necesitaba verla. A partir de ahí, Arredondo comienza a jugar con lo sagrado, que es la familia; el tío Apolonio habría cuidado de Luisa cuando era pequeña y se tenían gran cariño mutuamente. “El móvil de los protagonistas para realizar dichos actos proviene, en gran medida, de un encuentro con lo sagrado: lo que revela y sublima; este encuentro con lo divino se manifiesta en un deseo bipolar redentor o destructivo.” (Flores, 1999: 280). Apolonio, en estado de debilidad por la enfermedad, posteriormente sería “influenciado” a cometer actos impropios con una de las personas que más aprecia.

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