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Escritura de una historia.Se escucha un aleteo


Enviado por   •  25 de Noviembre de 2021  •  Tesis  •  2.390 Palabras (10 Páginas)  •  95 Visitas

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Tema:

Escritura de una historia

 

Estudiantes:

Bruno Barberán, David Nevárez, Abraham López

Docente:

Lic. Blanca Riquero

Asignatura:

Lengua y Literatura

Curso:

Tercero BGU

Año lectivo:

2021-2022 

Se escucha un aleteo  

 Era una tarde nublada, un 6 de agosto del 2019, un día más en la vida de domingo Caamaño, un ex militar, que batallo con todo para defender a la patria en su juventud, lastimosamente, el tiempo había causado estragos en su ser, su físico estaba deteriorado y su salud mental estaba en debate, sumándole todo esto, Domingo vivía solo en una finca alejada de la ciudad, el estar lejos de la sociedad le ayudaba a calmar su mente, haciendo que olvidara esos duros días en el servicio. Como era de costumbre, ese día el señor Domingo viajo a la ciudad para cobrar su cheque de jubilación, llegado el momento de recibir su dinero se percata de algo, no encontraba el cheque en su abrigo, insistió en que si lo tenia pero la cajera no acepto esperar y acto seguido advirtió a un guardia para que lo retirara de la fila, ya afuera de la institución bancaria comienza a hablar en voz baja – como es posible que me olvidara el cheque, nunca me ha pasado algo así, y ahora, tendré que regresar otro día para cobrar mi pensión, aunque me sigue pareciendo raro porque estoy muy seguro de tomar el cheque que estaba en la entrada-. Sin mas que hacer en la ciudad, antes de partir a su hogar, Domingo se reúne con Víctor José Milán, el último soldado de su pelotón además de él. Luego de conversar por horas, recordando aquellos días en el ejercito cuando ambos eran jóvenes, Domingo decide hablar respecto a lo que le paso en el banco -a pesar de que es mi costumbre venir a cobrar el cheque a inicios de mes, por alguna razón no lo tenía, es algo que nunca me ha pasado y estoy seguro que tenia el cheque conmigo cuando salí de casa-, decía Domingo Caamaño, a lo que su colega Víctor José responde – ya no somos jóvenes como antes, nuestra memoria es cada vez más frágil, lo único que recuerdo fue lo vivido en el servicio, no dejes que esto te afecte, mañana será un nuevo día y puedes volver a cobrar el cheque-. Luego de esa conversación, Domingo decide regresar a su casa, un poco de descanso no le haría daño, sin embargo, ese incidente paso mucho por su cabeza ya que el se caracterizaba por ser una persona muy organizada que siempre realizaba sus acciones de una misma manera, al llegar a su casa se dio cuenta de algo, la puerta no tenia seguro, por un momento llego a pensar que también se había olvidado de cerrar la puerta, pero sabiendo como era el, eso no podía ser posible, debía tratarse de un ladrón, Domingo comenzó a inspeccionar, y al entrar a su casa se dio cuenta de que todo estaba muy desorganizado, el pasillo principal tenia muchas cosas fuera de su lugar, cuando subió por las escaleras, se percato de que los cuadros estaban en un orden diferente al que el tenia, definitivamente algo raro estaba pasando, cuando llego a su habitación, se llevo la sorpresa de que todas sus cosas estaban fuera de lugar, y es ahí, cuando encontró su cheque, en un lugar poco usual, en la cima del armario, algo no estaba bien y Domingo lo sabía, todo iba a cambiar puesto que cuando reviso el suelo se dio cuenta de algo, una especie de polvo brillante estaba tirado por varias partes de la casa, Domingo no entendía por que un ladrón se metería a su casa solo para desorganizarla, peor aún, no entendía por qué el cheque estaba en la cima del armario, si el no suele dejarlo en ese lugar tan difícil de acceder, esto no era normal, Domingo no sabia que pasaba, pero ese polvo brillante le iba a ayudar a descubrir quien era el responsable de dichos actos

Días, semanas, meses pasaron, y Domingo no logro encontrar ninguna respuesta a su dilema, el ladrón seguía sin ser identificado ni por él, ni por las autoridades a las cuales el mismo decidió contactar, con la esperanza que le ayuden de una vez por todas a averiguar cuál fue la causa de tantos problemas ese día, causándole una gran frustración debido a su opinión sobre todo el tema en general. Desde ese día, no habían ocurrido ningún problema más dentro de su residencia aparte de los que el mismo causaba, o los que terminaban ocurriendo debido a las visitas de sus familiares que últimamente se habían vuelto más recientes, todo gracias a ese mismo día que le seguía carcomiendo la cabeza al pobre veterano, sus familiares claramente mintiendo acerca de sus intenciones cuando trataba de preguntarles el aumento de visitas más recientes –Acaso no podemos visitar a nuestro padre? – preguntaba su hijo mayor – Javier quería ver a su abuelito – mencionaba su hija – Simplemente me sentí con ganas de recordar los tiempos antiguos, cuando aún era joven, y esperaba que me pudieras contar sobre ellos – Mentían los dos. Patrañas, pensaba para sí mismo Domingo, él sabía que sus hijos lo estaban visitando más recientemente debido a su preocupación gracias a lo ocurrido el día que fue a cobrar aquel cheque de jubilación, y a él le terminaba molestando que sus propios hijos pensaran que su padre se encontraba deteriorándose de tal manera, siempre fue una persona sana, cuidándose como podía, alimentándose saludablemente, saliendo en caminatas alrededor de su propiedad a pesar de su edad y físico, y lo que más le orgullecía de todo era su mente, la cual consideraba un regalo del mismísimo señor, siempre siendo bastante ágil con ese musculo que se encontraba en el centro de su cráneo. Desde joven, el recuerda tener una memoria perfecta, y siempre solía ser bastante rápido para los diversos juegos mentales que sus profesores le colocaban en frente, quedando satisfecho una vez los lograba terminar antes que incluso algunas personas confianzudas las cuales pensaron que, por su corta edad, podrían vencerle en el hábito de la mente, quedándose anonadadas una vez el joven en frente de ellos lograba derrotarlos en cualquier desafío presentado ante él, habilidad la cual cada día de su vida el siempre trataba de desarrollar, ya sea con los acertijos que le contaban, los crucigramas del periódico, o los diversos libros de sudoku que se encontraban completados de inicio a fin, guardados en su estantería como un trofeo a demostrar ante todo aquel que decida echarle un ojo a esa sección de su hogar. En resumidas cuentas, sus hijos creían que su padre finalmente había perdido un tornillo, que se había vuelto decrepito, y que sucumbió a la locura que muchas personas a su edad suelen tener, y esto claramente le molestaba, debido a que ni su propia sangre confiaba en él o en su capacidad mental, a pesar de que durante todos estos años el haya demostrado que ni siquiera tiene un deterioro en esta, y lo que más temía en realidad no era la desconfianza de sus hijos, sino que acciones iban a realizar durante esta, pensando en su bienestar, enviándolo a una casa para locos o un hogar de ancianos con buenas intenciones, él no podía permitir que ocurriera tal cosa, sus conocimientos acerca de tales lugares le incomodaban bastante, escuchando historias de terror en ambos sitios, además de no querer abandonar su finca, por la cual había trabajado arduamente y en la que había decidido que pasaría sus últimos años, en honor a todo el esfuerzo puesta en ella, además de que le gustaba bastante el silencio y la paz que le brindaba. A pesar de todos estos problemas que trajo ese día, Domingo no ha encontrado sucesos similares, o algo que le indique que de nuevo fue víctima de otro ataque, más que el extraño polvo brillante que encontraba por su hogar, similar al que encontró aquel día, y el cual le tocaba limpiar cada vez más seguido, trayéndole dudas acerca del extraño origen del polvo tan extraño pero constante en sus día, creyendo que se trataba de algún tipo de plaga la cual había decidido alojarse en su casa, como los desechos que dejan las termitas, o incluso similar al polvo que dejaban las polillas que tanto le advierten que puede llegar  a ser venenoso para la gente, más sin embargo, la gran diferencia entre estos polvos y los que podrían ser causados por cualquier insecto es que aquellos polvos que el encontraba esparcidos alrededor de su hogar tenían un extraño toque brillante, como si se tratase de la escarcina que su nieta tanto le gustaba usar para las cartas que le dedicaba a su abuelo, y aunque Domingo quisiera relacionar ambos eventos, no le encontraba forma realista para que un evento afectara al otro. Sí, su familia lo visitaba más seguido, pero su nieta siempre traía las cartas ya terminadas sin la necesidad de añadirle nada más en la casa de su abuelo, además de que no usaba una cantidad tan grande de brillantina como para generar los desechos que se encontraban alrededor de su posada, y la prueba más grande siendo que a pesar de que el siembre barrer cada día, asegurándose de limpiar cada rincón de su hogar, el polvo siempre terminaba apareciendo incluso después de volver a barrer el mismo lugar varias veces, como si alguien lo estuviera echando a propósito en el mismo sitio para molestarlo, haciéndole perder el tiempo y frustrándolo enormemente al no poder siquiera averiguar el origen de esta suciedad brillante la cual le atormentaba día y noche.

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