Formacion Docente

FORMACIÓN DOCENTE

La formación de un docente, consiste en un proceso de adquisición y aplicación de conocimientos. El cual se llevará a cabo de una forma gradual, para ir mejorando nuestras habilidades de leer, hablar, escribir, expresarnos de manera oral o escrita de una forma adecuada; por lo que se puede observar claramente que a partir de la lectura que se realiza, en muchas ocasiones por obligación, se ha logrado un obtener un gusto por la misma y como consecuencia un avance notable en la forma de hablar y escribir correctamente.

Como dice Daniel Cassany en la entrevista realizada por Jael Stella Gómez Pinilla: “un niño, un joven o un adulto con problemas de escritura suelen tener también problemas de lectura y comprensión de su propio texto (y quizás también de otros)... Entonces, para aprender a escribir hay que leer y escribir. La lectura es una condición necesaria pero no suficiente”.

Una escuela para docentes pretende que sus alumnos incrementen sus conocimientos mediante la teoría pedagógica y la práctica de la misma. La práctica educativa de los docentes es una actividad dinámica, reflexiva, que se da mediante los acontecimientos ocurridos en la interacción maestro – alumno, por lo tanto es importante la observación que como educandos realizamos en las diferentes instituciones, lo que nos permite conocer diversos contextos, pues en las clases no es posible ver la realidad. “Puede aprenderse mucho sobre lo que nos rodea sin que nadie nos lo enseñe ni directa ni indirectamente (adquirimos gran parte de nuestros conocimientos más funcionales así), pero en cambio la llave para entrar en el jardín simbólico de los significados siempre tenemos que pedírsela a nuestros semejantes”. (Fernando Savater, El valor de educar. 1997. Pág. 16)

Hemos aprendido que la docencia no se limita a los procesos educativos que tienen lugar dentro del salón de clases, sino a todas las acciones previas, como la búsqueda de estrategias, el comportamiento y necesidades del ser humano con el que nos vamos a relacionar.

Existe una necesidad de un nuevo papel docente que ocupa un lugar destacado en el nuevo milenio así como la construcción de una nueva educación, mismo que ha terminado por configurar un largo listado de “competencias deseadas”, así, el “docente deseado” o el “docente eficaz” es caracterizado como un profesional competente, –agente de cambio, practicante reflexivo, que debe abordarse a partir de la práctica educativa (observación), para después abordar lo que propiamente es la formación docente.

Para Rosa María Torres(1998)

“En este caso, además de abultarse la bibliografía, hemos visto abultarse también la lista de “saberes y competencias docentes deseables” y la retórica acerca de los nuevos roles docentes, reiterada hasta el cansancio, sin que se creen las condiciones para hacerlos efectivos, ni desde el Estado, ni desde la sociedad, ni desde los gremios docentes, ni desde los organismos internacionales que afirman que cooperan con el desarrollo educativo en nuestros “países (eternamente) en desarrollo…” (pág. 2) Es importante reconocer que a pesar de que se ha hablado mucho de las competencias aún no se han entendido adecuadamente lo que hace que ese docente deseable no se pueda observar.

Dicho lo anterior, se puede afirmar que la labor de un docente no es algo sencillo, que necesitamos de mucha preparación desde el inicio de nuestra carrera, sobre todo porque trabajamos con seres humanos y no podemos darnos el lujo de “echar a perder” el producto que resultará. Como lo mencionan algunos autores, es importante realizar cotidianamente una lectura para así ir adquiriendo más conocimiento, pues éste no sólo lo vamos a obtener en la escuela sino también de manera autónoma, además nos permitirá ir adquiriendo las competencias deseables para ser

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