Habeas Corpus

INTRODUCCIÓN.-

El resguardo de los derechos de la persona por parte de la autoridad es manifestación propia del estado de derecho, que ineludiblemente debe estar presente para posibilitar al sujeto la realización de su plan de vida. La libertad ambulatoria implica una importantísima parte de la realización concreta de la vida humana que el estado debe garantizarle al individuo. En este sentido el habeas corpus es una manifestación concreta en la garantía de la tutela judicial efectiva, la misma goza de jerarquía constitucional, desde 1994 con la reforma a dicho cuerpo normativo. El objetivo es interpretar el sistema a la luz de la preservación de la integridad humana buscando de este modo la coherencia sistémica del mismo.

Se debe conceptualizar adecuadamente que el habeas corpus es un derecho, en el sentido de acción del mundo que puede ser exigida, más precisamente una garantía, el art. 43, cuarto párrafo, de la Constitución Nacional (de ahora en más CN.) reza:

“Cuando el derecho lesionado, restringido, alterado o amenazado fuera la libertad física, o en caso de agravamiento ilegítimo en la forma o condiciones de detención, o en el de desaparición forzada de personas, la acción de hábeas corpus podrá ser interpuesta por el afectado o por cualquiera en su favor y el juez resolverá de inmediato, aun durante la vigencia del estado de sitio.”

Es decir, se trata de una acción expedita o sumaria, por la cual el juez tutela los derechos de la persona cuando se trate de actos que lesionen el derecho a la libertad ambulatoria. El cual también se encuentra previsto el supuesto del agravamiento ilegitimo de las condiciones de detención. Así el acceso a la justicia puede ser entendido como la posibilidad de toda persona, independientemente de su condición económica o de otra naturaleza, de acudir al sistema previsto para la resolución de conflictos y vindicación de los derechos protegidos de los cuales es titular .

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