Halsa Y Panchas
Anghy109 de Noviembre de 2013
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CARACTERÍSTICAS DE LA PIEL Y DE SUS ANEXOS
Cuando se examinan la piel y los anexos de un paciente, es necesario investigar las siguientes características de la piel:
■ El color, que depende del espesor, del grado de vasodilatación, de la cantidad y calidad de los pigmentos hemáticos, y de los pigmentos normales y anormales.
■ La humedad, la cual depende de la cantidad de sudor excretado en el transcurso de 24 horas. Esta varía en diferentes regiones del organismo y depende de la temperatura ambiental.
■ La temperatura, que está en relación directa con el grado de vasodilatación de los plexos vasculares y con la temperatura ambiental.
■ El turgor, que representa el contenido de agua de la piel misma y refleja el estado de nutrición del organismo. El turgor experimenta aumentos en casos de edema y disminuciones en casos de deshidratación.
■ La elasticidad, consistente en la capacidad de retornar la piel a su estado originario, en el momento en que cesan las fuerzas que han podido provocar su extensión. La elasticidad depende de las fibras elásticas y colágenas, del estado de la sustancia fundamental, del agua y de la grasa, y varía de acuerdo con la edad y con ciertos estados fisiológicos como el embarazo y la menopausia.
■ El espesor, el cual resulta de la calidad y cantidad de las fibras elásticas y del resto del tejido conectivo.
■ La textura, que está determinada por una serie de elementos, entre los cuales destacan la cantidad de queratina y de fibras, los folículos pilosos, el estado del tegumento, etc.
■ La función estereoceptiva, que consiste en captar ciertas informaciones provenientes del medio ambiente, para luego transmitirlas luego al sistema nervioso. La piel recoge información de tipo táctil, térmica y dolorosa.
TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN
El examen de la piel, al igual que el de los ojos o el del corazón, es de enorme importancia, ya que este órgano no sólo presenta alteraciones que le son propias, sino que además refleja anormalidades de estructuras internas.
Los métodos empleados para el examen de la piel son, fundamentalmente, la inspección y la palpación. Los instrumentos más importantes son sus propios ojos y la facultad de observación. A través de la inspección se recogen datos como el color de la piel, el estado del pelo, la forma, el color y el tamaño de las uñas. Y por medio de la palpación, se reconocen la humedad, la temperatura, el turgor, la elasticidad, el espesor, la textura y las funciones estereoceptivas de la piel, la fragilidad del pelo y la consistencia de las uñas.
Luego se procederá a examen de pelos y uñas de la misma forma.
Condiciones mínimas necesarias para el examen físico de piel y anexos:
Iluminación adecuada: con una buena fuente de luz preferiblemente luz blanca, que no nos enmascare alteraciones en la piel que pudieran estar presentes, como la ictericia.
Habitación con temperatura adecuada: el ambiente muy frío, ocasiona contracción involuntaria de los músculos cutáneos y vasos superficiales, modificándose el aspecto de algún tipo de lesión presente, o la piel se torna más pálida. Descubrir la superficie del cuerpo a examinar, siempre cuidando el pudor del paciente. Las manos del examinador deben estar tibias y secas.
Realizar el examen en forma ordenada: se debe examinar la piel en toda la superficie del cuerpo, empezando por cuero cabelludo y cara, y avanzar en sentido descendente, anterior y dorsal, de igual modo revisar palmas y plantas de extremidades, espacios interdigitales.
Debe realizarse una revisión visual en forma generalizada de la piel que nos permita conocer la distribución de alguna lesión presente y luego por áreas realizando comparaciones. Para obtener el máximo de información al examinar la piel y sus anexos, es necesario que el observador y el observado cumplan con los siguientes requisitos:
■ El observador debe tener conocimientos mínimos de anatomía, fisiología, patología y técnica semiológica. Además, debe adoptar una posición adecuada y una actitud cónsona con el trabajo que va a realizar.
■ El observado (paciente o enfermo), debe ser colaborador, además de tener la menor cantidad posible de ropa y adoptar la posición adecuada en el transcurso de la exploración.
Si bien no es indispensable el uso de instrumentos cuando se examinan la piel y sus anexos, en muchas ocasiones hay que hacer uso de aplicadores, para recoger muestras de secreciones, o de espátulas de madera, para levantar o raspar algunas lesiones y poder observarlas directamente bajo el microscopio.
La inspección y la palpación de la piel pueden combinarse en la medida en que progresa el examen de este órgano, sin embargo, aquí se describirán por separado, simplemente para lograr una mejor sistematización del tema.
INSPECCIÓN
♦ La zona que se va a examinar debe mantenerse descubierta durante el tiempo que sea necesario.
♦ El paciente debe adoptar la posición que se requiera (de pie, sentado, acostado o de lado), o ir adoptando la posición adecuada en el transcurso del examen.
♦ Para examinar la piel de la axila, el paciente deberá levantar el brazo correspondiente.
♦ Para examinar la piel de la nuca, el paciente deberá recoger el cabello, si éste es largo, y bajar un poco la cabeza.
♦ Para examinar la piel de las regiones genital y anal, el paciente deberá adoptar la posición pronolateral y la de Sims, si es una mujer, o la posición pronolateral y de decúbito dorsal con los miembros inferiores separados, si es un hombre.
♦ Es preferible hacer uso de la luz natural, ya que la luz artificial puede modificar el color de la piel.
Para la realización del examen físico de piel y anexos es necesario conocer las características semiológicas en un individuo sano.
Características Semiológicas evaluadas al realizar la inspección de piel: Color, hidratación, aspecto, lubricación, humedad, panículo adiposo y por último presencia de lesiones.
Semiotecnia utilizada para evaluar cada uno de las características semiológicas de piel:
Inspección.
Color: Morena, blanca, negra, esto viene dado por las variaciones raciales normales. En lo atinente a los cambios de color patológicos se verá pálida, en los casos de anemia, signos de flogosis, cianótica, evidencia hipoxemia, amarilla (se describe como tinte ictérico), etc.
Hidratación: Determinar por ambas técnicas, sequedad, sudación, oleaginosidad.
Aspecto: lisa o arrugada.
Lubricación: Se observa si ésta se observa opaca o brillante.
Humedad: Seca o húmeda.
Temperatura: Palpar la piel con el dorso de los dedos para valorar la temperatura, comparando una zona con otra.
Panículo adiposo: A grosso modo si es abundante, escaso o regular.
Lesiones corporales: Verificar si existe o no lesiones cutáneas, determinando tipo, distribución corporal y extensión.
En el transcurso del examen de la piel, el médico irá recogiendo los atributos o características de la piel normal, los cuales se describirán a continuación.
■ El color de la piel va desde el blanco hasta el negro, según la cantidad de pigmento melánico que ésta tenga. Es bueno recordar que la cantidad de melanina aumenta con la edad y, también, que al llegar a la pubertad se oscurecen zonas en las que hay melanina primaria (la que no guarda relación con la luz), como son los párpados, las axilas, los pezones, las aréolas, la nuca, el ombligo, la línea media del abdomen y la región anogenital.
El color depende también de la raza del individuo, y el depósito abundante de este pigmento puede disimular otros pigmentos.
Hay que tomar en cuenta igualmente que la piel, después de estar expuesta al sol, presenta hiperemia y rubor (debidas a vasodilatación y a estasis venosa), así como aumento de la melanina en la zona expuesta a las radiaciones solares.
En el individuo castrado, la producción de melanina disminuye, a la vez que aumenta el caroteno, pigmento que le da un color cetrino a la piel. Si bien no se ha encontrado cambio de la producción de melanina en relación con estrógenos o con prolactina, se ha observado la presencia del cloasma con mayor frecuencia en las mujeres. El hombre tiene más melanina y más sangre en la piel que la mujer, y ésta tiene más caroteno.
Los pigmentos de la sangre influyen en el color de la piel, según la cantidad que esté presente en las redes papilares y subpapilares. El grosor de los vasos, la modificación del caudal sanguíneo y el grado de oxigenación de la hemoglobina son factores que cambian el color de la piel, la cual se enrojecerá si tiene más hemoglobina, palidecerá si hay obstrucción o constricción arterial, y se volverá violácea si hay estasis.
El caroteno, pigmento amarillo de la grasa subcutánea, se encuentra en mayor cantidad en las superficies cornificadas de la epidermis, en las glándulas sebáceas y en el plasma.
El caroteno es liposoluble y aumenta en las zonas subcutáneas ricas en lípidos (glúteos, mamas) y donde hay aumento de la secreción sebácea (cara) o de lípidos liberados en zonas de queratinización (palmas de las manos y plantas de los pies).
PALPACIÓN
Características Semiológicas evaluadas al realizar la palpación de piel:
Temperatura, sensibilidad, humedad y lubricación, textura, elasticidad, turgencia, movilidad y consistencia.
Temperatura:
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