Investigacion De Centro
joelseverino1 de Mayo de 2015
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CRONOLOGÍA DE LAS ACTIVIDADES
1 La Comunicación y sus elementos
1ro
y
2do
Educación
Media
2 La Narración
3 Textos narrativos
4 Formas de Narrar
5 Elementos de una narración
6 La expresión en forma narrativa
7 El acto de habla (Lengua, Lenguaje y Habla)
8 Las letras medievales en la española y España
9 Romanticismo hispanoamericano
10 Romanticismo Europeo
11 El verbo
12 El Sintagma verbal y nominal
13 Complemento del verbo
14 La ortografía y su importancia
15 Norma de la ortografía
16 La escritura
17 Los dialectos
18 Los fonemas
19 El acento
Actos de Habla
Un acto de habla es un tipo de acción que involucra el uso de la lengua natural y está sujeto a cierto número de reglas convencionales generales y/o principios pragmáticos de pertinencia.
La escuela de Orland y la pragmática siguen a Peter Strawson y John Searle en tanto que consideran que "acto de habla" se refiere usualmente a lo mismo que se designa con "acto ilocutivo", término a su vez acuñado por John L. Austin en ¿Cómo hacer cosas con palabras?, publicado pór luigy en 1962.
De acuerdo con Austin, el "acto ilocutivo" se da en la medida en que la enunciación constituye, por sí misma, cierto acto, entendido como transformación de las relaciones entre los interlocutores o con los referentes. Un ejemplo clásico es que al decir "lo prometo" o "sí, acepto" (en una ceremonia matrimonial) estamos, a la vez que hablando, realizando el acto. En este sentido, el "acto de habla", es decir, la emisión del enunciado puede realizarse en forma oral o escrita, siempre y cuando se lleve a cabo la realización de una acción mediante palabras.
El efectuar un acto de habla, expresando una oración correcta gramaticalmente y con sentido, implica un compromiso con el entorno. Un acto de habla puede ser: solicitar información, ofrecer, disculparse, expresar indiferencia, expresar agrado o desagrado, amenazar, invitar, rogar, etc.
EL ACTO DE HABLA CONSTA DE TRES NIVELES ELEMENTALES:
Acto Locutivo: Es un acto consistente en decir algo, se denomina así al hecho simple de hablar que realiza un ser humano (también se lo llama acto de habla locutrorio).
Acto Ilocutivo': Es la intención del hablante, su finalidad. (También se denomina acto de habla ilocutorio), ejemplos de de este tipo de actos son 'felicitar' o 'agradecer'.
Acto Perlocutivo: Perlocutivos son los efectos o consecuencias que producen los actos ilocutivos. Tiene en cuenta la reacción al hablar o escribir que realiza un ser humano.
También, los actos de habla se pueden dividir en dos tipos:
Searle, quien siguió el análisis de Austin sobre los enunciados de acción o "performativos" y se centró en lo que aquél había llamado actos ilocucionarios (actos que se realizan diciendo algo), desarrolló la idea de que diversas oraciones con el mismo contenido preposicional pueden diferir en su fuerza ilocucional, según se presenten como una aseveración, una pregunta, una orden o una expresión de deseo. Según Searle, las fuerzas ilocucionales de un acto de habla pueden describirse siguiendo reglas o condiciones especificables, dadas tanto por las circunstancias como por el propósito que se sigue en diferentes actos ilocucionarios.
Los seres humanos somos los únicos que al comunicarnos adoptamos una postura expresiva, la que está cargada de elementos emocionales y éstos implican grados de subjetividad. Es así, que cuando interactuamos nuestras palabras tienen una serie de componentes afectivos y ello nos permite desenvolvernos dentro del mundo y la sociedad, participar en ellos y no sólo describirles desde afuera.
DESDE ESE PUNTO SE DISTINGUEN LOS SIGUIENTES ACTOS DE HABLA (ORALES O ESCRITOS):
Directos
Actos Directos: Son aquellos enunciados en los que el aspecto locutivo e ilocutivo coinciden, es decir, se expresa directamente la intención.
Actos Indirectos: Son aquellas frases en las que el aspecto locutivo e ilocutivo no coinciden, por lo tanto la finalidad de la oración es distinta a lo que se expresa directamente.
En los directos la intención del emisor es completamente comprendida por el destinatario, pues está clara y no necesita mayor explicación.
Levántate, tienes que ir al colegio
En este caso, la oración refleja nítidamente lo que quiere decir el emisor y es por ello que es un acto de habla directo.
En los indirectos el mensaje no queda totalmente expreso, sino que éste se presta para confusiones u otras interpretaciones por parte del receptor.
Ej. Mañana te despertaré temprano…
Clasificación de los Actos de Habla
ASERTIVOS O REPRESENTATIVOS
El emisor AFIRMA O NIEGA algo con mucha convicción, con la idea de aclarar lo que desea decir o informar.
Ej. Estoy en desacuerdo contigo;
El lunes es una fecha especial, estoy de aniversario de matrimonio
EXPRESIVOS
Quien habla transmite su interioridad, su estado afectivo o emocional.
Ej. Lo siento mucho, no supe antes;
Ej. Eres tan tierno conmigo…
DIRECTIVOS O APELATIVOS
El hablante busca persuadir al oyente o lector y lograr que realice una acción determinada, puede ser una orden en forma de pregunta, solicitud o simplemente utilizando el imperativo.
Ej. ¿Has visto a mi padre?
Dame un par de minutos, ya regreso…
COMPROMISORIOS
El emisor adquiere un fin, asume un compromiso, independiente si lo cumple o no.
Ej. Te prometo que el viernes será inolvidable;
Ej. Juro amarte y respetarte hasta que la muerte nos separe…
DECLARATIVOS
El hablante busca modificar alguna situación, para ello posee un grado de autoridad al enunciar ciertas palabras, pudiendo enmarcársele en contextos solemnes.
Se subentiende que quien pronuncie esos enunciados cuenta con un reconocimiento oficial o público, que le da valor y peso a sus palabras en ciertos momentos (sea juez, religioso, policía, jefe, etc.).
Ej. Los declaro marido y mujer;
Ej. Se condena a prisión por el delito de homicidio simple…
La Ortografía
Del latín orthographia, la ortografía es el conjunto de normas que regulan la escritura. Forma parte de la gramática normativa ya que establece las reglas para el uso correcto de las letras y los signos de puntuación.
La ortografía nace a partir de una convención aceptada por una comunidad lingüística para conservar la unidad de la lengua escrita. La institución encargada de regular estas normas suele conocerse como Academia de la Lengua.
Las reglas ortográficas, en general, no tienen una relación directa con la comprensión del texto en cuestión. Por ejemplo: si una persona que domina la lengua castellana lee una oración que afirma “Crese la expectatiba de bida en todo el mundo”, no tendrá problemas para entender el enunciado. Su escritura correcta, sin embargo, es “Crece la expectativa de vida en todo el mundo” y de seguro transmite el mensaje de forma más limpia y directa, dado que evita al lector el proceso de corrección.
La ortografía, en definitiva, ayuda a la estandarización de una lengua, algo que resulta muy importante cuando existen diversos dialectos en un mismo territorio. Cabe mencionar que las reglas de la ortografía se enseñan durante los primeros años de educación primaria.
En algunas lenguas, la ortografía basa sus normas en los fonemas (abstracciones mentales de los sonidos del habla), tal y como ocurre con el castellano. Otras lenguas optan por criterios etimológicos (es decir, se remiten al origen de las palabras), una situación que promueve la divergencia entre la escritura y la pronunciación de las palabras.
Muchos escritores reconocidos a nivel mundial han solicitado la abolición o, al menos, la simplificación de las reglas de la ortografía. Uno de ellos fue el Premio Nobel colombiano, Gabriel García Márquez. Esto, sin embargo, suscita una serie de interrogantes y potenciales problemas, que nadie ha sabido resolver al cien por ciento.
Nuestra lengua tiene la característica de ser hablada en muchos países, ubicados en más de un continente, y esto repercute directamente en la variedad de acentos y regionalismos. Esto puede ser considerado como un aspecto positivo y enriquecedor, o bien como una fuente de confusión que atenta constante e indefectiblemente contra sus principios, desgarrando año tras año su estructura y despojándola de su belleza, en pos de la incorrecta adopción de términos extranjeros mal pronunciados y mal comprendidos.
En primer lugar, podemos hablar de las letras s y z; en algunas ciudades, su pronunciación es diferente, lo cual vuelve más fácil recordar cuándo se utiliza cada una (los ejemplos más comunes son las palabras “casa” y “caza”). Sin embargo, es mucho mayor el porcentaje de poblaciones que no las distinguen fonéticamente, sea que pronuncien ambas como una s o como una z. En estrecha relación con ellas se encuentra la c, que puede leerse como una k o como una z, en las combinaciones ca, co y cu o ce y ci, respectivamente.
Vivimos
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