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La Apropiación Inicial De La Lectura Y La Escritura En El Primer Ciclo De Educación básica.

apinzon2517 de Enero de 2014

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La apropiación inicial de la lectura y la escritura en el primer ciclo de educación básica.

Se presenta a continuación el resumen de una propuesta de intervención pedagógica de aula para fortalecer la habilidad de leer y escribir, que se ha venido desarrollando con las niñas estudiantes del primer ciclo del colegio Técnico Menorah de la ciudad de Bogotá.

El presente artículo nace a partir de una serie de experiencias vividas durante la actividad de docencia, las cuales generan inquietudes por el proceso de la lectura y la escritura en las niñas y que tratan de ser abarcadas desde el ejercicio pedagógico y la comprensión del lenguaje como una totalidad.

La inquietud por indagar los procesos de lectura y escritura y abordar desde el ejercicio pedagógico el fortalecimiento de estos, surge al tener en cuenta que la lecto escritura es una actividad del diario vivir, que le sirve al individuo como canal comunicador con su mundo interior y con los demás, por tanto este ejercicio debe asumirse como un elemento cotidiano en el aula de clase, que pretenda establecerlo en al ámbito de la cultura escolar y que sirva como referente al apropiar y desarrollar las habilidades comunicativas de los estudiantes.

La comprensión de la dimensión comunicativa en las niñas entre 5 y 7 años.

El lenguaje no solo obedece al desciframiento del código alfabético, sino a algo más amplio, en otras palabras, una comprensión del lenguaje como un camino muy importante donde los niños van desarrollando una serie de actitudes propias, que en su momento le favorecerán en el desarrollo de él como sujeto y su relación con el entorno social, de ahí que el proceso de comunicación es tal vez el más importante en la vida del sujeto. En otras palabras lo señalan Pérez y Roa (2010, p. 16) “Hoy, es claro que los propósitos de la escuela, frente al lenguaje, se orientan a construir las condiciones para que los niños y niñas ingresen a la vida social y académica construyendo una voz propia que les otorgue seguridad e identidad con su grupo social de referencia, de tal modo que vayan configurando un lugar en el tejido social”.

Las distintas formas de la interacción que posibilitan a los niños y las niñas establecer diálogos expresivos acerca de sí mismos, sus sentimientos, emociones, necesidades, pensamientos e intenciones, y que en términos de Piaget, son el vehículo de los conceptos y las nociones que pertenecen a todo el mundo y que refuerzan el pensamiento individual; es a través de estas formas de expresión e interacción que consideramos el desarrollo comunicativo de los niños y las niñas.

El lenguaje es uno de los fenómenos más importantes de la cultura. En sí mismo, es portador de ella, a la vez que posibilita el acceso a los códigos universales de la humanidad legados históricamente, el lenguaje es un medio, un instrumento, gracias al cual los individuos nos comunicamos entre sí, relacionándolo en forma directa con el pensamiento, el lenguaje registra y fija en palabras los resultados del trabajo del pensamiento.

Por otro lado, se puede pensar el lenguaje además de la posibilidad de leer y escribir de manera eficiente, como un derecho, cada vez más importante en una sociedad del conocimiento donde las palabras ya no solo son movilizadas desde el tradicional libro sino desde otras plataformas que complejizan el uso de la información.

Es así que el ámbito del primer ciclo de la educación básica (grado transición, primero y segundo), esta dirigido a responder adecuadamente a la formación y desarrollo infantil en una perspectiva de derechos. Se entiende entonces que el niño y a la niña son seres con derechos y deberes, necesidades y fortalezas, además de ciudadanos y actores sociales, consientes de sus identidades, esto se relaciona efectivamente con la posibilidad de acceder a la cultura que lo rodea desde el lenguaje, propio y el que puede comprender de los mensajes que producen los demás.

Como anota Vigotsky, (1995), “el niño se enfrenta inicialmente al lenguaje escrito como un sistema de signos que rememoran los sonidos de las palabras, es decir, se analiza el lenguaje escrito convirtiendo los signos escritos en signos verbales, y de esta forma se encuentra el significado. Posteriormente, “el desarrollo del lenguaje escrito permite el manejo de un simbolismo directo, donde los signos escritos remiten directamente a los objetos o entidades referidos, sin necesidad de recurrir a intermediarios para llegar al significado”.

Al respecto es claro cómo los sistemas didácticos tradicionales de la lectura y la escritura, se alejan de una concepción integradora y que posibilite la dimensión comunicativa en la infancia.

En cuanto a los sistemas de escritura, Tolchinsky señala (1997, p. 26) “la escritura es un sistema convencional de notación del lenguaje, y eso la diferencia del dibujo – abierto a todo tipo de invención posible… No se trata de que inventen, si cada uno inventara letras no podríamos comunicarnos por escrito. La idea es que avancen en su conocimiento, pregunten verifiquen y no le teman a equivocarse. Nuestra vida cotidiana está impregnada de la escritura y no sería nada difícil compartir esos usos múltiples con los alumnos”.

Pero no solo para el ser humano prima el tener las palabras escritas en un papel, también es importante el poderlas decodificar de tal forma que al enunciarlas se pueda comprender el mensaje, es allí donde se establece la relación entre los procesos de lectura y escritura. La lectura es un actividad que se caracteriza por la interpretación de los símbolos (letras) en palabras o frases las cuales tienen significado para la persona que la interpreta, pero en el caso del abordaje pedagógico de estos procesos, no sería conveniente reducirlos al mero desciframiento de las reglas que componen el código alfabético de determinada lengua.

Es así que en el ámbito de la lectura y la escritura, tradicionalmente el proceso de adquisición del sistema alfabético ha sido reducido al aprendizaje de un código de trascripción, de sonidos en grafemas. Los métodos tradicionales de alfabetización han procurado sistemáticamente enseñar de manera empírica la relación entre la escritura alfabética y los aspectos sonoros del habla, todos parecen creer que enseñar a leer y escribir tiene que ver mucho con la paciencia, antes que con el conocimiento. A lo largo de los años se ha visto como se enseña con la ayuda de algún texto escolar, manual o cartilla que indica, paso a paso, los temas a tocar y las actividades a realizar, las letras, sonidos, palabras, frases, oraciones y párrafos.

Al respecto es conveniente detenerse en cómo se da el proceso de aprendizaje y complejización de la lectura y la escritura. “El desarrollo de la lecto escritura implica el paso de la conciencia cognitiva: primero, pasar de la no-conciencia de la relación entre la escritura y el lenguaje hablado; a asociar lo escrito con el lenguaje oral”. (Ferreiro, E Y Teberosky, 1979, p. 59). Lo anterior implica una relación estrecha entre pensamiento y lenguaje, no solo cómo un proceso sistemático de apropiación de reglas, sino como algo que va más allá.

Así pues “Los procedimientos metodológicos para la correcta dirección del aprendizaje de la lecto-escritura deben ajustarse a las capacidades y a las potencialidades de los niños y niñas; es decir, primero debe conocerse "cómo aprenden los sujetos”, para que a partir de ese conocimiento, se estructuren los procedimientos metodológicos aplicables al ambiente escolar. El lenguaje escrito es una forma compleja de actividad analítica, en la cual la tarea fundamental es la toma de conciencia de la construcción lógica de la idea” (Ferreiro, Et al, 1979).

Sin embargo, se considera que ante todo es importante el desarrollo de la dimensión comunicativa, cuando se reflexiona a partir de la incorporación de las herramientas que los niños poseen para decodificar la realidad al igual que sus experiencias y así proporcionar ambientes de comunicación para que estas adquisiciones se hagan tangibles de tal manera que sea posible incidir en su desarrollo comunicativo.

La propuesta.

En principio, se aborda con el equipo del primer ciclo del colegio Técnico Menorah, institución educativa distrital adscrita a la secretaría de educación de Bogotá. Las dificultades que afrontan los niños y niñas en esta edad escolar, referidos a los procesos de aprendizaje, generalmente se relacionan con elementos alrededor de la adquisición y fortalecimiento del lenguaje escrito, en otras palabras, la lectura y la escritura, lo que ocasiona que algunas de las estudiantes que asisten al colegio tengan un bajo rendimiento en sus procesos escolares y presenten dificultades a nivel cognitivo, de motivación y elementos de frustración frente a los avances de compañeras más hábiles en el proceso referido al lenguaje en general.

De ahí surge la necesidad de abordar la problemática con una mirada amplia, superando esquemas tradicionales de silabeo o excesivamente fonéticos, entendiendo más la lengua como una construcción colectiva de representaciones, a las cuales las niñas desde grado preescolar hasta segundo puedan acceder. Pues Desde muy temprana edad los niños y las niñas muestran en algunos de sus juegos el deseo por aprender los símbolos escritos, en nuestra sociedad los niños y las niñas aprenden a leer y a escribir desde su contexto familiar; se cree que el niño solo empieza su proceso lecto escritor cuando llega a la escuela, pero se debe tener en cuenta de que la familia es el ente esencial que le

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