La Corrupción de los Personajes Religiosos en Lazarillo de Tormes
Enviado por slmayes5 • 13 de Diciembre de 2016 • Ensayos • 1.634 Palabras (7 Páginas) • 1.853 Visitas
Stacy Mayes Profesor Rodríguez Mansilla Span344 23 octubre de 2016
La Corrupción de los Personajes Religiosos en Lazarillo de Tormes
La novela La Vida de Lazarillo de Tormes fue publicada en 1554 por un autor anónimo. Esto es porque algunos de los aspectos del cuento están muy críticos de la sociedad española durante esta época. El autor creía que una de los problemas más grave en sociedad española era la corrupción de la Iglesia Católica y las personas que trabajaban en ella. También, él había influencia por los movimientos sociales y literarios de la época, como la Reforma Protestante y el comienzo de las novelas picarescas. Es muy evidente que el autor se sentía frustrado porque él retrató a sus personajes religiosos en una manera terrible.
La Reforma Protestante empezó cuando Martin Luther escribió “los 95 tesis” en 1517 que fueron las críticas de la Iglesia Católica. Estos actos provocaron un movimiento de desconfianza de la Iglesia, y es claro que el autor estuvo de acuerdo con muchas ideas de Martin Luther. Todos de sus personajes religiosos, como el clérigo, el fraile, el bulero, y el arcipreste, eran corruptos y deshonestos. El autor hace una burla de los personajes en la novela para demonstrar a lectores los defectos grandes de la Iglesia. Mancing dice que el papel de los personajes religiosos en Lazarillo de Tormes “ofrece al autor con la oportunidad para algunos aguda sátira anticlerical y quizás para un procesamiento simbólico del papel de la iglesia en la sociedad” (Mancing, p.428).
Otra influencia que es clara en Lazarillo de Tormes es El Renacimiento, y el énfasis en el humanismo y el individualismo. El Renacimiento empezó en Italia en el siglo dieciséis y difundió a través de Europa. La novela representa la influencia de este movimiento con el enfoque en los personajes y el desarrollo de ellos en la novela. También, las ideas revolucionarios, como la corrupción de la Iglesia Católica y la crítica de los ricos, fueron un resulto del Renacimiento, y de las ideas que difundió entre los intelectuales. Sin El Renacimiento, es posible que estas ideas atrevidos no hubieran ocurrido hasta más tarde en la historia.
Durante esta época, una nueva tipa de literatura apareció, y las novelas se llamaron novelas picarescas. Lazarillo de Tormes era una de las primeras novelas “picarescas,” un término que vino después de la publicación de ella, pero todavía la describe. Este tipo de literatura tiene un carácter quien es un anti-héroe, de clase social bajo, y con algunas características de un pícaro. Estas descripciones eran perfecto para describir Lazaro, porque él es pobre y tiene morales cuestionables. Muchos de los personajes en la novela, como las figuras religiosas, son picaros también. El aspecto más importante de esta literatura para describir la corrupción es el realismo en las novelas picarescas. Realismo enfoca en la realidad, y los grandes efectos de las seres humanos, como en Lazaro, pero más importante, en las figuras religiosas en la novela.
Un ejemplo de la corrupción de los personajes religiosos ocurrió durante el tratado segundo con el clérigo. Este personaje es una de las hipócritas más grande en la novela. Según la Biblia, las personas deben ser generosos y deben dar dinero o comida a los pobres. Lazarillo es pobre y sin un hogar, y el clérigo obtiene mucha comida y dinero con su trabajo, como el pan de comunión y las monedas en el plato de ofrecimiento. Pero el clérigo es un hombre egoistico, y no comparte nada con Lazarillo, aunque él está muriendo de hambre. Lazarillo dice que “solamente había una horca de cebollas, y tras la llave en una cámara en lo alto de la casa. Destas tenía yo de ración una para cada cuatro días; y cuando le pedía la llave para ir por ella, si alguno estaba presente, echaba mano al falsopecto y con gran continencia la desataba y me la daba diciendo: "Toma, y vuélvela luego, y no hagáis sino golosinar” (p. 85). También, el clérigo lo niega que él es una hipocrática, Lazaro dice: “por ocultar su gran mezquindad [el clérigo] me decía: "mira, mozo, los sacerdotes han de ser muy templados en su comer y beber, y por esto yo no me desmando como otros.” Más el lacerado mentía falsamente, porque en cofradías y mortuorios que rezamos, a costa ajena comía como lobo y bebía más que un saludador” (p.87). Este pasaje demuestra que el clérigo piensa muy bien de sí mismo, pero vive en un mundo de fantasía. Él no es mejor que los sacerdotes de que él dice cosas malas, y es un hipócrita como todos los personajes religiosos en la novela.
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