La Lectura Deleite O Castigo

LA LECTURA UN DELEITE O UN CASTIGO

Lucia Abad.

Una exigencia que la actual sociedad del conocimiento y las llamadas organizaciones inteligentes demandan de los individuos, es entre otras, el manejo del lenguaje cuyas competencias son la leer, escribir, hablar y escuchar. En el presente ensayo me concretare a una de éstas, a saber la lectura. Por muchos años dentro de mi practica pedagógica he tomado como eslogan: “Gana quien lee”, esto asusta a mis estudiantes, pero por qué, cuáles son las razones para ver la cara de asombro de ellos, la respuesta es simple, no poseen el hábito de la lectura, crear ese hábito en la universidad es difícil pero no imposible.

La competencia de la lectura es una de las capacidades más importantes y útiles que podemos desarrollar, es significativo recordar que solo nosotros los seres humanos podemos realizar tal acción, lo que nos hace diferentes a todo otro ser vivo, solo nosotros poseemos esta habilidad que nos permite desarrollar todo un sistema intelectual y racional avanzado. No podemos pretender iniciar este hábito hasta en la universidad, puesto que esta es una actividad que por lo general empieza a adquirirse de manera lenta y progresiva desde temprana edad y a medida que pasan los años esta competencia se ve desarrollando y afianzando más con los años.

Es a través de esta actividad racional que comenzamos a recibir los conocimientos de manera formal e insertarnos al proceso tan complejo pero útil como lo es la educación. Esto me lleva a pensar que la lectura como competencia puede realizarse de muchas maneras y alcanzar diferentes objetivos, no es lo mismo leer por placer que hacerlos de manera obligatoria, solo para cumplir con un requisito educativo o laboral.

Pero si bien es cierto, que si leemos podemos fortalecer otros procesos muy importantes como estimular nuestra imaginación, reflexionar sobre aspectos abstractos, apreciar la belleza de nuestro idioma, entrar en contacto con otros idiomas, mejorar nuestra ortografía, ampliar nuestro léxico, ponernos en contacto con otras realidades, entrar en conversación con los autores de obras literarias de cualquier tipo, por lo que leer trae consigo una serie el desarrollo de una serie de capacidades y grandes beneficios, para movernos apropiadamente dentro de las instituciones inteligentes, que conformamos.

Por tales razones se esperaría que a ciertos niveles de preparación académica, el individuo poseyera esta habilidad racional y no comenzar a desarrollarla. La universidad como organización inteligente espera que sus integrantes, además de desarrollar en ellos un dominio personal, modelos mentales, construcción de una visión compartida, aprendizaje en equipo y un pensamiento sistemático, también puedan incidir en el fortalecimiento de la competencia de la lectura y hacerla un hábito, con lo que le será posible desenvolverse adecuadamente dentro de la misma.

En la práctica la realidad es muy diferente, al hacer una retrospección para analizar las causas fundamentales de este gran vacío entre nuestros estudiantes universitarios, nos debe llevar al abordaje que como país se ha hecho al respecto.

Durante muchas décadas Guatemala ha estado haciendo muchos intentos por mejorar esta realidad, mediante la implementación de programas lectura, el programa nacional “Todos a Leer” que se implementó en el año 2006 con el propósito de fomentar el hábito de la lectura involucrando a todos los elementos que conforman la comunidad educativa. Este programa no dejaba a ninguno de ellos exento de participación.

Con el apoyo de la UNESCO, se doto de libros a las escuelas, al inicio del mismo se estableció la obligatoriedad de cuarenta y cinco minutos a una hora de lectura diaria, pero como todo programa, duro un tiempo dicha exigencia; una de las causas fundamentales es que los docentes al igual que sus estudiantes, no poseen el hábito de la lectura y sucede lo mismo en casa con los padres de familia. Segú las lecciones aprendidas, para que un programa pueda ser exitoso es necesario el aseguramiento de la existencia de materiales de lectura con pertinencia cultural y lingüística; el conocimiento y uso del idioma materno de los y las estudiantes; la comprensión y respeto a la cultura de los estudiantes; la aplicación de estrategias para la promoción, la enseñanza y el desarrollo de la comprensión lectora; entre otros.

Para el año 2011 se lanzó otro programa a nivel nacional, denominado: “A leer se ha dicho”, cuyo objetivo primordial fue fomentar la lectura mediante recuperar la tradición oral guatemalteca, se editaron e imprimieron libros que contenían tradiciones orales y populares de Guatemala así como antologías de escritores guatemaltecos y centroamericanos.

Este programa se inició con un plan piloto para llegar a 120, 000 estudiantes de 405 escuelas públicas de cuatro departamentos Huehuetenango, Jalapa, Quiche y Guatemala, con el propósito de extenderse a todo el país, el costo aproximado fue de 68 millones de quetzales.

Unidas a estas experiencias nacionales, existen otras que han permitido a los docentes capacitarse y actualizarse en el cultivo de su capacidad lectora, a través de las denominadas “buenas prácticas” de organizaciones nacionales e internacionales, que han contribuido en dotar a los docentes con materiales, monitoreo y desarrollo de metodologías en el tema de lectura.

En la actualidad se está implementando un nuevo programa nacional de lectura “Leamos Juntos”, dirigido a todos los niveles educativos, con el cual se pretende alcanzar dos estrategias importantes: la primera se sitúa en la promoción y sensibilización de la importancia de la lectura y la segunda, en brindar lineamientos para la adquisición y desarrollo de la lectura.

Así mismo, con este programa se pretende fortalecer la formación del talento humano, hacer disponible material y recursos de lectura, establecer alianzas y participación comunitaria, un acompañamiento, monitoreo y evaluación constante y permanente; contempla que serán distribuidos 4.5 millones de ejemplares, de 412 títulos, aproximadamente once mil ejemplares por título, en veinte mil escuelas. El costo de este esfuerzo es, según la fuente, entre Q80.1 millones de quetzales. (Prensa Libre 16/01/2013).

Que podemos esperar de este otro millonario programa, se mejoraran los resultados de las evaluaciones de lectura, según la Dirección General de Evaluación e Investigación Educativa - DIGEDUCA - evidencia que en 2009 solo el 47.93 % de los estudiantes de primer grado primaria, 51.8% de los estudiantes de 3º primaria y el 30.9%

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