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La Lengua Escrita

Egliz12 de Noviembre de 2013

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LENGUA ESCRITA

Síntesis explicativa

La escritura es un producto cultural que cumple diferentes funciones, centralmente las de permitir comunicarse a distancia y conservar la memoria.

La escritura no es la imagen refleja de lo oral, por lo tanto, no hay un pasaje directo de lo oral a lo escrito.

Así como los niños y las niñas construyen su lengua oral en su interacción con el medio, también se apropian de la lengua escrita a partir de su interacción con un ambiente "alfabetizado", rico en materiales escritos, y con adultos que leen y escribe n. El Nivel Inicial debe posibilitar este encuentro con la escritura, en situaciones de significatividad personal y social, incentivando la curiosidad del niño y la niña por la lengua escrita.

La lengua escrita es objeto de una construcción activa por parte de los niños y de las niñas, tanto en relación con la representación del sistema de escritura como con la organización del contenido y la forma en que se estructura el texto escrito.

La participación en actos de lectura y escritura de diferentes textos en función de la intención comunicativa, así como el análisis de diferentes portadores de textos, permitirá iniciarse en el conocimiento de una gran variedad de tipos discursivos, utilizados según sea la intencionalidad comunicativa.

Un texto pensado para ser escrito tiene características diferentes de un texto concebido o pensado para ser transmitido oralmente; tomar conciencia de estas diferencias ayudara a reflexionar sobre la información pertinente para hacerlo comprensible, en uno y otro caso. La forma en que se deben organizar las ideas, los procedimientos de cohesión a utilizar y la adecuación al registro atendiendo a la situación, son particulares para cada caso.

FUNCIONES DE LA LENGUA ESCRITA

La expresión escrita es una de las denominadas destrezas lingüísticas, la que se refiere a la producción del lenguaje escrito. La expresión escrita se sirve primordialmente del lenguaje verbal, pero contiene también elementos no verbales, tales como mapas, gráficos, fórmulas matemáticas, etc. Una de las funciones de la lengua escrita es dejar constancia de hechos que han ocurrido, p. ej., la historia de un pueblo; o bien no olvidar hechos que van a ocurrir, p. ej., el cumpleaños de un amigo.

Para las comunidades de cazadores y recolectores basta con la lengua oral. Por el contrario, con la práctica de la agricul¬tu¬ra, nacen una serie de fenómenos —el aumento de la población, la división del trabajo, el comercio de artículos, la aparición del concepto herencia, etc.— que propician la gestación de la lengua escrita. Ciertamente, los primeros usos de la lengua escrita corresponden a facturas, recibos, listados de contribuyentes, inventarios de propiedades, leyes, registros astronómicos y calendarios. Poste¬riormente, también recurren a la lengua escrita la literatura, la religión y la oratoria.

A pesar de las diferencias entre unas y otras lenguas, a lo largo de los siglos se han ido desarrollando unas tendencias, en cierta medida, universales en el ámbito de la puntuación, tales como la separación de palabras mediante espacios en blanco, la utilización del punto o de los signos de interrogación y de admiración para separar y caracterizar frases, etc.

Mientras que en la expresión oral se acepta la diversi¬dad, p. ej., la dialectal, en la expresión escrita se tiende a la unificación, e incluso a una regulación estricta con normas, que emanan de los textos litera¬rios, religiosos, administrativos, etc., y que se refuerzan a través de la enseñanza. Generalmente, en la lengua escrita se pierde información relativa a determinados recursos prosódicos, paralingüísticos, cinéticos, etc. empleados en la comunicación: el ritmo, las pausas, la entonación, la intensidad y el timbre de voz, los gestos, las expresiones faciales, etc.

Para el desarrollo de la expresión escrita, tanto en la L1 como en una LE, es tan importante —para algunos expertos, incluso más importante—leer como escribi¬r. En efecto, a través de las lecturas adecuadas, el aprendiente recibe un aducto rico en modelos, debidamen¬te contextualiza¬dos, sobre las múltiples facetas de esta destreza: organización del texto, recursos de coherencia y cohesión, estilo, registro, léxico, estructuras gramaticales, etc.

En el proceso de composición escrita, se pueden establecer las siguientes etapas:

1. análisis de la situación de comunicación (conocimientos sobre el tema, destinatario del texto, propósito del mismo, etc.);

2. producción de ideas;

3. organización de las ideas, p. ej., en un esquema;

4. búsqueda de información;

5. redacción de un borrador;

6. revisión, reestructuración y corrección;

7. redacción definitiva;

8. últimos retoques.

Dichas etapas se contemplan desde diversas ópticas complementarias, en función del modelo didáctico de la expresión escrita que se adopte. Así, p. ej., en los denominados Modelos por Etapas la escritura se concibe como un proceso que consta de tres etapas: la preescritura (planificación, esquema), la escritura (desarrollo de las ideas del esquema) y la reescritura (revisión y corrección). Estos modelos ofrecen una visión interesante, pero simplificada del proceso de escritura: por una parte, las etapas no son compartimentos estancos, sino que suelen solaparse entre sí; por otra parte, el proceso no es perfectamente lineal, sino que generalmente es bidireccional o recursivo, avanzando hacia la etapa siguiente, pero retrocediendo hacia etapas anteriores cuando conviene. Un segundo ejemplo puede ser el Modelo de Procesos Cognitivos, que distingue las siguientes fases: planificación, ideación, desarrollo, expresión, análisis gramatical, linealización y adyacencia.

Frente al tratamiento tradicional del texto escrito como un producto que el alumno entrega al profesor y que éste corrige exhaustivamente, han ido surgiendo alternativas en las que la enseñanza de la escritura se concibe como un proceso, en el que participan, a su debido tiempo, el propio aprendiente, sus compañeros y el profesor. Un primer ejemplo es la técnica que propone M. Chimombo (1986): seleccionar frases con errores comunes de los alumnos y escribir cada una de ellas en una hoja de papel aparte, distribuirlas entre los alumnos para que en grupos comenten los errores y los corrijan, escribir las frases corregidas en la pizarra y pulirlas entre todos. Un segundo ejemplo es la técnica que proponen Cassany, Luna y Sanz (1994): una redacción colectiva entre profesor y alumnos, de modo que éstos tengan la oportunidad de seguir de cerca «cómo se va gestando el proceso de composición. En la vida real el alumno no ve nunca en acción a los escrito¬res competentes: no sabe cómo trabajan, enmiendan los errores que cometen».

Comprensión lectora

La comprensión es el proceso de elaborar el significado por la vía de aprender las ideas relevantes de un texto y relacionarlas con las ideas que ya se tienen.

Es el proceso a través del cual el lector "interactúa" con el texto. Sin importar la longitud o brevedad del párrafo, el proceso se impide, siempre de la misma forma, jamas se da . La lectura es un proceso de interacción entre el pensamiento y el lenguaje, el lector necesita reconocer las letras, las palabras, las frases, sin embargo cuando se lee no siempre se logra comprender el mensaje que encierra el texto, nuestra mentalidad no da para tanto sinceramente, es posible incluso que se comprenda mal, como casi siempre ocurre. Como habilidad intelectual, comprender implica captar los significados que otros han transmitido mediante sonidos, imágenes, colores y movimientos. La comprensión lectora es un proceso más complejo que identificar palabras y significados, esta es la diferencia entre lectura y comprensión.

Niveles de comprensión lectora

En el proceso de comprensión se realizan diferentes operaciones que pueden clasificarse en los siguientes niveles: Los niveles de comprensión lectora son graduaciones en la lectura a nivel de complejidad a saber:

Lectura literal en un nivel primario (nivel 1)

secuencias: identifica el orden de las acciones; por comparación: identifica caracteres, tiempos y lugares explícitos; de causa o efecto: identifica razones explícitas de ciertos sucesos o acciones.

Lectura literal en profundidad (nivel 2)

Efectuamos una lectura más profunda, ahondando en la comprensión del texto, reconociendo las ideas que se suceden y el tema principal, realizando cuadros sinópticos, mapas conceptuales, resúmenes y síntesis. La mayor parte de estas técnicas son más adecuadas para textos expositivos que para textos literarios.

Nivel inferencial

Buscamos relaciones que van más allá de lo leído, explicamos el texto más ampliamente, agregando informaciones y experiencias anteriores, relacionando lo leído con nuestros saberes previos, formulando hipótesis y nuevas ideas. La meta del nivel inferencial es la elaboración de conclusiones. Este nivel de comprensión es muy poco practicado en la escuela, ya que requiere un considerable grado de abstracción por parte del lector. Favorece la relación con otros campos del saber y la integración de nuevos conocimientos en un todo.

Este nivel puede incluir las siguientes operaciones:

• inferir detalles adicionales, que según las conjeturas del lector, pudieron haberse incluido en el texto para hacerlo más informativo, interesante y convincente;

• inferir ideas principales, no incluidas explícitamente;

• inferir

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