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La Muerte De Ivan Ilich


Enviado por   •  14 de Octubre de 2013  •  2.294 Palabras (10 Páginas)  •  401 Visitas

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LA MUERTE DE IVAN ILICH

Los jueces y el procurador se reunieron en el palacio de justicia, interrumpiendo un asunto para tratar otro. Piotr Ivánovich, leía el periódico, y leyó la noticia de la muerte de Iván Ilich. Nadie de los que estaba allí reunidos podían creer la noticia. La muerte de Iván Ilich dejaba una vacante de trabajo, y todos pensaban, no en la familia o ir a dar el pésame, sino en quién sería aquel que obtendría el trabajo. Iván Ilich tenía una enfermedad al parecer incurable. Piotr Ivánovich, como era amigo de Ilich, era el más obligado a ir a la misa de réquiem, a dar el pésame, y todo lo que tenía que ver con la muerte de su amigo. Después de contarle a sus esposa, y de que posiblemente su hermano podría ser trasladado a causa de la muerte de Ilich, fue a dar las condolencias a su familia. Ya en el hogar de Ilich, Piotr se encontró con un amigo del difunto, Schwarz, quien le señaló la habitación mortuoria. Al entrar en la habitación entró dándose cruces, e inclinando la cabeza para saludar. Cuando se acercó a ver Ilich, vio en su rostro una expresión de haber hecho todo lo que debió hacer, y al mismo de tiempo, una expresión de amargo recuerdo de vivos. Piotr se incomodó, y salió prontamente de la habitación, encontrándose de nuevo con Schwarz, quien le propuso ir a la casa de Fedor Vasílievich, a jugar una partida de whist. Prascovia Feodorovna, la esposa de Iván Ilich, salió de sus aposentos con otras mujeres, mientras les decía a los demás que la misa de réquiem pronto empezaría; reconoció a Piotr, con quien necesitaba hablar. La partida de whist, había sido entonces dañada, porque faltaría una persona. Piotr y la señora de Ilich, entraron en un salón, donde había una mesa para sentarse, y hablar más cómodamente. Ella le habló de los últimos días que pasó Iván Ilich, los cuales fueron horribles, no paraba de gritar, a pesar de que estaba consciente de ello; y un cuarto de hora antes de morir se despidió. Piotr se asustó, pensando que también podría sufrir lo mismo, pero se tranquilizó, porque era Ilich quien había sufrido y no él, por lo tanto no tenía que ocurrirle también lo mismo. Pero el asunto del que quería hablar Prascovia era otro. Ella necesitaba obtener una gran cantidad de dinero de la Tesorería del Gobierno, por la muerte de su esposo; Piotr reflexionó, pero le dijo que no era posible. La señora suspiró como para librarse de Piotr. Él comprendió y se retiró estrechando la mano de Prascovia. La misa de réquiem comenzó; y cuando hubo terminado, se encaminó en un coche a la casa de Fedor para entrar en la partida de whist, pero ya estaban en el final.

La vida de Iván Ilich era muy sencilla, pero muy terrible. Miembro del palacio de justicia. Hijo de un funcionario, el cual tuvo tres hijos, el segundo Ilich. El primero siguió la carrera de su padre, el tercero era un fracasado, porque cada vez que conseguía un trabajo, se hacía mirar mal de la gente. Iván Ilich, demostró lo que sería toda su vida desde la escuela: un hombre inteligente, hábil, comunicativo y alegre. Al salir de la escuela, gracias a su padre, encontró su primer empleo, para desempeñar las funciones de encargado de los asuntos

particulares del gobernador. A pesar de que era joven, hacía su deber con disciplina y severidad; pero en sus relaciones personales, era alegre, correcto e ingenioso cuando sostenía conversaciones. Era muy honrado, de lo cual se sentía muy orgulloso. Cinco años después, se le ofreció trabajo como juez de instrucción; para ello debía hacer nuevas relaciones, nuevas actividades, pero no le importaba. Se desempeñó igual que el anterior, siendo disciplinado y severo en sus deberes. A los dos años de estar trabajando como juez de instrucción, conoció a la que sería su esposa, Prascovia Feodorovna, quien se enamoró de Ilich. Él no tenía intenciones de casarse, hasta que se dio cuenta de lo que sentía Prascovia. Sería un buen matrimonio, ya que era aceptado por la sociedad y sus familias. Así que se casaron. Ilich consideraba que su vida era muy buena y eso le alegraba, y que nadie cambiaría eso, ni siquiera el

matrimonio, sino que antes la haría más grandiosa; pero algo ocurrió.

Prascovia quedó preñada y en los primeros meses de embarazo, se volvió irritable, celosa, y no consentía nada, ni el más mínimo error. Para Ilich el servicio lo distraía, así que se escondió en él, para huir al menos un poco, de su casa. Cada vez que crecía la irritabilidad de su esposa, él se entregaba más a su trabajo. Al cabo de tres años fue nombrado ayudante del procurador. Sus triunfos poco a poco, lo aficionaban más a su servicio. Conforme nacían más hijos, Prascovia se volvía más insoportable, menos tolerante. Después de siete años, lo nombran procurador en otro lugar, así que debe trasladarse con su familia. El sueldo era mayor, pero la vida más cara, aumentándole a esto, que mueren dos hijos, y su esposa le acusa por todos los infortunios que les han pasado. Hay más peleas entre ellos, que generalmente son por situaciones pasadas. Iván se aísla, para alejarse un poco de sus problemas, permanecía menos tiempo en casa. Sin embargo él seguía creyendo que su vida era alegre y agradable. Siete años vivió así. Su hija mayor tenía diecisiete años, y muere otro hijo, quedando uno. Era un colegial, por instrucción de su madre. La joven estudiaba en casa de sus padres.

Así pasaron diecisiete años que siguieron al matrimonio, e Ilich era viejo procurador, que había rechazado varias colocaciones de trabajo, porque creía que tendría mejores ofertas. Esperaba el empleo como presidente de una ciudad universitaria, pero alguien se le había adelantado. Ilich se irritó. Se acumularon deudas, para Ilich, lo habían olvidado. Para disminuir los gastos, se trasladaron para la casa de los padres de Feodorovna que vivían en el campo. Por primera vez, Ilich sintió fastidio y tristeza, y en una noche de insomnio, decidió ir a San Petersburgo para conseguir un buen empleo. Lo consiguió por ayuda de un amigo que trabajaba en el ministerio. Le telegrafió a su mujer su noticia, y regresó al campo. Prascovia también se sintió dichosa por esa noticia. Desde ese día comenzaron a solucionarse las cosas entre ellos.

Cuando fue a realizar sus funciones, encontró un piso muy bonito para su familia. Ilich hizo todas las instalaciones del nuevo hogar, eligió la decoración y organizó todo. En su trabajo se concentraba poco, pensando en que más colocaría, y en la expresión que harían su esposa e hija. Para Ilich había vuelto la alegría, para él todo había vuelto a ser como antes. Cuando

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