La Muerte De Ivan Ilich

La historia relata la muerte de un miembro del tribunal de justicia, Iván Ilich, tras estar enfermo por varias semanas, de una enfermedad que era incurable; tras recibir la noticia de su muerte sus compañeros de trabajo empiezan a interesarse por el puesto que ha quedado libre, y el aumento de sueldo que este les traerá. Les parecía fastidioso el hecho de tener que asistir al funeral y darle el pésame a la viuda.

Fyodor Vasilyevich y Pyotr Ivanovich eran sus amigos más cercanos, Fyodor Vasilyevich no solo fue su compañero de trabajo si no también de estudio, Fyodor Vasilyevich vio en la muerte de su compañero la oportunidad de trasladar a su cuñado a su partido judicial. Fyodor Vasilyevich asistió al funeral, ahí se encontró con Schwartz. Pyotr Ivanovich llegó al funeral, y entrando a la sala empezó a santiguarse, lo hizo repetidas veces, y luego observo el cadáver de su amigo, que yacía en el féretro, mientras que Schwartz, lo esperaba contigua. Sin embargo Pyotr Ivanovich con Praskovya Fyodorovna (viuda de Iván Ilich), la cual le relata penosos detalles de la muerte de su esposo, y aunque sabia hasta los minimos detalles acerca de la pensión que el fisco podía darle por la muerte de su esposo, consulto a Pyotr Ivanovich, pero al ver que este sabia menos que este, se mostro desinteresada por lo que Pyotr apago el cigarrillo que fumaba y se marchó.

La vida de Ilich había sido sencilla, murió a los 45 años, formo parte del Tribunal de justicia. Era el segundo de tres hijos, su hermano mayor era funcionario al igual que su padre, su hermano menor no había triunfado ni desarrollado su carrera. Iván había estudiado en la Escuela de Derecho, al terminar sus estudios, su padre le obsequio un dinero para que pueda iniciarse en el mundo laboral, con ese dinero se compro trajes. Un joven algo frío, reservado, exigente y severo. Al pasar cinco años, se crearon nuevas instituciones judiciales, en una de ellas Iván Ilich consiguió un puesto, con el tiempo asumió el puesto de juez y adquirió nuevas amistades. Luego de dos años conoció a Praskovya Fyodorovna Mihel, la cuál más tarde se convertiría en su esposa.

Al inicio la vida matrimonial era perfecta pero con el tiempo y con el embarazo de su esposa, todo se complico en especial cuando ella empezó a celarlo, y a discutir seguidamente. Iván decidió ser prudente y tratar de llevar las cosas en paz. Varios años después fue nombrado fiscal en otra provincia, su sueldo era mayor, sin embrago su esposa no se sentía cómoda y la vida era más cara, además la tragedia llego a la familia al morir dos hijos, lo que los llevo a distanciarse.

Iván empezó a llenarse de deudas lo que lo llevo a mudarse a San Petersburgo para pedir aquí un nuevo cargo, con un sueldo inferior, pero por su excelente desempeño después de un tiempo fue ascendido. Compro una nueva casa.

Iván Ilich se quejaba constantemente de un dolor en el costado, pero tercamente no quería ir al doctor, tras la insistencia de su esposa accedió que el Doctor le visitase el cual no supo dar un diagnostico certero. A pesar de las medicinas y la alimentación especial que le envió su medico su estado de salud fue empeorando e Iván veía muy cerca la muerte.

Praskovya Fyodorovna había perdido el interés por como se encontraba su esposo, y preguntaba le preguntaba como se encontraba Él, aunque en realidad no le importaba cual fuese su respuesta. Esa misma noche en la que su esposa y su hija salieron al teatro, Petrischev el novio de su hija Helene pidió la mano.

Iván se dedico a meditar, el ¿porque? Del dolor, de la muerte, su mente lo agobiaba y lo permitía ni dormir.

Pasaron los días y el empeoro, todos sabían lo que venia, lo que Iván temía y no quería aceptar. Llevaron al sacerdote e Iván se sentía mejor, sus dolores parecían aligerarse, pero luego, al ver la actitud hipócrita que presentaba su esposa empeoró. Desde ese momento se escuchaba un aullido que podía traspasar varias puertas, durante tres días, se estuvo resistiendo a lo inevitable, como quien niega su destino, pero sabe que llegará.

Al final del tercer día, a pocas horas de su muerte sintió un golpe en el pecho, que lo tiro al piso y no lo dejaba respirar, sentía que su vida no era lo que debía haber sido. Después de pedirle a su esposa que se lleve a sus hijos, sintió que el miedo que le tenia la muerte se desvanecía, entonces desde afuera alguien dijo- ha terminado- para Iván Ilich ya no existía muerte, solo luz, entonces en medio de un suspiro, murió.

Critica.

Sin duda este extraordinario relato, es una historia

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