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La Princesa Dormida


Enviado por   •  9 de Septiembre de 2013  •  Ensayos  •  2.673 Palabras (11 Páginas)  •  275 Visitas

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LA PRINCESA DORMIDA por Melissa Mendoza

Cuento basado en el libro: Soñando despierta de Carla Medina.

Con una cabellera roja y rebelde con vida propia, enredoso hubiera aire o no, ojos Enormes, nariz tan pequeña como de un ratón. No encajaba en ningún concepto de bonita. Se llamaba Leila una chica que vivía con su papá, de un cotizado puesto económico cariñoso y comprensivo. También vivía con ellos su madrastra, una mala persona, fría y sin nada que la pudiera hacer sonreír. Pero Leila la aceptaba pues parecía que su padre era feliz a su lado.

Leila estudiaba en un centro de ballet era una de las mejores bailarinas, cuando bailaba sentía que un rayo de electricidad recorría todo su cuerpo y la hacia moverse de un lado a otro al ritmo de las notas musicales que salían de una bocina en el rincón de su salón. Tenía estilo y personalidad propios, era un poco tímida, pero cuando bailaba, parecía que todo desaparecía, toda la timidez y el mundo entero, Leila se transformaba en la primera bailarina que era, disciplinada y sensible.

Un día se encontró con un chico llamado Diego un chico guapo, ojiverde y muy alto ella apenas le llegaba al hombro. Bueno se encontraron en la puerta giratoria de una cafetería, ella quedo hipnotizada y antes de lo esperado Leila ya estaba afuera y Diego adentro de la cafetería. Diego noto la mirada triste de Leila ¿Qué le pasara? ¿Esta bien? Pero sin Olvidarse de lo hermosa que era se notaba que era una de esas chicas de las que no se dan cuenta de lo hermosas que son, de esas que no buscan llamar la atención lo que la hacia mas misteriosa. Leila estaba como había dicho hipnotizada por aquel joven de ojos verdes muy atractivo. Esta vez no se trababa de un encuentro casual, ambos lo sabían, algo había quedado prendado en el uno del otro… parecía como que el mundo entero se había pintado de colores mas vivos, pero ella se fue caminando y el adentro de la cafetería viéndola alejarse y pensando en ella.

Los dos pensativos, se levantaron al día siguiente con la esperanza de que encontrarse en la cafetería una vez mas. Y así fue al día siguiente los dos fueron a la misma hora a la misma cafetería Diego desesperado leía un Libro sentado en un silloncito rustico en una esquina de la cafetería, en eso Leila entra y para despistar aquel “casual” encuentro se dirigió al caja a pedir un late pensando en las posibles excusas para poder hablarle y en eso su mirada y la de Diego chocan y para sorpresa de Leila, Diego Estaba Leyendo El Alquimista de Paulo Cohelo el Libro favorito de Leila y recuerda una frase mencionada en ese libro que decía “cuando realmente quieres una cosa todo el universo conspira para obtenerla” ¿Será que el universo estaba conspirando para ese encuentro? Y En Eso El celular de Leila Suena interrumpiendo aquel sueño, ella contesta y era su madrastra Amanda diciendo, con su característico tono frio y sin sentimiento alguno: “tu padre tuvo un accidente, esta muerto, ven a la casa que el abogado esta por llegar” y le colgó el teléfono sin que ella pudiera decir palabra alguna.

El mundo de Leila se desintegró ante sus pies… todo en un segundo desapareció ante ella… la vida, como ella la conocía había cambiado totalmente…

Cuando despertó no sabía donde se encontraba, no sabía cuanto tiempo había pasado dormida, no sabía quién era ella… solo alcanzaba a distinguir que estaba en un campo de tulipanes, de miles de colores, sabia que era su flor favorita, o al menos eso sintió por la inmensa paz que le daba el verlos. Un riachuelo de aguas rosas y cristalinas atravesaba el campo, con un árbol enorme del cual pendía un columpio lleno de flores, no reconocía el lugar, parpadeaba rápidamente a ver si ese lugar desaparecía, en eso, ve una cabañita con una chimenea encendida, pues salía humo de la parte de arriba, pensó que había gente adentro que le podría decir quien era ella y donde estaba.

Se dirigió tímidamente a ese lugar, toco la puerta pero nadie contestaba, ésta se abrió de repente y después de vacilar un momento, decidió entrar… ya adentro las luces se iban encendiendo solitas a medida que ella iba avanzando… descubrió una decoración llena de joyas y brillantes telas de colores, pensó que una persona muy importante debía vivir ahí, subió por las escaleras, de un marfil exquisito, aquello parecía mas un castillito que una cabaña. Vio una puerta donde estaba escrito “princesa Leía” con letras de oro y rubíes, toco, y como nadie le contesto, decidió entrar al hacerlo, se dio cuenta de que todo ahí le parecía familiar, abrió las puertas del closet y miles de vestidos y zapatos de los mas lindos colores aparecieron ante sus ojos… no pudo resistir la tentación y los acarició suavemente, tomo uno entre sus manos y se lo probó, resultó que quedaban perfectos, a la medida. Ella por primera vez pensó, yo debo ser la princesa de este castillo….

En eso la ventana de repente se abrió y un rico aroma a flores empezó a llenar la habitación… tres florecitas de colores entraron a la recamara, ¡eran 3 haditas!, Pía, Moña y Londra se llamaban… entraron a la habitación cantando sus nombres y una alegre tonadita que para Leila resultaba muy familiar. De repente, le dijeron –Princesa, que bueno que regresaste temprano de tu paseo matutino, ¿tienes hambre?- Leila sorprendida asintió y de repente aparecieron ante ella los mas ricos manjares y deliciosos postres, se sentó a la mesa, porque de repente estaba en la mesa del comedor y disfruto de la compañía de las tres haditas y lo ricos manjares que habían dispuesto para ella.

De repente el ambiente se puso verde, ¡sí verde!, y cada vez un olor mas intenso y feo llenaba el lugar… un ruido como el de unas alas a lo lejos y frio mucho frio invadiendo a Leía. Las haditas salieron disparadas de la cabañita, casi como si fuera en contra de su voluntad, sencillamente disparadas, en eso, un búho, un enorrrmeee búho de color verde se aparece frente a Leía, el búho canta una canción, una canción de cuna parece, es horrible y de pronto clava sus garras en Leía su vista se torna verde… pierde el conocimiento otra vez, pero esta vez, en medio de un intenso dolor y aunque no podía abrir los ojos, sabia que estaba ahí, en su cabaña de fantasía y de algún modo, en presencia del macabro búho… no era la primera vez que eso pasaba y seguramente tampoco seria la ultima.

Abrió los ojos después de un largo rato… adolorida y mojada, algo oscuro le cubría el cuerpo,¡¡ era lodo!! Era lodo, pero un lodo azul que olía muy feo, y le mojaba todo el cuerpo, cuando por fin pudo ver bien y limpiarse un poco la cara, se dio cuenta que estaba encerrada en las raíces de un gran y seco árbol. En eso un viento suave y

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