La Promesa Cumplida

UNA PROMESA CUMPLIDA

Marina era una chica soñadora y buena persona vivía con sus papás a los que mucho quería y en ellos confiaba, vivía en un pueblo llamado Roswell. Era una niña estudiosa había terminado la preparatoria y muy pronto empezaría una nueva etapa en su vida la de ser universitaria y si muy pronto llego ese día en que se tenía que se tenía que inscribir conocer gente nueva, en fin mil cosas por hacer, el primer año todo estuvo muy bien, ya había hecho muchos amigos, en el segundo año en el instituto a donde estudiaba, llego un chico que cambiara la vida de Marina, cuando el llego a la escuela ella también iba ingresando, cuando los dos se miraron pero al instante se vieron interrumpidos por el timbre que indicaba que ya era tiempo de ir a clases. Durante el tiempo en el aula ella no dejaba de pensar en ese chico que penas había conocido y esperaba verlo muy pronto.

En el descanso y sin mas él se acerco a ella e inmediatamente la comunicación entre ellos inicio, hola que tal como estas, me llamo Arturo y eres…Mariana contesto respingando del susto pues no se imagino jamás que él se acercara a ella y respondiendo al saludo, hola me llamo Marina y dime que se siente estar en una nueva escuela, Arturo no dejaba de mirarla y después de un tiempo se concentro en lo que le había preguntado mmm si pues un poco raro, sin amigos empezar desde cero pero creo que ahora ya no será así pues creo que acabo de hacer una amiga, Marina se sonrojo y acepto. A partir de ahí comenzó una linda amistad que quizá posteriormente terminaría en algo más que eso, salían se divertían y con el tiempo él le propuso que fuera su novia, para Marina fue algo bonito y nuevo, era vivir una linda ilusión, los días pasaron y el amor entre los enamorados era cada vez más grande, una tarde mientras regresaban de un paseo… Marina, quiero decirte que en verdad te quiero mucho y sin dudarlo ella le correspondió no solo con palabras sino con un beso, he hicieron una promesa, que siempre se querrían pasara lo que pasara.

Y a la vez Arturo le dijo que tenía que salir por un tiempo del lugar y que tal vez tardaría en regresar. Esa situación los entristeció tanto pero a final de cuentas aun no era una realidad.

El tiempo paso y la graduación de la universidad llego todos estaban muy contentos, con los preparativos y la ceremonia padres e hijos celebrando el logro que habían obtenido y terminar una etapa más de su vida.

Sin embargo no todo fue felicidad a la mañana siguiente el teléfono sonó en la casa de Marina era Arturo quien le dijo: si se podían ver para platicar algo urgente al poco rato se reunieron en el parque donde solían frecuentarse, al verla la abrazo y le dijo cuanto la quería y sin más comento debo irme hay una oferta de trabajo y será por poco el tiempo que estaré fuera yo regresare por ti créeme que lo hare. Marina no supo que decir solo dejo rodar una lagrima mientras sus ojos suplicantes le decían no te vayas, aunque a él parecía no importarle a pesar de su promesa, y sin más se marcho de ahí dejándola muy triste.

...