La brujería en Aura

La brujería en Aura.

Por Sofía Cabrales.

Carlos Fuentes fue un escritor mexicano nacido en la ciudad de Panamá en el año de 1928, narrador y ensayista sumamente importante en la cultura del país. Escribió el libro La región más transparente en 1958 y La muerte de Artemio Cruz en 1962, siendo estas sus obras más reconocidas e importantes. Recibió tres importantes galardones; el Premio Cervantes en 1987, en 1994 Premio Príncipe de Asturias de las Letras y finalmente recibió la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica en 2008 para posteriormente fallecer en el año de 2012 en la ciudad de México. (Biografías y vidas, s.f.)

        Aura nos relata la historia de Felipe Montero, un mexicano de 27 años que vivió un tiempo en la ciudad de París y se encuentra en busca de un trabajo bien pagado. Una mañana, mientras desayunaba y tomaba el té, pudo observar en el periódico un anuncio que solicitaba a un caballero con conocimientos en el idioma francés y se le ofrecía la importante suma de cuatro mil pesos mensuales, aquí da inicio nuestra historia.

        En este ensayo busco hacer notar como una de las protagonistas, la viuda de Llorente, hace uso de la brujería y la magia en el transcurso del relato y como gracias a esta logra confundir a nuestro protagonista y a los lectores. Comenzamos con la llegada del joven Felipe a la casa de la señora Llorente, un lugar sumido en las sombras y la oscuridad, al entrar rápidamente nota un olor a moho, plantas y demás, este pasillo que contiene vegetación tal como: “[…] las hojas anchas, largas, hendidas, vellosas del belefio: el tallo sarmentado de flores amarillas por fuera, rojas por dentro; las hojas acorazonadas y agudas de la dulcamara; la pelusa cenicienta del gordolobo, sus flores espigadas”. (Fuentes, págs. 35, 36). Esto es importante ya que: “Es un primer acercamiento al tema de la brujería, estos elementos son parte de ese culto en las antiguas religiones paganas de la fertilidad…” (Oran, 2014)

        Igualmente podemos notar que la señora Consuelo hace uso de fuerzas ajenas al rendirle culto a deidades y usar brebajes, esto lo observamos en el momento que el hombre entra a la habitación y se da cuenta de las numerosas pinturas religiosas, luces de veladoras, vasos con líquidos extraños y corazones de plata, también sucede cuando Montero descubre a la anciana rezando frente al extraño altar y golpeándose el pecho. Otra ocasión coincide cuando Aura, Consuelo y Felipe están cenando juntos y la bella joven de ojos verdes pareciera como poseída ya que realiza las mismas acciones que su tía. Un argumento más podría ser cuando el historiador se encuentra leyendo el último diario del difunto señor Llorente, en el cual nos hablan de como la señora Llorente deseaba desesperadamente tener hijos y ese deseo la llevó a beber diferentes mezclas preparadas por ella hasta que un día, según narra el coronel: "La encontré delirante, abrazada a la almohada. Gritaba: 'Sí, sí, sí, he podido: la he encarnado; puedo convocarla, puedo darle vida con mi vida […] voy hacia mi juventud, mi juventud viene hacia mí. Entra ya, está en el jardín, ya llega…” (Fuentes, pág. 45), con esto podríamos decir que la señora Llorente encontró la manera de exteriorizar su juventud y darle vida a Aura, que era básicamente ella misma (eso lo sabemos gracias a las fotografías que Felipe observa de doña Consuelo cuando era joven y esta era idéntica a Aura en la actualidad). Como últimos argumentos me gustaría resaltar que, durante el romance de los dos jóvenes en aquel lugar, el señor Montero nota como a cada encuentro su amada se ve más vieja y deteriorada, como si el paso de los años la alcanzara en cuestión de días hasta que, finalmente un día, la encuentra igual de vieja que Consuelo, la cual se fue aquel mismo día por la mañana. El otro hecho sería que Felipe descubre a Aura degollando a un cordero en la cocina con aires de no ser ella misma mientras en la habitación, la tía de la preciosa oji-verde, estaba realizando los mismos movimientos.

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