La lectura, una necesidad
Enviado por QM3YXMfYrosiyrS • 9 de Marzo de 2020 • Ensayos • 698 Palabras (3 Páginas) • 143 Visitas
La lectura, una necesidad
Leer no te hace inteligente o más sabio, sin embargo, si que te hace más creativo, más informado, favorece la comunicación y la capacidad de concentración, leer es una actividad que realizamos con tanta frecuencia que a veces le restamos importancia, la consideramos aburrida, anticuada, incluso pensamos que nos hace perder el tiempo y no nos damos cuenta de lo fundamental que es para un óptimo aprendizaje. Entonces, ¿por qué la lectura tiene tantos tabúes si es una actividad cotidiana que nos favorece en muchos sentidos?
En mi caso particular no me toco chocar con estos tabúes hasta que salí del núcleo familiar, en la escuela por ejemplo algunos compañeros no leían porque en sus casas los ponían a hacer otras cosas que dejaban más provecho que la lectura y a pesar de eso les exigían buenas calificaciones. Como dice Michèle Petit: “El primer tabú es que al leer se entrega uno a una actividad cuya “utilidad” no está bien definida” (Nuevos acercamientos a los jóvenes y a la lectura 109) Aquí el autor se refiere a que es difícil para algunas personas entender la importancia de la lectura, la relacionan con el ocio y así también existen personas que lo ven como una obligación y no como una necesidad. El primer caso se da porque son personas que ocupan su tiempo en ciertas actividades para su supervivencia económica, en el segundo caso se presenta otra situación distinta, la lectura está al alcance, pero lo ven como algo aburrido pues lo relacionan con la escuela, con el deber; las escuelas no se preocupan demasiado porque el estudiante disfrute de la lectura, sino que aprenda algo y no precisamente literario, parece ser que tienen preferencia por otro tipo de ciencias, como bien dice José Luis Sampedro:
Son rechazables unos programas de enseñanzas que, deslumbrados por los éxitos de las ciencias duras, postergan y subestiman los saberes relativos a la vida en sociedad y atraen hacia esas disciplinas a los estudiantes más prometedores, entrenados además en acatar la supremacía del lucro económico sobre todos los valores[1]
También no todos los programas de estudio son así, algunos realmente les preocupa que el alumno aprenda a usar el lenguaje y cuando se supera esa barrera, surge un nuevo antagonista: el propio autor
El escritor profesional (…) se preocupa fundamentalmente por la forma, no tanto por lo que va a decir, sino por la corrección de lo que va a decir. Entonces pierde de vista que el lenguaje es, después de todo, un vehículo para mostrar alguna cosa y lo único que quiere es que sea perfecto. ¿perfecto para qué? En sí mismo no tiene perfección, debe ser perfecto en relación con aquello que se pretenda transmitir.[2]
Considero que debemos derrumbar esos muros que existen alrededor de la lectura, tanto escritores consagrados con la perfección como lectores con su miedo al qué dirán, cuestionándose su utilidad, “La obras literarias se hicieron para que las goce ingenuamente el lector, para que éste recree y reviva la intuición y emoción del poeta”(Alatorre, Ensayos sobre crítica literaria 17) Leer es un acto de amor a la soledad, la interioridad y al aprendizaje, “Tal vez quien permanece alejado de los libros es porque cree que va a perder algo, mientras que quien se acerca a ellos entiende que tiene algo que ganar” (Petit, Nuevos acercamientos a los jóvenes y a la lectura 142) puedo concluir preguntando, ¿qué más que podemos ganar?, aparte de la satisfacción de aprender y mejorar nuestro vocabulario. Y también, ¿hasta dónde puede llevarnos la lectura si nosotros lo permitimos?
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