ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

La liada hombres y Dioses


Enviado por   •  20 de Marzo de 2017  •  Síntesis  •  1.871 Palabras (8 Páginas)  •  316 Visitas

Página 1 de 8

[pic 1][pic 2][pic 3][pic 4][pic 5][pic 6]


Introducción

Homero

Homero fue un poeta de la Antigua Grecia que nació y vivió en el siglo VIII a.C. Es autor de dos de las principales obras de la antigüedad: Los poemas épicos La Ilíada y La Odisea.

Muchos historiadores y arqueólogos no han llegado a la conclusión sobre si Homero realmente existió o se trata de un personaje legendario, pues no hay pruebas concretas de su existencia. Sus obras pueden haber sido escritas por otros autores antiguos o tal vez son apenas recopilaciones de tradiciones orales del periodo de la época de la Antigua Grecia.

Por lo tanto no se sabe mucho del autor, pero se cree se llamaba Melesígenes. Después le da una enfermedad que le deja ciego y ahí es cuando se cambia de nombre a Homero.

No se sabe bien la causa y el lugar de su muerte por lo que los historiadores han llegado a varias conclusiones. Entre ellas: tal vez Homero solo es un nombre para un grupo de personas que recitaban poesía épica.

La Iliada

La Iliada es un poema épico escrito alrededor del siglo VIII a. C. en la antigua Grecia.

La Iliada se desarrolla durante el décimo año de la Guerra de Troya, pelea entre aqueos y teucros. En la historia se encuentran grandes batallas, encuentros de dioses y héroes, príncipes y reyes, y mujeres hermosas.

Algunos de sus principales personajes: Aquiles (líder de los mirmidones), Héctor (Principe de Troya), Priamo (Rey de Troya), Paris (hermano menor de Hector, es el hombre que rapta a Helena), Agamenón (Rey de los Aqueos), Menelao (hermano de Agamenón y esposo de Helena), Helena (Mujer raptada por Paris, originalmente esposa de Menelao, reina de Esparta), Patroclo (amigo de Aquiles, quien muere trágicamente en batalla), etc.

Algunos dioses que destacan en la obra: Poseidón, Tetis (Madre de Aquiles, hija de Poseidón), Zeus (Dios principal, encargado de cumplir su promesa a Tetis), Hera (esposa de Zeus), Afrodita, Atenea (diosa de la guerra), Apolo, Iris.

Este es un grandioso poema épico, uno de los más impresionantes que se han escrito jamás y cuyo valor literario se completa con extraordinarios elementos mitológicos, históricos, lingüísticos, etc., que la enriquecen como documento.

La Iliada:

A dioses y a hombres les aquejan las mismas pasiones

¿Realmente los dioses son superiores a los humanos? ¿Realmente con sus actitudes y decisiones nos demuestran que están a un nivel más alto que nosotros los humanos?

En la Iliada vemos la participación de muchos dioses, ¿Cuál es su juego en la obra? ¿Por qué razón participa cada uno?

Conocemos que Zeus tiene una importante participación en la Iliada pues este le hace una promesa a Tetis (la madre de Aquiles), en donde promete darle honor a su hijo…

Tenemos otros dioses como Hera, Afrodita, Atenea, Poseidón, Apolo, Iris, etc.

Pero realmente, ¿Qué deidad no participa para su conveniencia? ¿y que deidad no tiene algunos deslices y actitudes que comprueban que muchas veces pueden ser igual de egocéntricos, vulnerables y impulsivos que los seres humanos?

Pongamos algunos ejemplos;

Argumento de tradición:

Los griegos estaban acostumbrados a hacer ritos y sacrificios a los dioses ya sea para hacer una petición o por un castigo asignado por los dioses. Por ejemplo en el mito griego “La leyenda del Minotauro” Al inicio del relato el Dios Poseidón manda un toro blanco al rey de Creta para que mate a este animal en su honor.  Aquí se prueba que los dioses son egocéntricos, pues estos con las peticiones de sacrificios lo único que quieren probar a sus seguidores y creyentes es que ellos son más poderosos que los humanos.

Esta misma tradición de sacrificios se ve en la Iliada en la Rapsodia VI. Cuando dicen: “Y tú, Héctor, ve a la ciudad y di a nuestra madre que llame a las venerables matronas; vaya con ellas al templo dedicado a Atenea, la de ojos de lechuza, en la acrópolis; abra con la llave la puerta del sacro recinto; ponga sobre las rodillas de la deidad, de hermosa cabellera, el peplo que mayor sea, más lindo le parezca y más aprecie de cuantos haya en el palacio, y le vote sacrificar en el templo doce vacas de un año, no sujetas aún al yugo, si apiadándose de la ciudad y de las esposas y tiernos niños de los troyanos, aparta de la sagrada Ilio al hijo de Tideo, feroz guerrero, cuya bravura causa nuestra derrota y a quien tengo por el más esforzado de los aqueos todos. Nunca temimos tanto ni al mismo Aquiles, príncipe de hombres, que es, según dicen, hijo de una diosa. Con gran furia se mueve el hijo de Tideo y en valentía nadie te iguala.”

Los dioses disfrutan de su poder, y obligan a los humanos a tenerlos en un pedestal. Los dioses disfrutan del poder tanto como los humanos.

Apelar a experiencias compartidas:

Nosotros como seres humanos solemos tener una especial cualidad (aunque esta no sea positiva), que se llama la manipulación. Todos conocemos y sabemos que muchas veces para ganar algún tipo de discusión o para convencer a alguien de hacer lo que queremos recurrimos a esta sucia herramienta.

Los dioses dentro de esta obra tienen presente este anti-valor, que los vuelve más imperfectos, lo cual los vuelve más cercanos a los humanos.

Un ejemplo sería:

En el Canto IV, Atenea convence a Pándaro de que rompa la tregua lanzando una flecha a Menelao: “¿Querrás obedecerme, hijo valeroso de Licaón? ¡Te atrevieras a disparar una veloz flecha contra Menelao! Alcanzarías gloria entre los troyanos y te lo agradecerían todos, y particularmente el príncipe Alejandro; éste te haría espléndidos presentes, si viera que a Menelao, belicoso hijo de Atreo, lo subían a la triste pira, muerto por una de tus flechas. Ea, tira una saeta al ínclito Menelao, y vota sacrificar a Apolo nacido en Licia, célebre por su arco, una hecatombe perfecta de corderos primogénitos cuando vuelvas a tu patria, la sagrada ciudad de Zelea”

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (11.1 Kb)   pdf (240.6 Kb)   docx (374.4 Kb)  
Leer 7 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com