ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Las Gotas Saladas


Enviado por   •  15 de Octubre de 2013  •  996 Palabras (4 Páginas)  •  479 Visitas

Página 1 de 4

Las gotas saladas

La biblioteca del Vaticano atesora sorprendentes sucesos históricos vinculados a trastornos médicos que hoy, en su mayoría, la ciencia ha llegado a conocer y comprender, desmitificando así su interpretación sobrenatural. Ese era, por ejemplo, el caso de la epilepsia, atribuida hasta hace no mucho a una posesión diabólica. Sin embargo, hay otros fenómenos que no se han vuelto a presentar, convirtiéndose en una incógnita para unos y conservando su misterio religioso para otros. De los que he podido documentarme, gracias a mi amistad con un entrañable jesuita, el hecho que más me ha cautivado es el de una mujer cuyo aroma natural hacía llorar a la gente a su alrededor.

El día del parto, la matrona pellizcó a la criatura para que llorase y lo consiguió, por lo menos en cuanto al sonido, porque lágrimas no derramó ni una. En cambio, quienes presenciaron su nacimiento no dejaron de echarlas. Al desconocer el motivo real, atribuyeron su estado a una profunda emoción por la nueva vida, así que dieron rienda suelta a todos los gestos y gemidos que suelen acompañar a esas gotas saladas.

Los visitantes y la matrona pudieron recuperase al poco rato de abandonar la cabaña, pero la madre y el padre estuvieron a punto de fallecer esa misma noche por deshidratación. A la mañana siguiente, hicieron pruebas saliendo y entrando de la casa, repetidas veces, descubriendo que su hija era la causante de su incomprensible lagrimeo. Si alguien del pueblo se enteraba de aquello, la acusarían de endemoniada y la condenarían a muerte. También ellos correrían la misma suerte por haberla engendrado. Decidieron ocultarla del mundo hasta saber qué hacer. Pero tenían la obligación de bautizarla para no despertar sospechas y, de paso, ver si con eso se aliviaba. El sacramento tuvo lugar en su casa y sólo acudió el cura. Habían dicho a los vecinos y amigos que la niña padecía fiebres extrañas y posiblemente contagiosas. Como era de esperar, el sacerdote Darius lloró. Lo imprevisto fue que se lo tomase tan bien. Puesto que en ningún instante sintió tristeza, pensó que la ceremonia estaba siendo bendecida con un halo de alegría espiritual. Lamentablemente para él, debía atender otros compromisos y tuvo que retirase de inmediato, sin darle tiempo a sospechar. A raíz de lo ocurrido, la criatura adquirió el nombre de Beatrice, que significa ‘quien da felicidad’.

Los padres hicieron de todo para remediar la situación. La bañaron con cuantas flores conocían, rezaron hasta la última oración que habían aprendido, se inventaron más, compraron amuletos, le dieron medicinas, recurrieron a pócimas e incluso, yendo contra sí mismos, intentaron provocarle el llanto como la última esperanza de que con ello se resolvería el problema. Beatrice no soltó ni una lágrima, únicamente quedó afónica. Los padres, destrozados por el remordimiento y la impotencia, optaron por confiar en el sacerdote. Al menos él no era un bruto ignorante.

Efectivamente, Darius era listo. Para

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (6 Kb)  
Leer 3 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com