Las Lenguas

La educación en México: única esperanza de la juventud

“Cuando la educación popular reclame justicia, la paz del mundo llegará”

Todos sabemos que el artículo tercero de nuestra Constitución consagra que todos los mexicanos tenemos derecho a una educación laica: “Garantizada por el artículo 24, de la libertad de creencias, dicha educación será laica y, por tanto, se mantendrá por completo ajena a cualquier doctrina religiosa”, gratuita: “Toda la educación que el Estado imparta será gratuita” y obligatoria: “La educación básica y la media superior serán obligatorias”. La esencia filosófica del artículo tercero nos dice también que la educación debe ser científica, democrática, integral, nacional, pacifista y promotora de la justicia social.

Desafortunadamente muchas de las garantías plasmadas en dicho artículo no se cumplen debidamente, por ejemplo, podemos ver como al principio de cada ciclo escolar se pide cuotas excesivas para eventos, festivales y materiales que se utilizarán durante el ciclo escolar; por lo tanto la educación no es completamente gratuita. La obligatoriedad de la educación es también ineficiente, ya que si contamos los días de descanso que se toman los maestros para hacer sus huelgas en algunas partes del país como Oaxaca, podríamos decir que el programa educativo se muestra inconcluso. Por último me gustaría hablar sobre la educación laica. Desafortunadamente día a día se dan casos de discriminación por creencias religiosas en muchas instituciones educativas, por lo que sería buena estrategia implementar campañas contra la discriminación en todas las escuelas para evitar este problema.

Detengámonos por un momento a reflexionar ¿se cumple realmente en nuestro país el artículo tercero? Sabemos que aún la situación del sistema educativo nacional es crítica, tal como los señalan los siguientes datos:

“La población analfabeta de 15 años o más en el 2010 fue de 5, 393,657” (Tomado de: Censo de población y vivienda 2010, alojado de en www.inegi.com)

“El porcentaje de población entre 15 y 24 años que asiste a la escuela en 2010 fue de 40.4%” (Tomado de Censo de población y vivienda 2010, alojado en www.inegi.com).

Existen aún altos índices de analfabetismo, escuelas deficientes, carentes de edificios apropiados y recursos didácticos para promover el proceso de enseñanza-aprendizaje, escuelas rurales y urbanas en ruinas, planes y programas de estudio obsoletos, burocratismo, masificación de la enseñanza (grupos con excesivo número de alumnos) principalmente en secundarias y niveles superiores. Ante todo esto no es extrañarse que nuestro país siempre quede en los últimos lugares de aprovechamiento escolar, como nos lo muestra la prueba del Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes (PISA):

“México ocupa el lugar 48 entre 65 países o economías evaluadas con el Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes (PISA) 2009” (Tomado de Noticias CNN México, alojado en http://mexico.cnn.com/nacional/2010/12/07/)

A esta gran problemática, hay que agregarle la tremenda influencia de los medios masivos de comunicación, principalmente: la televisión, repleta de programas con un alto contenido de violencia, delincuencia, pornografía y falta de valores.

Las autoridades educativas y algunos informes internacionales nos hablan de ciertos avances logrados en los últimos años, pero la realidad es que el panorama que se presenta de la educación en México no es nada favorable por lo menos dos terceras partes de la población.

¿Y dónde encontramos el origen de este gran obstáculo? Pues claro, en el bajo presupuesto que el gobierno mexicano destina para la educación. La OCDE recomienda un mínimo del 3.7% del Producto Interno Bruto (PIB) de una nación para el gasto educativo y sabemos que en nuestro

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