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Al hablar de valores, la familia y la escuela tienen una responsabilidad compartida en su conjunto, es decir que, la formación de valores no es tarea exclusiva de la institución, pero es necesario reconocer que la influencia de la escuela en este campo es muy importante y que puede mejorarse si los profesores cuentan con las herramientas adecuadas para intervenir en la formación cívica y ética de sus alumnos.

Sin embargo al llevarnos a la reflexión sobre los grandes cambios que ha vivido la humanidad en su camino por la historia, nos encontramos notoriamente que los procesos educativos, como formas culturales y estructurales de las sociedades, han sido tocados por la globalización.

Al hablar de globalización económica mundial no solamente se refiere al ámbito económico sino que también se extiende a la cultura, es decir que tiene gran influencia en los sistemas de creencias y valores de la sociedad distorsionando su escala natural, promoviendo lo relacionado con el dinero, la posición de bienes materiales y el consumismo sin que importen los medios para conseguirlos.

Por ello, podemos argumentar que a partir de la globalización económica mundial se están constituyendo social y culturalmente una gama de valores, destacando entre ellos el valor del trabajo e innovación, donde se manifiestan en la comunidad de diferentes maneras, por ejemplo; el trabajador realiza su quehacer para el sustento y así vivir dignamente y transformar la naturaleza a través del trabajo, innova haciendo el uso de herramientas y maquinarias de producción para transformar la materia prima y producir productos útiles para los seres humanos.

En el contexto escolar se ha observado como el valor del trabajo e innovación no se dan de la mejor manera, es por eso que en el presente trabajo se responderán una serie de interrogantes relacionadas con el ámbito ético.

De acuerdo al texto de García y Vallena, “La formación de valores al desarrollarse en un proceso normativo articula dos supuestos contradictorios: la subordinación y la elección” (García, Vallena: 1992, pp. 24-30), es decir, hablar de subordinación hace referencia al enfoque normativo del sistema educativo, en donde la escuela a través de sus programas resalta su autoridad y sanción, imponiendo la enseñanza de los valores primordiales para el desarrollo de habilidades que beneficie al ámbito productivo del estado.

Ahora bien, desde nuestro punto de vista la elección consiste en elegir los valores que la persona considere adecuados y pueda expresar su preferencia, sin embargo en algunos casos los valores se obtienen a través de los usos y costumbres de cada sociedad en donde los modos de vida tienen reglas de conducta generales, los cuales el individuo necesita acatar para ser aceptado dentro de una sociedad.

Cabe destacar como el termino subordinación no permite que exista una elección de valores libremente en la educación, lo que en un momento se llamó instrucción, o sea, las destrezas y conocimientos enfocadas a la formación del individuo, ahora el fin fundamental de los procesos escolares deja metódicamente la verdadera función de la esencia educativa, que es, la formación del ciudadano y el buen desarrollo de competencias para la vida diaria cambiando la perspectiva al ser productivo.

La elección de valores sin duda alguna tiene como fin la libertad de pensamiento y sentir pero dentro del ámbito escolar, queda claro que no se puede del todo, ya que la institución impone los valores que la sociedad demanda, además al alumno no cuenta con el suficiente razonamiento moral para analizar su elección.

Dentro del contexto educativo en donde se practica, se observa que existen comportamientos que están obstaculizando el desarrollo armónico de los valores, por ejemplo; la misma institución tiene establecido como regla fundamental, la puntualidad exigiendo al alumnado llegar

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