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María de Jorge Isaacs. MARÍA, UNA JOYA DE LA LITERATURA


Enviado por   •  10 de Enero de 2017  •  Ensayos  •  2.357 Palabras (10 Páginas)  •  288 Visitas

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE BAJA CALIFORNIA

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Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales

Lic. Lengua y Literatura de Hispanoamérica

Sánchez Ruiz, Gloria Isabel

152/ turno vespertino

“María”

Literatura Hispanoamericana del Siglo XIX

Impartida por Alfonso René Gutiérrez Núñez

Tijuana, B. C., mayo 29 de 2014

MARÍA, UNA JOYA DE LA LITERATURA

Jorge Isaacs, nació el 1 de abril de 1837 en Santiago de Cali, Valle del Cauca. Fue un hombre que realizó trabajos políticos, y su objetivo era recuperar la posición que su familia perdió en asuntos económicos. “Su padre era un inglés de Jamaica, de procedencia judía; su madre, dama natural del Valle, llevaba los apellidos de Ferrer y Scarpetta, este último de puro origen italiano. El aporte de tantas razas diversas contribuyó a la formación de la originalísima personalidad de Isaacs” (Restrepo, 1958). Pese a las dificultades que recorrió en su adultez, obtuvo un gran triunfo en el ámbito literario. Escribió poemas, dramas y algunos fragmentos de novelas, pero la obra que lo llevó a ser memorable en la historia de la literatura hispanoamericana de su época y de la nuestra, fue María. 

     Se publicó por primera vez la novela María en Bogotá en el año 1867. Al principio fue recibida bien por la crítica, pero como suele suceder con las mejores creaciones, no alcanzó rápidamente el éxito en las librerías. Después de unos años, los intelectuales comenzaron a hablar con entusiasmo de la obra, y gracias a esto, el público se interesó más en el libro. Se hicieron más de cincuenta ediciones antes de 1900, y para 1967 –al cumplirse el centenario de María ya existían casi ciento cincuenta impresiones documentadas. Esta novela se ha convertido en un clásico del español, pero incluso ha ido más allá de nuestra lengua, pues hay traducciones al inglés, al francés y al portugués. También se han realizado adaptaciones dramáticas y cinematográficas.

     El escritor y filósofo Miguel de Unamuno afirmó que al leer la novela a los cincuenta y nueva años, le afectó más que si hubiera tenido quince. El hecho de que la obra de Isaacs siga cautivando a los lectores de este siglo como a los del XX y XIX, deja ver que los temas centrales son claves, y que no estos no pasan de moda. La historia que viven los personajes María, es una lucha entre el amor y la muerte. Se ha dicho que los sentimientos presentados en la novela han quedado atrás en esta sociedad, pero quizá no es así, más bien las formas de expresarlos son diferentes. Para Jorge Luis Borges, Isaacs no era más romántico que nosotros; la novela contiene diversos elementos y temas secundarios que la hacen muy interesante, aunque está claro que el argumento es principalmente amoroso. “Afición a las cosas de cada día hubo en Jorge Isaacs; amor, también, de las repeticiones y costumbres de cada día. Las mutaciones de la luna, los puntuales colores de los crepúsculos, el ciclo de las cuatro estaciones, vuelven y recurren en su obra.” (Borges, pág. 130)

     Es cierto que María tiene características principalmente del Romanticismo. Este movimiento literario y cultural tuvo su inicio en Inglaterra y Alemania a fines del siglo XVIII, y se extendió a otros países de Europa y también a América. Se sabe que este tipo de literatura se convirtió en algo muy distinto al estilo clásico de los textos medievales y barrocos; los románticos decidieron expresar la emoción y la melancolía sin ningún tipo de limitación. Jorge Isaacs empleó varias técnicas del Romanticismo, tales como el uso de los augurios para sugerir la posibilidad de tragedia, la comparación de los personajes con algún elemento de la naturaleza en la que se desenvuelven, las descripciones poéticas y hasta exóticas del entorno, el concepto del amor hacia una persona como una fuerza poderosa, la exaltación del catolicismo, la imposibilidad de la consumación del amor, y el final trágico de un idilio.

A mi regreso, que hice lentamente, la imagen de María volvió a asirse a mi memoria. Aquellas soledades, sus bosques silenciosos, sus flores, sus aves y sus aguas, ¿por qué me hablaban de ella? ¿Qué había allí de María? En las sombras húmedas, en la brisa que movía los follajes, en el rumor del río… Era que veía el Edén, pero faltaba ella; era que no podía dejar de amarla, aunque no me amase. Y aspiraba el perfume del ramo de azucenas silvestres que las hijas de José habían formado para mí, pensando yo que acaso merecerían ser tocadas por los labios de María; así se habían debilitado en tan pocas horas mis propósitos de la noche. (Isaacs, pág. 19)

     El costumbrismo en Colombia tuvo mucha popularidad, y el autor dedicó algunos fragmentos a describir el color local. Las escenas costumbristas no aportan rapidez a la acción de la trama, pero sí cobran una importante función artística. El personaje Efraín cuenta en diversas ocasiones su relación con los campesinos y los negros, a pesar de que él es integrante de una familia acomodada. Su carácter es humilde, pues no se siente afectado al tener amistad con quienes son considerados inferiores. Cuando hace mención de la boda de los antioqueños, expresa varios detalles como la vestimenta, la música, las supersticiones, etc. Las costumbres revelan la industria y forma de vida de los trabajadores. El costumbrismo pretende representar los temas con una forma casi de fotografía, e Isaacs lo logra.

A la media hora dimos alcance a la linda pareja y a José, quien llevaba por delante la vieja mula rucia en que había conducido con los regalos para el cura, legumbres para el mercado y la ropa de gala de los muchachos. Tránsito iba ya solamente con su vestido de domingo; y el de novia no le sentaba mejor: sombrerito de jipijapa, por debajo del cual caían las trenzas sobre el pañolón negro de guardilla morada; la falda de zaraza rosada con muchos boleros y ligeramente recogida para librarla del rocío de los gramales, dejaba ver a veces sus lindos pies, y el embozo, al descuidarse, la camisa blanca bordada de seda negra y roja.  (Isaacs, pág. 112)

     Además del Romanticismo predominante en el contenido, y del costumbrismo en las descripciones, hay manifestaciones del realismo en la narración de la novela. “El realismo busca ante todo la representación objetiva de la realidad social contemporánea; se propone retratar la vida en todos sus aspectos: por lo tanto introduce personajes bajos y sucesos y lugares corrientes.” (McGrady, pág. 206) Jorge Isaacs trasmite en su obra ese acercamiento a la realidad, y no solo eso, sino que hace notar la preocupación y la compasión que él tenía, y esto lo logra a través de sus personajes y de las escenas.

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