Mentes Infundadas

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL C.V.T

Comprensión y producción de textos II

Licenciatura en Biología

II Semestre

Presentado por: Neidy Viviana Perilla Perilla

Código: 2012110093

MENTES INFUNDADAS

En ocasiones me pregunto ¿Por qué es tan difícil entender el comportamiento en un adolescente? Viendo esto desde diferentes puntos de vista y clases sociales, puesto que considero que desde cada uno de estos sitios se les atribuyen ciertos compartimientos y actitudes, a los cuales de una manera u otra se les menciona quizás de una manera errónea.

Andrés Caicedo en su libro “viva la música” dedicado a todos los jóvenes, refleja la idea central con una frase “morir joven pero vivir al máximo” en esta señala que la música es el motor de todo para ellos, las ansias de no ser igual a los demás, el desespero por vivir. Con su protagonista María del Carmen Huerta, a quien muestra como una “niña bien” de la alta sociedad pero que a su vez se sumerge en las calles y decide dejar esa vida a la cual estaba acostumbrada por probar cuanta cosa se le atravesaba (pepas, perico, ácidos, crack, marihuana, que no puede faltar, y los deliciosos hongos alucinógenos) se encerraba con sus amigos en una casa a escuchar a los Rolling Stones y a meter y fumar hasta que terminaban vueltos nada, tirados en el piso sin saber de quién eran hijos. Las drogas juegan un papel fundamental en esa búsqueda, al igual que la música salsa, que le llama demasiado la atención a la protagonista.

En la película “ciudad de Dios” se observa atreves del desarrollo la indiferencia ante el dolor de otro ser la corrupción, violencia, criminalidad, delincuencia representado en su inicio por el trío temido de Velludo, Contador y Pato, y posteriormente representado por Ze Pequeño, Bené y el Zanahoria. Quienes a su vez reflejan el consumo de drogas como parte de su cotidianidad. Entre ese grupo de jóvenes se encuentra cohete quien es quien narra la historia las peleas, el amor y la muerte de cada uno de sus amigos.

Quisiera poder interpretar ciertos comportamientos en los jóvenes y niños, pero me encuentro nuevamente con el paradigma de una sociedad en la que prima la violencia, en la que ni siquiera existe el respeto por sí mismo, en un mundo en el que los adultos en lugar de dar ejemplo con un buen comportamiento, educan a sus hijos queriéndolos ver como el reflejo de ellos mismos y es triste decirlo pero llegan a considerar que de esta manera contribuyen con una mejor sociedad. Considero que para tomar una nueva ruta y mejorar el comportamiento en los jóvenes necesitaremos la compañía de un adulto que sirva como guía en la educación,

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