¿POR QUÉ LAS MUJERES CONSIENTEN SER VIOLENTADAS?
yesenia.ramirezEnsayo31 de Mayo de 2016
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INVESTIGACIÓN PROYECTO DE AULA OFICIO DE INVESTIGAR I:
¿POR QUÉ LAS MUJERES CONSIENTEN SER VIOLENTADAS?
CAMILA CALLE FAJARDO
ELIZABETH CORREA GALEANO
DANIELA RAMIREZ SALAZAR
MARIA FERNANDA SIERRA CANO
TRABAJO QUE EXPONE LA INVESTIGACIÓN REALIZADA EN EL PROYECTO DE AULA OFICIO DE INVESTIGAR I
UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS
DEPARTAMENTO DE TRABAJO SOCIAL
MEDELLÍN
2015
¿Por qué las mujeres consienten ser violentadas?
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INTRODUCCIÓN
El trabajo que a continuación se presenta, tiene por objeto exponer el resultado del ejercicio de investigación ligado a la violencia de género, propuesto en el proyecto de aula oficio de investigar I, encaminado a la violencia intrafamiliar específicamente en la afectación del maltrato de la pareja hacia la mujer.
Inicialmente se decide elegir este tema porque si bien es cierto que la violencia hacia la mujer es una problemática no ajena a nuestra sociedad donde existen derechos que las respaldan, campañas de concientización, y diversos grupos feministas y estatales que velan porque sus derechos sean respetados, nace la pregunta: “¿por qué las mujeres consienten ser violentadas por sus parejas?”.
El presente trabajo se desarrolla en tres partes:
En primera instancia, se presentan los conceptos claves sobre la violencia: definición de violencia de género y conyugal, tipos de violencia, los cuales permitirán alcanzar una comprensión íntegra del tema.
En segunda instancia se muestra la ruta de atención propuesta para los procesos de denuncia y atención a las víctimas, además de esbozar desde la perspectiva de las mujeres afectadas y los funcionarios públicos un panorama sobre la eficacia de las medidas implementadas; se presenta un reporte sobre la violencia intrafamiliar, emitido por el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, seguido de las causas que se plantean por medio de un rastreo de información, la observación de campo y la entrevista.
Finalmente, se presentan las conclusiones que pretenden reforzar la respuesta al cuestionamiento que inicialmente se planteó.
¿Por qué las mujeres consienten ser violentadas?
Antes de responder la pregunta, se hace necesario revisar y esclarecer los conceptos claves para la mejor comprensión del trabajo.
Empecemos clarificando ¿qué es la violencia de género?; según Roja (2011) es: “Todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino, que causa o es susceptible de causar a las mujeres daño o sufrimiento físico, psicológico o sexual, incluidas las amenazas de tales actos y la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada” (p.7)
La violencia conyugal por su parte, según Serna (2011) es: “Un patrón de interacción que lesiona la integridad física, emocional y sexual de las personas que forman parte de la pareja. A través de dicha violencia se vulnera el derecho que cada integrante tiene a la vida, la libertad, y la autonomía en el manejo de la sexualidad, del cuerpo y a tomar sus propias decisiones; está misma se asocia con dos formas de violencia que aunque están relacionados entre sí, se pueden diferenciar conceptualmente. Una de ellas es la violencia contra las mujeres que se ha definido como “cualquier acción o conducta basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico, aquella que se ejerce a nivel político, social, económico y simbólico manifestándose en instituciones concretas como el lugar de trabajo, la escuela, la familia, las instituciones públicas, la calle, así como en los medios de comunicación.” (10).
Es importante esclarecer que no solo hay un tipo de violencia hacia la mujer, existe según Roja (2011): la violencia física que consiste en cualquier acto voluntario y agresivo que provoque daño en el cuerpo de la mujer, tenga resultados visibles o no. La violencia sexual que consiste en cualquier atentado contra la libertad sexual de la mujer obligándola a tener actos de naturaleza sexual o a realizarlos, prevaliéndose de una situación de poder, empleando engaños, coacciones, amenazas o el uso de la fuerza, conducta que comprende el uso de chistes y bromas sexuales, comentarios desagradables, exhibicionismo, propuestas sexuales indeseadas, tocamiento indeseado hasta la violación, incesto, embarazo forzado, tráfico y explotación en la industria del sexo. La violencia psicológica o emocional que consiste en la acción de carácter verbal o económico, que pueda provocar daño interfiriendo en la capacidad de decisión de la mujer; incluye el empleo de mecanismos de control y comunicación que atentan contra su integridad psicológica, su bienestar, su autoestima o su consideración, tanto pública como privada, ante las demás personas. La violencia económica que radica en la desigualdad en el acceso a los recursos compartidos; upone la destrucción o privación del mantenimiento y de la propiedad, el control de los recursos económicos, no cumplir las pensiones alimentarias en caso de separación o divorcio, negativa de derechos de propiedad, impedir el acceso a un puesto de trabajo, educación o salud. La violencia estructural que está relacionada con la violencia económica pero incluye barreras intangibles e invisibles que impiden el acceso de las mujeres a los derechos básicos; incluye la negación de la información inherente a los derechos fundamentales y las relaciones de poder que la mantienen subordinada, en los centros educativos, de decisión o de trabajo. La violencia espiritual que es la destrucción de las creencias culturales o religiosas de las mujeres mediante el castigo, la ridiculización u obligar a alguien que acepte un sistema de creencias determinado o ajeno al propio” (p. 9-10).
Para hacerle frente a estas problemáticas, en Medellín se ha establecido la siguiente ruta:
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Tomado de https://www.medellin.gov.co/irj/portal/ciudadanos?NavigationTarget=navurl://0bf202d804ca4e2e302cfcb8e1274cbe
En el transcurso de la investigación se pudo verificar que estos son verdaderamente los procesos de denuncia y atención que ofrece el estado, el proceso inicia claro está una vez que la víctima decide denunciar, luego de esto debe remitirse a una comisaría de familia para hacer una conciliación con el cónyuge y realizar acuerdos con el mismo, si esta medida no funciona -lo que pasa en la mayoría de los casos- la víctima debe dirigirse a la Fiscalía e imputarle una denuncia al agresor que de acuerdo con la ley 1542 del 15 de Julio de 2012 estos delitos de violencia intrafamiliar estipulados en la ley 294 no se puede desistir de la denuncia y esta no es conciliable, por ende cuando la denuncia se realiza se pasa a judicializar al agresor, dándole una condena en promedio de 6 a 14 años. En el momento de atender a la víctima, se le hace una valoración para ver el grado de maltrato que ha sufrido y brindarle protección en el caso de que la agresión haya puesto en peligro su vida, la protección puede ser brindada o bien sea por la Policía Nacional -quienes estarán al pendiente de que el agresor no moleste a la víctima- o puede ser un hogar de paso en el cual la mujer puede estar mientras se realizan los trámites contra al agresor; normalmente estas casas dan acogida por 20 días.
Según los funcionarios públicos estos servicios son muy buenos, funcionan y de verdad ayudan a mejorar la problemática de las mujeres violentadas, pero según las mujeres esto no es así, por ejemplo una mujer entrevistada[1] nos dijo: “pero para qué voy a ir a demandar, para que si es que no hay ese apoyo, no hay, no hay, ellos en el momento sí porque ellos se quieren curar en salud, para mí la justicia no hay, no sirve, para nada.” En esta afirmación de “no apoyo por parte del estado” a estas mujeres es muy frecuente y suele ser esta razón del por qué muchas mujeres no denuncian; además existe una gran incoherencia entre lo que las instituciones estatales dicen que hacen y lo que en verdad se hace; se hace necesario una investigación sobre este asunto para poder dar una última palabra sobre si son los organismos o las personas usuarias las que en realidad están en lo cierto.
En Medicina Legal, se establecen las siguientes tablas que muestran los porcentajes de violencia intrafamiliar y violencia de pareja respectivamente:
Tabla 1: violencia intrafamiliar
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Tomado de http://www.medicinalegal.gov.co/25-de-noviembre-dia-internacional-de-la-eliminacion-de-la-violencia-contra-la-mujer.
Tabla 2: violencia de pareja y ex pareja
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Tomado de http://www.sismamujer.org/wp-content/uploads/2014/07/Bolet%C3%ADn-1-2013.-Violencias-contra-la-mujeres-seg%C3%BAn-INML-CF-Forensis-2011-2012.pdf
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