Paises Desarrolados Y Subdesarrollados
sayrene11 de Julio de 2013
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Introducción:
En los países desarrollados se vive cada vez mejor, pues tiene cubiertas sus necesidades de alimento, educación, salud, así como acceso a una gran variedad de satisfactores. Por su parte naciones subdesarrolladas pretenden reproducir el modelo económico dominante, tratando de alcanzar el nivel de los países ricos como Japón, la Unión Europea y, sobre todo, Estados Unidos, que además de contar con el podes económico tiene el poder militar que lo ha llevado a alcanzar la hegemonía mundial, aunque políticamente necesite de aliados.
La globalización no es solamente económica, sino también cultural. Pretende la homogeneidad en la forma de pensar. La cultura va quedando como mero objeto de curiosidad folclórica. Se van imponiendo parámetros en la forma de vestir, de comer, de escuchar música, de lograr satisfactores. Se globalizan también la delincuencia, el crimen organizado, el tráfico de armas convencionales y de armas nucleares, el juego, la prostitución, el mercado negro de divisas, el lavado de dinero, los paraísos fiscales y la evasión de impuestos.
La tarea política central del siglo XXI es la creación de un nuevo proyecto histórico con una perspectiva humanista y de solidaridad, haciendo a un lado la apatía y tratando de recuperar la memoria, para vivir y reconstruir un futuro obteniendo la fuerza de la razón; además, poniendo el avance técnico y científico a disposición y en beneficio de todos los pueblos del mundo.
Diferencias entre el mundo desarrollado y el subdesarrollado
La diferencia de desarrollo entre países se debe a múltiples causas, no únicamente a las de tipo económico. Esas causas tienen a la vez un origen interno como externo. No todos los Estados tienen el mismo grado de organización social, ni similares estructuras productivas, ni parecidos recursos financieros, ni modos de vida equiparables. En la actualidad, dos realidades contrastan bruscamente: la de los países desarrollados y la de los países subdesarrollados o en desarrollo. El 80% de la población mundial vive en este segundo grupo.
Mundo desarrollado
Los países desarrollados tienen una alta renta por cápita, es decir, unos elevados ingresos medios por persona por encima de los 10.000 dólares anuales; una industria potente y tecnológicamente avanzada; un alto nivel de vida, que se refleja en el desarrollo de las infraestructuras y en la cantidad y calidad de servicios sanitarios, educativos, culturales, etc. además, una buena parte de la población mantiene un elevado nivel de consumo.
Mundo subdesarrollado
Los países subdesarrollados tienen una baja renta por habitante, que normalmente no alcanza los 2.000 dólares anuales; un desarrollo industrial escaso o incipiente, pero que, con frecuencia, depende de la inversión exterior y está basado en la mano de obra batata y en el alto consumo energético; recursos naturales destinados fundamentalmente a la exportación; una fuerte dependencia del exterior en tecnología, comercio y créditos; un reducido nivel de vida, con servicios de baja calidad e inaccesibles a una gran parte de la población; deficientes infraestructuras; un elevado índice de analfabetismo; un crecimiento demográfico muy elevado; y un bajo nivel de consumo. Además, la inestabilidad política, la corrupción y la desigualdad social son corrientes en estos Estados.
El subdesarrollo: Tras la Segunda Guerra Mundial se comenzó a hablar de «subdesarrollo, para referirse a los países pobres. Generalmente, este término se usa en un sentido evolutivo: así, Naciones Unidas denomina a los países como países «en vías de desarrollo» o «en desarrollo», por contraposición a los países «desarrollados».
Hacia 1950, Alfred Sauvy utilizó la expresión «Tercer Mundo» para designar a los países pobres, comparándolos con el «Tercer Estado», el estamento más bajo de la sociedad francesa a fines del siglo XVIII
A mediados de 1970 surgió el término «Sur» para referirse a los países pobres, considerados como un hemisferio “Sur” mientras que los desarrollados constituían el hemisferio norte, aunque en ambos hemisferios hay todo tipo de países. Posteriormente se los llamó “periféricos” a los países que se sitúan en una posición de dependencia de los países del “centro o centrales” que ejercen un papel dominante.
Mapa del desarrollo
Conceptos Norte y Sur no describen exactamente dos hemisferios geográficos, pues algunos países hemisferio sur presentan un altísimo desarrollo, mientras otros del hemisferio norte tienen un desarrollo escaso.
Los países más desarrollados son principalmente gran parte de los Estados europeos, Canadá. Estados Unidos, Japón, Australia y Nueva Zelanda.
Un desarrollo intermedio es el que presentan Rusia ya unas repúblicas soviéticas: Brasil y ciertos países de Iberoamérica sumidos en una prolongada crisis tras décadas de prosperidad; y algunos asiáticos que empiezan a crecer, como Malasia y Singapur.
En el extremo opuesto se encuentran los países más pobres del planeta, que se localizan en Asia meridional y oriental (Afganistán y Pakistán), en Centroamérica (Haití) y, sobre todo, en el África subsahariana.
El IDH, índice de Desarrollo Humano
En las décadas pasadas se utilizaba la renta por habitante de un habitante para medir su grado de riqueza y desarrollo. Esta variable, sin embargo, no refleja la desigualdad en el reparto de la riqueza. Así, por ejemplo, lugares como Brunei o los Estados del golfo Pérsico ricos en petróleo y poco poblados aparecían siempre con
Rentas per cápita muy alta cuando, en realidad, la riqueza se acumulaba en unas poquísimas manos y la gran mayoría de la población permanecía en la pobreza.
De lo anterior se puede concluirse que para evaluar del desarrollo de un país no basta con considerar solo variables económicas. Un país puede tener una producción y unos ingresos elevados, pero los beneficios pueden no repartirse equitativamente entre la población.
Desde hace una veintena de años, aproximadamente, la ONU viene elaborando cada año denominado Índice de Desarrollo Humano que además de los ingresos medios por habitante contempla varios aspectos sociales para evaluar el nivel de desarrollo de un país, tales como lo alfabetización de la población, acceso a a sanidad, la esperanza vida al nacer, a Igualdad entre hombres y mujeres, entre otros. Desde los años ochenta han aumentado desarrollo bastantes países sobre todos los situados en valores medios del IDH. Por ejemplo, ha habido mejoras significativas en China e India, en los Estados musulmanes mediterráneos, como Túnez, Siria, Egipto y Marruecos y en países de moderna industrialización como Singapur, Corea, Malasia e Indonesia
El Reparto de la Riqueza
En los países más pobres, las situaciones de pobreza extrema son numerosas: millones de personas pasan hambre y carecen de los servicios sanitarios, educativos, etc., más básicos. Iberoamérica es un claro ejemplo de la desigual distribución de la riqueza. Existe una minoría con grandes recursos económicos que controla los negocios, posee las mejores tierras y suele ocupar los puestos dirigentes del país, o, al menos, influir decisivamente en las medidas políticas que se adoptan.
Favela en Brasil
Por ejemplo, en Brasil, un 1 % de los propietarios posee casi la mitad de las tierras cultivables del país, con haciendas de más de 1.000 hectáreas que no siempre explotan en su totalidad. Frente a ellos, un 53% de propietarios tiene el 3% de las tierras, y el tamaño de sus parcelas oscila entre 1 y 10 hectáreas. En el extremo opuesto, existen 20 millones de campesinos sin tierras, que trabajan para los terratenientes, con frecuencia en condiciones de semiesclavitud.
Al igual que Brasil, Venezuela es un país de grandes contrastas. Mientras la mayoría de la población difícilmente puede subsistir y un tercio de la misma vive con menos de dos dólares diarios, una minoría posee grandes fortunas. Venezuela es el sexto país productor de petróleo del mundo, pero esta riqueza apenas revierte en la mayoría de la población.
Lo mismo ocurre con Perú, Colombia, Ecuador, etc. Y las situaciones de desigualdad se pueden extrapolar a otras regiones del mundo, llegando a extremos dramáticos en el África subsahariana.
Éxito personal y fracaso social
Desde 1987, la revista Forbes publica cada año una lista de las personas que poseen una fortuna superior a los 1.000 millones de dólares. Resulta sorprendente que en México, un país donde el PIB por habitante apenas supera los 9.000 dólares anuales, una persona ocupara en 2002 el puesto 17 de las personas más ricas del planeta, con unos 11.500 millones de dólares, y en el año 2003, debido a la desaceleración económica generalizada, el lugar 35, con «solo» 7.400 millones.
En Iberoamérica existe más de una veintena de multimillonarios incluidos en esta lista. Las fortunas personales de algunos venezolanos y banqueros brasileños rondan los 4.000 millones de dólares. Este éxito personal constituye a la vez el fracaso de un sistema que es incapaz de cubrir las necesidades más básicas de la mayoría de la población mundial.
Algunos Datos Estadísticos Importantes
• Más de 1200 millones de personas vivan con menos de un dólar al día y 2.000 millones con menos de dos dólares.
• Un 1% DE LA población mundial, es decir, unos
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