Principios Psicoéticos

PRINCIPIOS PSICOETICOS

Psicoética parte de la palabra bioética la cual tiene como objeto el estudio sistemático de todos los problemas éticos de las ciencias de la vida, por lo tanto la psicoética toma como objeto de estudio los dilemas éticos de la relación que se establece entre los pacientes y los profesionales de la salud mental que incluye psicólogos y psiquiatras. El vínculo psiquiatra-paciente con trastorno mental, a comparación con el resto de las especialidades de la medicina, con lleva una diferencia fundamental, puesto que se presenta una participación activa y racional del sujeto-paciente, que posee el discernimiento para tomar sus propias decisiones, situación que no se cumple en el paciente psiquiátrico por lo tanto para esto surge un análisis de obligaciones entre profesional-paciente que recae en la Bioética. En cuanto al caso del paciente con trastorno mental, donde la índole misma de la enfermedad afecta la capacidad o competencia, parcial o total del paciente, de asumir a plenitud y criterio la decisión sobre sus actos, se establece un vínculo distinto, ya que se halla afectada precisamente el área noble del sujeto, el cerebro, donde se elaboran las ideas, los afectos, etc.; en resumen, la libertad de ser persona capaz y autónoma, por lo tanto a esto ultima relación psiquiatra-paciente con trastorno mental se aplica una ética denominada como Psicoética.

Para esto la Psicoética se basa de unos principios éticos fundamentales que se basan en la beneficencia lo que quiere decir: lo primero es no dañar, esto es hacer el bien no causando el mal. Tratando de luchar por el bien posible para el paciente.

Estos principios éticos se aplican a los Psicólogos, a los psiquiatras y estudiantes de estas profesiones. Estos principios fueron promulgados en 1978 por la por la Comisión Nacional para la Protección de los Sujetos Humanos respecto a la Investigación Biomédica y Conductista (EEUU) en el conocido como Informe Belmont.

Los principios básicos son:

Principio de Beneficencia: El deber de hacer el bien o al menos de no perjudicar al paciente, viene del principio Biomédico o de la ética médica.

La idea va orientada a mejorar la situación por la que acudió al psicólogo el paciente, para esto el psicólogo debe tener muy claro las normas éticas, conocimiento y manejo de las teorías, principios y enfoques en ultimas tener una buena formación profesional y poseer experiencia con el fin de evitar una relación paternalista que impida la mejoría del paciente, por el contrario se debe tener elementos de juicio para poder brindar una atención al paciente que permita aliviar el malestar la dolencia o disminuya la situación de dificultad que presenta la persona que acude al psicólogo.

Caso:

Cuando se atiende un niño por abuso sexual, es probable que un psicólogo con poca o nula experiencia en estos casos se vea involucrado sentimentalmente con su paciente rompiendo el vinculo ético que se debe tener convirtiéndose en una relación paternalista, de pesar o de tomar partido en el asunto que le desvié de su verdadero objetivo como profesional en psicología, para esto se debe tener el suficiente criterio para que una vez tocada la sensibilidad del profesional, en este caso del psicólogo, el pueda tomar la decisión de remitir al niño con otro colega que tenga la experiencia en estos casos y le permita al niño superar esta situación causándole un bien al paciente que le permita superar ese episodio o situación.

El psicólogo debe tener conceptos éticos y morales para determinar cuando un caso se sale de su especialidad y de su experiencia profesional para buscar el bien de la persona, apartando intereses personales en el caso del paternalismo como se observo en el caso anterior, o en casos en el que el psicólogo por intereses económicos no remite la persona a otro profesional competente sino que insiste en atenderla solo buscando el beneficio económico atenta contra el principio de la beneficencia, de igual forma ocurre cuando el psicólogo insiste en atender una persona solo porque es públicamente reconocida y esto le trae a el prestigio y reconocimiento sin tener en cuenta que no es el profesional idóneo para atender su situación específica sesgándose y dañando al paciente esto también atenta contra este principio.

Principio de Autonomía: es el reconocimiento del derecho del paciente a participar en la toma de decisiones sanitarias que le puedan afectar en otras palabras en el derecho a ser respetado en las decisiones que una persona toma sobre si misma sin perjudicar a otros, por lo tanto esto implica una ausencia de coerción sobre la capacidad de acción y pensamiento del individuo.

El profesional debe garantizar en este aspecto la confidencialidad, fidelidad a los compromisos adquiridos con el paciente y la veracidad en la información dada. Este principio solo puede romperse si está en peligro la vida de la persona o de terceros

En este principio el profesional le da las herramientas al paciente pero es el paciente el que tiene la capacidad de decidir libre y autónomamente si las toma o no, por lo tanto en este principio el profesional siempre se le debe informar al paciente la información clara en cuanto horarios, honorarios, como se va a trabajar las secciones y el profesional debe cumplir lo que pacta con el paciente y el paciente es el que decide si está o no de acuerdo y si cumple con lo establecido.

Caso:

Cuando un psicólogo atiende un adolescente que es llevado por sus padres y este no quiere estar allí y se reúsa a iniciar un trabajo terapéutico y el psicólogo no respeta la decisión del joven sino que en complicidad con sus padres lo obliga a iniciar un proceso y asistir a las secciones asechando e insistiéndole al joven. En este caso se viola el principio de autonomía y conlleva también una falta

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