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Representaciones alegóricas en Bajo este sol tremendo, de Carlos Busqued


Enviado por   •  8 de Mayo de 2019  •  Reseñas  •  2.117 Palabras (9 Páginas)  •  162 Visitas

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Representaciones alegóricas en Bajo este sol tremendo, de Carlos Busqued

Nuestros sentidos no perciben nada en extremo. Demasiado ruido nos ensordece.

Demasiada luz nos deslumbra. Las cantidades extremas son nuestras enemigas.

Ya no sentimos, sufrimos.

Pascal, Pensamientos

Introducción

En Bajo este sol tremendo,  Carlos Busqued, escritor argentino contemporáneo, presenta un argumento despojado de grandes acciones y de juicios de valor, pero repleto de alegorías que llevan a reflexionar sobre la crueldad de la vida y del ser humano. En su trama, que aparenta transcurrir con la lentitud que provoca el porro o el accionar desmotivante de Cetarti, su protagonista principal, se expone la desidia de muchas personas, la quietud de los pueblos periféricos y olvidados, abandonados a la ruina que produce el paso del tiempo, y la crueldad más animal de los seres humanos.

Para poder analizar en profundidad esta novela contemporánea resultaron de gran utilidad todos los conocimientos aprendidos en la materia. Poner la lupa en el narrador, en el foco y las perspectivas así como en las figuras y dimensiones que busca resaltar el autor, le da mayor nivel de análisis y comprensión al texto.  

El presente trabajo se estructuró en cuatro tres apartados y una conclusión donde se presentará un análisis de la obra poniendo la atención en lo alegórico, en las imágenes simbólicas con las que el narrador trabaja a lo largo de la historia. Teniendo en cuenta el sentido polisémico de las palabras, tomaré la definición de “alegoría” de la Real Academia Española (RAE), como “ficción en virtud de la cual una cosa representa significa o recuerda otra diferente[1].” También es importante que consideraremos la definición de “crueldad” que se define como: “Inhumanidad, fiereza de ánimo, impiedad[2].” Teniendo en cuenta estas definiciones veremos que los actos que se describen en “Bajo este sol tremendo” son más propios de la impiedad animal que de los seres humanos, aunque lejos de ser así, son los protagonistas de esta historia, quienes con total inhumanidad e impiedad cometen actos sin cargo de conciencia alguno.

Por otra parte es importante destacar que el autor en ningún momento plantea explícitamente el sentido alegórico de su obra. Es la propuesta de este trabajo encontrar la figuración o representación oculta tras los hechos que se describen en la historia.

Lo alegórico de los escenarios donde transcurre la obra, Alegoría animal y Alegoría del sueño son los tres apartados que atravesados por la misma crueldad que presenta el libro, estructuran este trabajo. Un apartado final de conclusión a modo de cierre intentará englobar los aspectos más importantes de la obra.

        

Lo alegórico de los escenarios donde transcurre la obra.

En el libro Bajo este sol tremendo, Carlos Busqued, cuenta la historia de Cetarti, un hombre que se entera, mediante un llamado telefónico, que su madre y su hermano han sido asesinados y debe viajar a un pueblo del Chaco, Lapachito, a reconocer y buscar los cuerpos. De esta forma comienza el viaje de Cetarti a un pueblito que es descripto como un Páramo. Donde el calor aplasta, los olores son nauseabundos y el paisaje es angustiante.

Con una mirada despojada de juicios éticos y políticos el narrador nos presenta un relato en tercera persona. Una mirada casi omnisciente que se posiciona en la perspectiva de la mirada del protagonista principal, y de su medio hermano, que conoce en este viaje y con el que el narrador va haciendo un contrapunto.

De esta forma nos describe los sucesos como si la mirada estuviese puesta en los ojos de estos dos protagonistas. Gerard Genette denomina a este recurso técnico como “focalización”. Tanto Cetarti, como su medio hermano, no están descriptos en lo referente a aspecto físico, pero si el tercer protagonista de esta historia, Duarte, que es descripto desde la mirada de ambos, como un hombre grandote gordo y de dientes amarillos cariados. Esta carencia de descripción de los personajes principales posibilita que el lector llene el vacío con sus propias imágenes y acaso una identificación con los mismos. Por otra parte la descripción desagradable que se realiza de Duarte va en sintonía con las descripciones de los olores, y espacios que se describen. Siempre resaltando los detalles asquerosos, no por buscar un costado escatológico sino para presentar al mundo tal cual es. De esta forma no describe solo lo  lindo de la vida sino que presenta una mirada más abarcativa.

Al llegar al pueblo donde fueron asesinados la madre y el hermano de Cetarti, el narrador describe un pueblo deteriorado, con casas bajas y descascaradas, donde una fina capa de barro cubre todo, más adelante Duarte dirá que el pueblo se hunde en sus propios desperdicios. Al abrir la ventanilla del auto al llegar a Lapachito “lo golpeó como una cachetada el olor a mierda”. La misma cruel y horrible descripción se repite cuando se refiere a los cadáveres de la madre, el hermano de Cetarti y al asesino de estos que en fotos les presenta el oficial de policía, o cuando van a reconocerlos a la morgue y el olor es nauseabundo y las moscas son abundantes. Una y otra vez se reiteran los detalles del calor aplastante, el deterioro del lugar y los aromas insoportables.

Nuevamente se repite al describir el lugar donde decide vivir Cetarti, casa de su difunto hermano, que se ubica en las cercanías de un frigorífico y el olor, cuando el viento sopla en la dirección de la casa (habitualmente)  es tremendo.

Así recarga la historia de detalles desagradables, olores penetrantes, temperaturas insoportables y escenarios desalentadores. Todas estas insistencias en lo desagradable es, a mi entender, para simbolizar el lado feo y cruel de la vida, el lado que uno prefiere no mirar, aquello que el ser humano prefiere no sentir, aguantando la respiración hasta que pase el olor. El narrador pone en evidencia reiteradamente estos aspectos para que sea imposible no verlos o sentirlos. Poniendo a prueba la desidia y la indolencia del ser humano.

Alegoría animal.

Desde el comienzo mismo de la historia y a lo largo del relato, el narrador, nos presenta a los protagonistas frente a la televisión mirando documentales acerca de distintos animales, también presenta recortes de revistas y noticias referente a animales. Si bien en ningún momento propone una identificación o comparación entre los distintos personajes y los protagonistas, la misma queda implícita.

Es fácil identificar a la pasividad del ajolote con Cetarti, que durante todo el relato se deja estar, sin trabajar y solo se preocupa por tener lo necesario para subsistir, como el animal que solo sube a la superficie para tomar aire y comer lo necesario, él raciona la comida que consume para poder durar más tiempo sin trabajar.

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