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Reproduccion Asisitida


Enviado por   •  24 de Junio de 2014  •  1.484 Palabras (6 Páginas)  •  251 Visitas

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REPRODUCCION ASISTIDA

ETICA Y BIOTECNOLOGIA EN LA REPRODUCCION ASISTIDA

Reproducción asistida o fecundación artificial es la técnica de tratamiento de la esterilidad o infertilidad que conlleva una manipulación de los gametos.

La reproducción asistida se realiza por dos medios:

-Inseminación artificial

Introducción médica del semen o esperma en la vagina de la mujer con la finalidad de conseguir una gestación. Esta vía recibe el nombre de inseminación artificial. Normalmente, con esta técnica, de cada 100 ciclos de inseminación 13 resultan en gestación, y de cada 100 parejas que completan 4 ciclos, 60 consiguen gestación. De todos los embarazos conseguidos, un 15-20% son gemelares y otro 15% se malogran. Se distinguen dos situaciones según el origen del semen:

1- Inseminación artificial homóloga o conyugal (IAH): el semen procede de la pareja. Se lleva a cabo la inseminación de manera artificial cuando hay alguna dificultad para que se deposite el esperma en la vagina de la mujer de manera natural (el coito), por ejemplo debido a problemas de eyaculación precoz, vaginismo, impotencia o eyaculación retrógrada. También puede recurrirse al IAH cuando la mujer presente malformaciones uterinas, un moco cervical demasiado espeso, disfunciones ovulatorias, etc... o simplemente cuando la causa de esterilidad en la pareja sea desconocida (15% de los casos).

2- Inseminación artificial con donante (IAD): el semen proviene de un donante anónimo. Se recurre a un banco de semen cuando el integrante masculino de la pareja presenta azoospermia, una enfermedad genética hereditaria o una enfermedad de transmisión sexual, cuando la paciente es una mujer sin pareja, etc.

La inseminación artificial consta de tres fases:

1. estimulación hormonal del ovario, para aumentar el número de ovocitos maduros.

2. preparación del semen, seleccionando y concentrando los espermatozoides móviles.

3. inseminación de la mujer, que se realiza en una consulta.

-Fecundación in vitro (FIV)

Extracción del ovocito femenino para fecundarlo fuera del organismo de la mujer con espermatozoides obtenidos previamente del hombre. Tras la fecundación, el embrión es implantado en el cuerpo de la mujer. Esta vía recibe el nombre de fecundación in vitro (FIV, o IVF por sus siglas en inglés). La FIV consta de seis fases:

1. estimulación del ovario con hormonas.

2. extracción de ovocitos; en el caso de infertilidad femenina, se puede recurrir a la donación de ovocitos.

3. inseminación de los mismos, que puede producirse:

a) de forma clásica, poniendo juntos los ovocitos y los espermatozoides previamente seleccionados y tratados.

b) mediante inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI) en el caso de que los gametos masculinos presenten problemas de movilidad.

4. cultivo in vitro del embrión; durante el periodo de cultivo el embrión pasa por diferentes estados de desarrollo. Habitualmente los embriones permanecen en cultivo un total de tres días. En algunas ocasiones, es conveniente prolongar el cultivo de los embriones en el laboratorio hasta el estadio llamado de blastocisto (~6 días).

5. transferencia embrionaria; se puede realizar bien en el útero o en las trompas y tiene lugar por vía transcervical, sin anestesia. Las tasas de embarazo con FIV e ICSI están alrededor del 50%, siendo superiores al 60% en el caso de donación de ovocitos.

6. congelación y descongelación de embriones en su caso; una vez que se ha transferido el número de embriones adecuado para cada caso, los embriones viables sobrantes se someten a un proceso de congelación, lo que permite conservarlos durante un tiempo. De esta forma, estos embriones están disponibles en el momento en que sean requeridos por la pareja. Las tasas de éxito con transferencia de embriones congelados son similares al resto de los tratamientos, superando el 40%, sin aumento del riesgo de aborto o malformaciones.

En la actualidad la reproducción asistida (in útero o in vitro) es una práctica muy común, aunque dependiendo de los centros, los resultados pueden variar.

-MATERNIDAD SUBROGADA

La maternidad subrogada se da cuando una mujer lleva el embarazo y da a luz a un bebé que le pertenece a otros padres genéticamente y legalmente. También se utilizan los términos madres de alquiler y vientres de alquiler para referirse a esta técnica de reproducción asistida. Para alcanzar el embarazo de la madre gestacional o portadora, se utiliza la fecundación in vitro o inseminación artificial, dependiendo del caso.

Existen diferentes tipos de maternidad subrogada según el objetivo de la madre que aporta el vientre y el factor monetario de por medio. También puede categorizarse según la composición genética del bebé, es decir, quienes aporten el óvulo y el espermatozoide. La clasificación la puedes encontrar en el siguiente apartado: Tipos de maternidad subrogada. Te recomiendo estos artículos adicionales para explorar los distintos factores involucrados en un proceso de maternidad subrogada.

-INVESTIGACION EMBRIONARIA

se vislumbra como posible lo que hasta hace poco tiempo no era sino una utopía: la producción artificial de células que sustituyan o restituyan las disfunciones orgánicas. Es por eso que hoy es posible pensar en el uso de tejido embrionario cultivado in vitro y hecho "a medida" para ser implantado en adultos sin los riesgos de rechazo, tan comunes cuando se implantan tejidos de terceros.

Pero, como en todas las cosas, también este progreso tiene su costo. Quienes se oponen férreamente a toda forma de experimentación embrionaria pueden alegar distintas razones para calificarla, al menos en forma provisional, de moralmente inaceptable.

El argumento tradicional subraya la santidad de la vida humana: la vida humana es un don de Dios y, por su carácter sagrado, debe ser respetada. Lo mismo vale con respecto de las células embrionarias. La vida humana moralmente digna de ser protegida comienza en la fase de la concepción. Un embrión es un ser humano. Como tal, merece respeto y es el portador de determinados derechos.

Fuera del ámbito religioso, se ha citado el argumento del ser humano como un fin en sí mismo.

Emanuel Kant, en su célebre Fundamentación de la Metafísica de las Costumbres , señala como uno de los imperativos morales el mandato según el cual todo ser racional debe obrar de tal modo que use la humanidad, tanto en su persona como en la de cualquier otro, "siempre como un fin al mismo tiempo y nunca solamente como un medio".

Experimentar con células embrionarias sabiendo de antemano que son un recurso provisional para la investigación y que, finalmente, están destinadas a su destrucción, parece contradecir desde el vamos esta idea kantiana.

La gente que no leyó a Kant, incluso los descreídos, puede recurrir desde el sentido común a una muy popular clase de argumentos conocida con el nombre de la pendiente resbaladiza , esto es, la creencia de que si se permite el uso de un embrión, natural y progresivamente la situación quedará fuera de control.

Más allá de esta encendida defensa del embrión, y desde el punto de vista de las consecuencias sociales, se ha sostenido que aun cuando se las recompense económicamente por su participación en calidad de sujetos de investigación, probablemente sólo mujeres de muy bajos recursos se prestarán a la donación paga de sus óvulos.

Dicho de otro modo: el uso de óvulos pagos implica un riesgo significativo de caer en la explotación de las clases más castigadas y marginadas.

CRÍTICA Y BALANCE

Hasta aquí, todos los argumentos en contra. Sin embargo, no podemos dejar de prestar atención a las promesas positivas que encierra la investigación con células embrionarias humanas. Su valor terapéutico potencial es enorme.

Se insiste en que el tejido fetal no sólo podrá servir para reemplazar la médula espinal en pacientes expuestos a radiaciones, sino también para restaurar deficiencias inmunológicas en ancianos; el trasplante de células precursoras de aquellas que fabrican insulina podría ofrecer una alternativa eficaz para tratar la diabetes; el mismo procedimiento, pero con las neuronas, podría ser utilizado para trasplantar células sanas en el cerebro humano y curar graves enfermedades degenerativas tales como el mal de Parkinson, el mal de Huntington y el de Alzheimer.

Por lo visto, más allá del alcance de las razones en un principio alegadas, no puede soslayarse que el sentido de la investigación embrionaria radica, precisamente, en los avances en la cura de terribles enfermedades.

Si es así, ¿cuál es el fundamento moral con peso suficiente que impida el intento de salvar o, al menos, de mejorar o aliviar la vida de gente real que debe sobrellevar el peso de una enfermedad? Desde esta perspectiva, las objeciones apuntadas son superadas por el enorme número de vidas que podrían ser salvadas en caso de que la investigación diera lugar a tratamientos eficaces.

Si el Juramento Hipocrático compromete al médico a la búsqueda constante de una mejor calidad de la vida humana, ¿acaso el abstenerse de realizar investigaciones en este nuevo campo no podría ser la ceremonia de iniciación de una nueva forma de oscurantismo? Si la prevención y el tratamiento personalizado han sido los dos pilares de la ética hipocrática, fundamento de la moral médica a lo largo de 2000 años, tal vez el propio Hipócrates en persona habría alentado este sueño que, según parece, la ingeniería genética volverá real

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