Resumen Crónica De Una Muerte Anunciada
adacs13 de Octubre de 2014
3.999 Palabras (16 Páginas)382 Visitas
CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA. GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ.
DATOS BIOGRÁFICOS.
Nació en Aracataca (Colombia), en 1928. Como periodista,
contempló muchos graves acontecimientos de la vida
hispanoamericana. Paralelamente, desde los años 50 desarrolla
su obra narrativa, hasta que la revelación de Cien años de
soledad, en 1967, lo sitúa en un puesto de excepción en la
novela mundial, lo que confirmará su obra posterior. En 1982
recibe el Premio Nobel.
OBRAS.
. Novelas: La hojarasca (1955): novela en la que se configura Macondo como espacio
narrativo arquetípico del novelista. El coronel no tiene quien le escriba (1961): escrita
en París en tiempos difíciles para el autor. Obra inspirada en la violenta realidad de
Colombia. Tema clave es el de la soledad del hombre. La mala hora, premio Esso de
Colombia de novela en 1961. Es la novela de más directas implicaciones históricopolíticas
de G. Márquez. Manifestación brutal y directa de la violencia. Cien años de
soledad (1967): el más impresionante éxito del escritor. Exponente emblemático del
Realismo Mágico. El otoño del patriarca (1975): calificada por el propio autor como su
obra más experimental y aventura poética. Crónica de una muerte anunciada (1981). El
amor en los tiempos del cólera (1985): novela de exaltación del amor. El general en su
laberinto (1989): novela en torno a la figura de Simón Bolívar, El Libertador, que surge
como figura contradictoria y ambigua. Obra de decadencia y muerte del protagonista, lo
es también de sus ideales, de su pensamiento político.
. Cuentos: Los funerales de Mamá Grande, La increíble y triste historia de la cándida
Eréndira y de su abuela desalmada, Ojos de perro azul y Doce cuentos peregrinos.
. Relatos: Relato de un náufrago.
ESTUDIO EXTERNO.
El escritor, los hechos y los protagonistas.
Pese a la transmutación que G. Márquez opera sobre los datos reales, éstos tienen
abultada presencia en la novela. Parte de estos datos le conciernen muy directamente a
él, a su entorno familiar, a un espacio biográfico de adolescencia en el que fue muy feliz
y a algunos amigos personales.
La realidad se abre paso entre la ficción en las dos referencias a la que por
entonces era su novia, Mercedes Barcha, y en la presentación, por vez primera, de la
figura de su madre (con una onomástica, Santiaga, que ella siempre ocultaba y que una
“travesura” de hijo sacó a la luz), retratada con fidelidad. Cristo Bedoya responde a la
figura real de su amigo Cristóbal, estudiante de medicina por aquel entonces e íntimo
I.E.S. La Aldea de San Nicolás
Departamento de Lengua y Literatura Castellana.
Fuente : www.lenguayliteratura.org 2
amigo de la víctima, que figura como Santiago Nasar. Al parecer fue el único de todo el
pueblo que de verdad intentó impedir su muerte.
Sin disfraz aparecen los hermanos del autor -Luis Enrique, Margor- y un curioso
personaje, el cura de la parroquia, Carmen Amador, que tuvo que hacer la autopsia al
cadáver. Tal era el grado de cercanía del escritor y su familia con los protagonistas de lo
acaecido que su madre le pidió que no escribiese nada de todo ello hasta que los
implicados hubiesen muerto.
El suceso inicial que inspiró la novela es el siguiente: el 22 de enero de 1951 se
casaban dos jóvenes en el pueblo de Sucre. En su primera noche de bodas el esposo
decubre que su mujer no es virgen y, en la madrugada del día siguiente, el burlado
marido lleva a su esposa a casa de su suegra y le devuelve a su hija. A las pocas horas
del hecho, el hermano de la esposa repudiada, da muerte a un joven, al parecer causante
de la deshonra de su hermana. La prensa de Sucre dio noticia puntual del suceso.
El escenario real, Sucre, al noroeste de Colombia, es una toponimia que
pertenece al ámbito biográfico de G. Márquez y su familia. A la casa familiar regresaba
el escritor en períodos de vacaciones mientras estudiaba en Bogotá y Zipaquirá. El
crimen que se relata en la Crónica tuvo lugar en un clima de decadencia económica y
violencia política intensificado a finales de la década de los 40, y motivó finalmente que
la familia abandonase el pueblo en 1951, al mes siguiente del trágico suceso.
El término “crónica” y sus acepciones.
Actualmente, el término crónica nos remite a uno de los llamados géneros periodísticos.
G. Márquez escribió crónicas, artículos, editoriales y reportajes de todo tipo en
numerosos periódicos.
Su Crónica no se ajusta a las normas exigidas para la crónica periodística; hay
una base histórica, real, de los hechos objeto de la Crónica, pero su tratamiento no se
atiene en modo alguno a los cánones periodísticos, sino que es fruto de la libre
imaginación y la creatividad del escritor, algunas de cuyas páginas en esta obra
conservan un aire de descripción periodística.
La Crónica de G. Márquez es un texto en el que convergen el periodista y el
novelista y se funden la narración objetiva y la fabulación narrativa que transmuta
imaginativamente el acontecer, lo desmesura en hiperbolizaciones. La precisión de las
coordenadas espacio-temporales, la base real del suceso y sus protagonistas, de las
entrevistas con los testigos, de los viajes del autor-narrador al lugar del suceso
corresponden al cronista de prensa. Las técnicas de estructuración de la fábula narrativa,
mutaciones de los nombres y fabulación que convierte el resultado de la Crónica en
algo diferente al reflejo fiel de lo estrictamente sucedido, son responsabilidad del
novelista.
La historia.
Omito el resumen de la historia que nos refiere Crónica. Simplemente matizar que la
comisión de un crimen como venganza de una ofensa nos lleva, periodísticamente, a la
crónica de sucesos; en el ámbito de la novela, a la modalidad de novela criminal. La
ofensa, venganza y crimen tienen aquí un rancio sabor que se sitúa muy lejos de la
narrativa policíaca inglesa y de la novela negra americana. Porque aquí, en la
motivación de la sangrienta venganza, opera un férreo código de honor que, en
I.E.S. La Aldea de San Nicolás
Departamento de Lengua y Literatura Castellana.
Fuente : www.lenguayliteratura.org 3
materia literaria, nos lleva directamente al Siglo de Oro español. En particular a esos
temas de honra tratados por Lope y Calderón. Esta novela resulta ser una crónica y lo
que el cronista-narrador nos transmite es un suceso real, materia periodística cotidiana;
un suceso que, sin embargo, la imaginación del novelista ha transmutado hondamente y
ha convertido en la historia de una pasión amorosa que crece en la separación de los
amantes. Un amor que vence la ofensa y el rechazo, la soledad y el silencio e incluso el
paso del tiempo.
La trama narrativa: estructuración de la fábula.
Desde el punto de vista externo la obra se divide en 5 partes de extensión homogénea
que no pueden calificarse de capítulos al uso. Las partes 2ª, 3ª y 5ª son de una extensión
prácticamente idénticas, mientras que las restantes son algo más breves.
La primera parte tiene una notable función de despliegue del conjunto: sabemos
a quién matan, cómo y cuándo, cuáles son algunas fatales circunstancias coadyuvantes
del crimen. Sabemos que Ángela Vicario se casó, que la celebración de la boda ha sido
sonada, que a las pocas horas el marido la repudió y que Santiago Nasar se ha visto
involucrado en el asunto; nos enteramos del viaje del obispo, etc. Pero el eje vertebrador
es aquí un personaje, Santiago Nasar, y su entorno familiar, cuya descripción ocupa las
páginas centrales.
La segunda parte corre paralela a la primera en cuanto tiene como eje a otro
protagonista, Bayardo San Román. Se nos presenta a su familia, se describe su relación
con Ángela Vicario, se le retrata a partir de su venida al pueblo (donde es forastero).
Luego el discurso gira hacia la figura de Ángela Vicario y su familia, los preparativos
de boda y el cortejo a la novia por parte de Bayardo, los festejos y la retirada de los
novios a su nueva casa. El final de la 2ª parte viene marcado por la tensión y el
dramatismo que contrastan con la atmósfera de jubilosa celebración de la boda.
La tercera parte desarrolla las circunstancias y detalles previos al asesinato de
Santiago Nasar en cumplimiento de la venganza sangrienta, obligada por el código de
honor. En realidad, consiste esta parte en una pormenorización de un aserto del
narrador: “Nunca hubo una muerte más anunciada”. El eje es ahora los hermanos
Vicario en su itinerario de búsqueda y castigo (a su pesar) del presunto ofensor.
Asistimos, pues, a un recorrido que va siendo pautado por las apreciaciones de los
testigos, desplegadas en un amplio abanico perspectivístico.
La cuarta parte tiene un primer acontecimiento-eje en la descripción de la
autopsia del cadáver de S. Nasar. A ello sigue la ceremonia del entierro, el alba del
“martes turbio”, y la inquietud en el pueblo por la posibilidad de que la pacífica
comunidad árabe a la que Nasar pertenecía
...