Resumen Reflexiones personales

Resumen Reflexiones personales

Corrientes divergentes del humanismo.

Resulta patente, pues, que debemos hablar de muchos aspectos diferentes del nuevo espíritu, mas bien que de una sola y homogénea apetencia humanista.

La mas importante de las cuales eran diferencias entre el norte y el sur, era una de las tempranas indicaciones de las nuevas formas nacionalistas en que habría de correr la vida Europa. Superficialmente, el humanismo italiano significaba algo mas que una ruptura con el pasado; el norte, en cambio, parecía retener el viejo espíritu. Sin embargo, fue en el norte donde se sintió el impulso de las fuerzas que habría de dominar la nueva era; el norte rompió con la iglesia y se volvió hacia el comercio, la industria, la ciencia, mientras Italia se consumía en gloriosas extravagancias y pronto retornaba a la agricultura y al espíritu de la vida medieval.

La vida ofrecía al humanista italiano esencial goce creación; y al alemán, trabajo y autodisciplina.

Los humanistas nórdicos por estadios graduales pasaron de la fe medieval a un cosmopolitismo ilustrados y urbanos. Los primeros humanistas alemanes: Rudolf Agrícola, Rudolf von Lange y Alexander Hegius, rector de la famosa escuela de Deventer, eran discípulos de Tomas por Kempis, místico famoso y autor de la limitación de cristo.

Tacados por la erudición italiana, abandonaron la escolástica y trabajaron por una reforma de la educación sin criticar el sistema de la iglesia.

Modernidad y la tragedia de Erasmo.

Erasmo de Róterdam (1466 - 1536) fue un humanista, filósofo, filólogo y teólogo holandés, autor de importantes obras en latín.es el defensor de la libertad individual, de la aplicación de la razón por encima de todo fanatismo, sólo una cosa odió sobre la tierra: “el fanatismo” en todos los sentidos.

Erasmo no se destaca por ninguna originalidad de pensamiento o gran descubrimiento, su mayor preocupación se dirigía hacia el pasado, no hacia el creciente futuro.

Vivió demasiado pronto para ver que la Ciencia pertenecía al futuro; entendió que hasta que no se aliara firmemente al nuevo espíritu científico, un naturalismo y un humanitarismo como los suyos no podían difundirse poderosamente.

Era demasiado sensible a los frutos de la tontería humana; demasiado serio en su fervor moral para aceptarla como inevitable; empleaba sus grandes dones de ironía y sátira en una desesperanza, un intento de hacer prevalecer la dulzura y la luz contra las supersticiones de la tradición y las pasiones eternas.

Se enorgullecía de cristianizar el Renacimiento y Humanizar el cristianismo; Trató de apartar a los hombres de los misterios de la fe y de ligar su religiosidad

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