SABER ESCUCHAR

SABER ESCUCHAR

Introducción:

Según las estadísticas ofrecidas en la cotidianidad nuestros procesos de expresión en promedio se ubican así; escuchar 45%, hablar 30%, leer 16%, escribir 9%. Por lo tanto se confirma que las habilidades orales son las más practicadas, ubicándose en primer lugar la compresión oral restando así un poco de práctica a la expresión oral. Esto se vuelve un hecho totalmente comprensible si nos ponemos a pensar que la vida cotidiana nos ofrece muchas más posibilidades de escuchar, que de hablar. Entonces surge un cuestionamiento ¿Porque es importante tener una buena escucha?

Desarrollo:

“Nuestra voz, sólo puede reproducir, lo que nuestro oído es capaz de escuchar” (Ana María Vidal, 2007).

Existe una sutil diferencia entre escuchar y oír, la cual está básicamente centrada en la comprensión. Escuchar es prestar atención a lo que se oye comprender el mensaje en su totalidad, pero en la mayoría de los casos lo que hacemos es solo oír sin entender nada de lo que se dijo. Y mediante la escucha estamos acostumbrados a nada más recibir información.

Desde mi particular opinión esta falta de habilidad para escuchar y/o comprender la comunicación oral, es la causa de muchos de nuestros problemas tanto para razonar, como para comprender y aplicar toda la información recibida. Para mi este es el punto donde reside la importancia de saber escuchar en todos los ámbitos de nuestra vida, esto nos ayudara a mejorar nuestro desarrollo tanto profesional como personal.

En la comunicación oral se pueden reconocer dos tipos de escucha la escucha pasiva donde se oye un mensaje sin prestar atención. Y la escucha activa, donde se pone atención en comprender el mensaje y en las intenciones, gestos y emociones de quien trasmite el mensaje. Esta debería ser en todo momento nuestra forma de recibir la información que se nos quiere proporcionar, la escucha activa es un proceso fundamental para una comunicación eficaz. Implica la actividad de atender y escuchar con atención el mensaje que otra u otras personas trasmiten, comprender el mensaje del otro, se esté o no de acuerdo. Además no solo se presta atención a las palabras, sino a los gestos y emociones que se muestran en la comunicación.

En la actualidad nuestros alumnos tienen una carencia de habilidades para escuchar, la cual se hace muy evidente en sus procesos de comprensión. Como le pedimos a un alumno que conteste correctamente un examen, que realice tal o cual actividad determinada. Si muchas de las ocasiones las instrucciones para la realización de los mismos no fueron verbalizadas ni por el docente ni por el alumno. Ahí entra nuestra falta de comprensión, no todos tenemos la sutil habilidad de comprender eficazmente lo leído mentalmente.

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