SEMIÓTICA DEL CELULAR

Estamos viviendo en la era de las comunicaciones lo cual sugiere que todo lo que nos rodea tiene sentido de comunicación; así por ejemplo, la alarma a las 5:30 de la mañana, implica que llega la triste hora de tirar las cobijas, prepararse para la ducha e ir a estudiar. Cuando se sale se encuentran personas conocidas las cuales se saludan, también se escucha música, se miran carteles publicitarios y por supuesto, lo que “esta de moda” se habla por el celular; es decir, a cada momento se recibe información de muchos y diversos canales.

El canal es por tanto la vía a través de la cual el emisor y el receptor entran en contacto para la transmisión de un mensaje. Si se habla del celular el canal que se utiliza es la red de comunicaciones y su medio natural es el aire. En cuanto a su sentido físico a través del cual se percibe la información es el auditivo porque interviene el oído y la lengua oral. Teniendo en cuenta el tipo de signos que constituye su unidad de comunicación se utilizan los dos: lingüísticos y no lingüísticos. Lingüísticos por que utiliza un lenguaje verbal y dentro de este la lengua oral (cuando se habla) y el escrito (cuando se envía o se reciben mensajes de texto), y no lingüísticos (todos los símbolos que aparecen e pantalla como por ejemplo: Alarma ajustada , imagen recibida , nivel de batería , teclas bloqueadas; entre otras...).

Como se puede observar para interactuar con otras personas a través de un teléfono móvil, se involucra una serie de elementos, los cuales hacen posible la comunicación. Entonces, ¿En que momento, el celular, un medio de comunicación masivo se convirtió en un objeto que contribuye a la falta de respeto hacia la dignidad humana y hacia los derechos de autonomía del hombre?

Aunque a simple vista esto no parece cierto es conveniente tener en cuenta que la utilización del celular acarrea una serie de efectos nocivos, mas sicológicos que físicos en el sentido de que para algunas personas se ha convertido en su mano derecha, en su amigo, en su todo. Entonces, ¿que sucede cuando nadie llama?, pues produce depresión, si no contesta es una ofensa; por que: “haber, papito, que es más importante que contestar el maldito celular, o sea, ni que se estuviera muriendo”... . Esto genera un malestar interno, una profunda tristeza. Por tanto, sino se esta bien consigo mismo, como lo va a estar frente a otras personas y frente a las distintas obligaciones cotidianas como: estudiar, trabajar, entre otras.

Se dice que facilita la comunicación entre los miembros de una familia; puede que esto sea verdad hasta cierto punto; por ejemplo, si la persona esta lejos de su casa, chévere una llamadita para saber si esta bien o mal, pero cuando lo utilizan como el localizador de personas la situación cambia y se pierde la libertad.

Una llamada debería durar 5 minutos como máximo. Es un tiempo razonable para comunicar un mensaje, porque si el tema a tratar es demasiado extenso lo mejor es hablar personalmente. A menudo, las conversaciones cuando duran más de 5 minutos son sin sentido e innecesarias.

Conozco a una persona que utiliza este instrumento por más de 6 horas diarias para comunicarse con su novia.

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