“SIN HUELLAS”
Selena cardozoEnsayo10 de Diciembre de 2018
1.037 Palabras (5 Páginas)211 Visitas
“SIN HUELLAS”
Sabíamos inconscientemente que era peligrosa, represiva, malvada, manipuladora y sobre todo hambrienta, pero de almas.
Todo empezó cuando una compañera nos habló de aquella casa “embrujada” ubicada en la calle Libertad.
En aquel tiempo tenía un grupo de investigación que estaba conformado por: Emilia (especialista en antecedentes de las casa que se nos era asignada), Renata (la parapsicóloga), Ismael (experto en tecnología y poltergeist) y finalmente yo Carolina que soy psicóloga y encargada de comprobar que mis compañeros se mantengan cuerdos durante toda nuestra estadía que eran tres largas semanas en aquella casa. A todo esto no mencione que mi grupo de investigación se basaba en investigar sucesos paranormales y comprobar historias de casas embrujadas.
De camino a la casa Emilia nos contaba un breve resumen de la casa que los vecinos llamaban peculiarmente “sin huellas”.
Según la historia y comprobantes policiales, al parecer una familia de clase alta desapareció de un día para otro con su hija de 17 años que al parecer estaba embarazada, los policías extendieron una gran búsqueda pero no encontraron nada y al parecer no dejaron rastro y nadie sabían de su paradero. Según algunas entrevistas a los vecinos decían que se escuchan llantos de bebes y otros sucesos paranormales.
Al caer la noche ya nos encontrábamos dentro instalando sensores térmicos, cámaras, micrófonos entre otras. De repente oímos un grito proveniente arriba se trataba de Renata gritando que escuchó golpes dentro de una habitación, justamente no poseíamos la llave de esa y era imposible abrirla
De un color intensamente negro y sumergido en humedad esa puerta parecía que estaba protegida por alguna especie de fuerza paranormal.
En conclusión al espeluznante ruido que se escuchaba detrás de esta Ismael la experta en poltergeist justifico que probablemente eran simples ratas ya que la casa era muy vieja y el tema se dejó ahí ya que no era algo de importancia
Al pasar una semana ya se estaban presentando aires de negatividad.
Mis compañeros presentaban, mal humor, ira, enojo y depresión sin razón aparentemente, asumí como psicóloga que la razón más lógica era por el tiempo de pasar varios días sin salir de esta casa maldita. Ya no podía aguantar las ganas de irnos de este lugar frio. Una noche tuve una pesadilla en la cual una mujer de cabello obscuro, cara pálida, dientes negros y ropa antigua estaba sentada sobre mi cuerpo con sus manos en mi garganta tratando de asfixiarme repitiendo una y otra vez “donde están mis bebes”, hasta que pude despertar, recuerdo que me levante y me dirigí a la cocina para tomar un vaso de agua pues sentía una horrible sensación en la garganta. Al ir bajando por la antigua escalera escuché un llanto estremecedor, me convencí de que talvez era aun gato manteniendo mi escepticismo pero a la segunda vez lo volví a escuchar solo que esta vez lo sentí a centímetros de mi oído izquierdo, asustada me resigne a mirar atrás y ahí se encontraba aquella mujer de dientes negros, con mirada apenada intentando decirme algo, con un grito agudo pedí auxilio llamando a mis compañeros a los cuales bajaron rápidamente, al verme tan asustada me preguntaron qué había sucedido.
Mientras había pasado esto Renata se había caido en el suelo sin causa alguna ra socorrimos a despertarla y recostarla en un sillón antiguo en una esquina de la habitación. De repente la energía se fue, solo podíamos ver con ayuda de la luz de luna, oímos ruidos de vasos rompiéndose con fuerza en la cocina, nos dirigíamos allí y ahí estaba Renata con un cuchillo de cocina en su mano izquierda, un miedo inexplicable nos inundo, llegamos a observar la mirada malvada y sonrisa espeluznante en su rostro diciendo “tuve que servirle y ustedes eran carne fresca” no entendíamos esto, Ismael intento arrebatarle el cuchillo pero fue inútil, pues con una fuerza sobre natural Renata lo levantó sobre un pared ahorcándolo . Emilia y yo escapamos a intentar abrir puertas y ventanas pero fue en vano, las puertas estaban cerrada y las ventanas parecían estar hechas de acero, al intentar romper una ventana con una silla una fuerza nos empujó hacia una pared. Al recuperarnos del dolor de cabeza que no ocasionó el golpe observé que esta pared estaba rajada y parecía haber una puerta e intentamos abrirla. Logramos abrir y un olor putrefacto nos invadió, recuerdo haber sacado el encendedor del bolsillo derecho de mi pantalón, pudimos ver una escalera con telarañas y rechinada, al llegar al suelo pudimos ver esqueletos, cráneos en fin cuerpos, muchos cuerpos.
...