Salud Mental
oscarina1913 de Febrero de 2014
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Introducción
La importancia de la Salud Mental es una tema que nos ha preocupado y ocupado en estos años. La Guerra de Baja Intensidad, que constantemente incide en la vida diaria de las comunidades, ha generado situaciones difíciles dentro de ellas y entre las personas afectadas, en tanto que les provoca heridas emocionales.
Muertes, desplazamientos, amenazas, torturas, entre otras situaciones graves, han sido el resultado de constantes ataques perpetrados contra los pueblos indígenas a lo largo y ancho de su historia.
Estos manuales son el resultado del trabajo de Salud Mental que hemos desarrollado con quienes compartimos este camino. No se trata de una herramienta exclusiva para quienes trabajan directamente con la Salud Mental, sino que es un aporte para cualquiera que busque comprender los procesos que vive, además de ser una herramienta para fortalecer cada una de las actividades realizadas en cualquier área de trabajo y en nuestra cotidianidad.
Salud mental y cultura
1. concepto de cultura:
La cultura es la base y el fundamento de lo que somos. Esta existe en nosotros desde el momento en que nacemos y es el aporte moral e intelectual de nuestros progenitores en un inicio y de nuestro entorno posteriormente.
Los pueblos del mundo, desde su fundación, van desarrollando su cultura, la cual, se plasma en sus formas de vida, organización social, filosofía y espiritualidad; normatividad ética y jurídica; arte, ciencia y tecnología; economía y comercio, educación; memoria histórica, lengua y literatura entre otros.
El conjunto de estas disciplinas y vivencias forman la identidad cultural de las identidades y les provee los instrumentos necesarios para su desarrollo en el marco de ese contexto.
Una de las formas en la que los pueblos dinamizan su cultura y mantienen su identidad es a través del conocimiento y la práctica de sus mismos valores.
¿Qué Entendemos por Cultura?
Cultura es todo lo que existe en el mundo, y que ha sido producido por la mente y la mano humana. Por ejemplo, las fiestas, los alimentos, los sistemas políticos, la manera de pensar, la ropa y las modas, los medios de convivencia, el daño al medio ambiente, la manera de jugar al fútbol o al beisbol, la guerra y las armas, los actos humanitarios… Todos éstos son productos culturales porque han surgido de la creación humana y de su manera de entender, sentir y vivir el mundo, lo mismo que el Internet, que en los últimos años ha revolucionado la conducta humana cambiando la manera de pensar y coadyuvando al desarrollo global intercultural a velocidad impensable. Por eso también se dice que la cultura es la forma, para bien o para mal, como el ser humano ha modificado la naturaleza.
En síntesis, cultura es todo aquello, material o inmaterial (creencias, valores, comportamientos y objetos concretos), que identifica a un determinado grupo de personas, y surgen de sus vivencias en una determinada realidad. Dicho de otro modo, cultura es la manera como los seres humanos desarrollamos nuestra vida y construimos el mundo o la parte donde habitamos; por tanto, cultura es el desarrollo, intelectual o artístico. Es la civilización misma.
Concepto de Cultura Según Diversas Ciencias
Para la ciencia de la Antropología, cultura es el conjunto de elementos de índole material o espiritual, organizados lógica y coherentemente, que incluye los conocimientos, las creencias, el arte, la moral, el derecho, los usos, las costumbres, y todos los hábitos y aptitudes adquiridos por los hombres en su condición de miembros de la sociedad.
Para la Sociología, cultura es el conjunto de estímulos ambientales que generan la socialización del individuo.
Para la Filosofía, cultura es el conjunto de producciones creativas del hombre que transforman el entorno y éste repercute a su vez modificando aquel.
La Cultura de la Imagen es el sistema o totalidad cultural cuyo elemento clave es la iconografía. Se usa en oposición a la cultura de la palabra.
Cultura de Masas -en Sociología- es un conjunto de valores, dominante en las sociedades desarrolladas, que se basa en la transmisión de los conocimientos y las creencias a partir de los medios de comunicación de masas (radio, televisión, prensa, etc… los denominados mass media).
La Cultura General es el conjunto de conocimientos exigidos a toda persona en un medio cultural determinado como básicos para actuar en sociedad, independientemente de cualquier especialización.
Cultura Popular -para la Antropología- es la producción intelectual o material creada por las capas populares de una sociedad. Comprende el folclore, el mito, la leyenda, la fábula, las canciones y la música popular, la artesanía y la indumentaria. (1a)
Las escuelas son: el evolucionismo, el difusionismo, el paralelismo, el funcionalismo, la escuela de la cultura y personalidad norteamericana, la escuela social anglosajona y el estructuralismo.
RELACION DE CULTURA Y SALUD MENTAL
La premisa básica es que la salud mental y la cultura, entendida ésta es su sentido más amplio, forman una identidad inseparable.
Los valores de una comunidad, sus usos y costumbres, sus espacios de referencia en el orden mítico, ético, artístico, arquitectónico, etc., son parte de una trama de identidad (una trama cultural) sin la cual la salud mental de las personas que componen dicha comunidad es impensable.
Las palabras “cultura” y “salud”, palabras hermanas, han tomado, sin embargo, rumbos distintos, lo que posiblemente las haya debilitado en cuanto a la riqueza y generosidad de su significado esencial.
Por un lado, es recurrente que se homologue la palabra “salud” al campo de la lucha contra la enfermedad, propio de la esfera médico-asistencial. ¡Salud”, según este uso difundido del término, es la “ no enfermedad”, y, en lo concerniente a lo mental, es percibida como un estado del ser anímico que es tratado por los profesionales del arte de curar: médicos, psicólogos, etc.
Sin embargo, el diccionario refiere, entre otros, el significado siguiente acerca del término “salud”: Estado en que el ser orgánico ejerce normalmente todas sus funciones. //Libertad o bien público o particular de cada uno. // Estado de gracia espiritual. // Salvación del alma. etc.
El concepto, como se ve, apunta, también a esferas que existen en un orden que trasciende cualquier determinismo ligado a “mecanismos” psicofísicos, por lo que se inserta en el mismo corazón del Hombre.
Esa dimensión, que es la esencia de la vida misma y su permanente creación, es también propia de la cultura. Sin identidad cultural no hay sujeto, no hay responsabilidad sobre el propio destino, ni hay salud, por cuanto todo el proceso de maduración humano se da a través de los signos, símbolos, usos y costumbres identificatorios, generados y sostenidos a través de la experiencia cultural-comunitaria. Sin responsabilidad y sin adueñamiento de dichos valores culturales, se produce la alienación, la despersonalización, el vacío del ser que, jornada a jornada, es queja en consultorios de psicoterapia y en reuniones diversas dedicadas al estudio de la salud mental. Asimismo, la misma queja es recurrente por parte de aquellos ocupados en valores de identidad cultural, los que, de diluirse en un falso cosmopolitismo, ponen en serio peligro el destino de cualquier comunidad que pretenda desplegarse como tal.
El re-conocimiento como sujetos, dueños de un destino común al de nuestros prójimos, es lo que la psicología y la psiquiatría, así como los grupos de ayuda mutua que trabajan en el terreno de la salud mental, tratan de fomentar a través de su praxis, con el fin de sanar ese “vacío de ser”, esa soledad de referentes que la gran urbe propicia en su forma anónima ( a-culturada o trans-culturada) de generar vínculos.
No puede haber genuinos re-conocimientos sin el “espejo del ser” que es la cultura.
Es a través de ésta que se generan y se perciben los valores de identidad que forjan una comunidad genuina, una comunidad que, para ser tal, debe constituirse en algo más que un “rejunte” de individuos mecanizados en su cotidianeidad, convocados por meros valores de mercado, valores economicistas o eficientitas en términos de producción de bienes materiales. Los rasgos de identidad que se re-conocen a través de la dimensión cultural son esenciales y, como tales deben ser percibidos y jerarquizados.
La importancia de la cultura viva, que late y así crea la singularidad de un pueblo - y, por lo tanto, de las personas que lo constituyen -, merece despertar de ciertas rigideces en cuanto a su significado que, en forma lamentable pero extendida, merman su riqueza al homologar única y exclusivamente a la actividad artística (arquitectónica, literaria, etc.), generando una comprensión parcial del término. Se separa así a la palabra cultura de la trama viva dentro de la cual nace.
Es el diccionario de la lengua el que ayuda a recordar que la cultura es esencial, no un valor suntuario de cualquier sociedad. Dice que “cultura” es: Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos, grado de desarrollo artístico, industrial, en una época o grupo social, etc./// complejo de conocimientos, creencias y cualquier otra aptitud o hábito que el hombre adquiere como miembro de una sociedad. Para Kroeber, las formas de comportamiento que se transmiten simbólica e institucionalmente, plasmadas en modelos y normas, y que constituyen el patrimonio
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