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Enviado por   •  9 de Abril de 2015  •  9.461 Palabras (38 Páginas)  •  154 Visitas

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PARO CARDIORRESPIRATORIO

Concepto:

Es la detención brusca e inesperada del músculo cardiaco, que puede ser o no acompañada del paro pulmonar, en un paciente cuya edad y patología, no lo hacen prever en ese momento.

Etiología:

Las causas son múltiples y muy variadas, entre las más comunes se encuentran:

Causa respiratoria pura (asma).

Causas cardiovasculares como son:

Insuficiencia coronaria.

Infarto agudo del miocardio.

Otras.

Otras causas son:

Desequilibrio metabolismo.

Hipovolemia e hipotensión.

Hipertermia severa.

Miocarditis.

Embolismo pulmonar.

Shock anafiláctico.

Shock analgésico.

Cuadro clínico:

Podemos dividir en dos etapas, ya que habitualmente el paro se presenta de forma brusca e inesperada. Por lo que la primera etapa es cuando se instaura el paro como tal y aparecen al unísono los síntomas siguientes:

Caída brusca de la tensión arterial.

Bradicardia marcada.

Extrasístoles.

Taquicardia ventricular.

Trastornos de la conducción eléctrica hasta el cese total de esta función.

Estos tres últimos síntomas se pueden apreciar, si el paciente se encuentra monitorizado o si se le está realizando un electrocardiograma (ECG).

La segunda etapa del cuadro clínico, son los síntomas posparo inmediato, ellos son:

La incontinencia (de 6 a 12 s posparo).

Ausencia de pulso radial (sólo se constata en la arteria carótida, a nivel del cuello a ambos laterales).

Apnea (aparece entre 15 a 30 s posparo).

Midriasis (de 30 s a 1 min posparo).

Palidez intensa.

Hay que tener en cuenta que para todas las maniobras de reanimación, sólo se dispone de 3 a 6 min, ya que aunque el paciente lograra superar el paro en un período superior al señalado, quedaría como secuela la anoxia cerebral, causa del estado vegetativo en el que quedaría el paciente.

Los paros se clasifican según la afección sufrida por el músculo cardiaco en:

Paro por fibrilación ventricular.

Paro total sinusal y ventricular con línea isoeléctrica continua.

Paro ventricular, puntas P, solamente en el electrocardiograma.

Paro mecánico como electrocardiograma normal

Pruebas diagnósticas:

La clínica presentada por el paciente es la más importante prueba diagnóstica, ya que en muchos casos, el paro se presenta sin que el paciente se encuentre monitorizado. Se impone detectar el paro sin equipos o instrumentos sofisticados, en múltiples ocasiones sólo con un estetoscopio y un esfigmomanómetro, se debe ser capaz de hacer el diagnóstico a tiempo.

El electrocardiograma ya sea por el monitor o por el equipo.

La gasometría.

Medidas generales:

Llevar la sangre oxigenada a los tejidos.

Restablecer la función mecánica del corazón y los pulmones.

Corregir las alteraciones metabólicas producidas por el par.

ACCIÓN INDEPENDIENTE DE ENFERMERÍA

Mirar la hora de comienzo del paro.

Colocar al paciente en un plano duro y resistente.

Retirar prótesis y prendas.

Poner en posición de Trendelemburg invertido (cabeza más baja que los miembros inferiores para facilitar la circulación de retorno).

Localizar con urgencia todo el personal de guardia, especialistas que son imprescindibles para que se realice un trabajo de conjunto que logre salvar la vida del paciente, entre las que se encuentran:

Clínico.

Anestesista.

Técnico en eletrocardiograma.

Así como todo el personal que se requiera para lograr una rápida y eficaz reanimación.

Dar Masaje cardiaco: Oprimir quince veces el extremo distal inferior del esternón, de 3 a 5 cm por encima de la epífisis interior, si el paciente todavía respira espontáneamente y comprobar si hay latido periférico.

De inmediato dar respiración asistida con air vivar en caso de que el paciente no se encontrase acoplado a un equipo de ventilación mecánica.

Es de señalar que, tanto la estimulación o masaje cardiaco, como la ventilación van en una secuencia de 15 masajes por dos respiraciones, manteniendo la frecuencia respiratoria entre 80 y 100 latidos/min.

ACCIONES DEPENDIENTES DE ENFERMERÍA

Administración de bicarbonato de sodio y otros medicamentos como: adrenalina, cloruro de calcio, y otros por vía endovenosa. La adrenalina puede ser aplicada por el propio médico por vía intracardiaca. En cuanto al caso específico del bicarbonato de sodio de 2,5 mEq a 8 % debe valorarse previamente la gasometría y utilizarse la fórmula: Peso (en kg) o cada minuto de paro = cantidad de mL de bicarbonato de sodio a 8 % Si el bicarbonato está a 4 % se administra el doble. El control de la cantidad de bicarbonato administrado conjuntamente con el tiempo que el paciente lleva en paro es de riguroso cumplimiento por parte del personal de enfermería, ya que el exceso de bicarbonato lleva al paciente con pH = 7,35 hacia abajo a una acidosis metabólica y hacia arriba a la alcalosis, teniendo la precaución de no desechar las ámpulas para llevar su estricto control. Si se administra isuprel en hidratación de 500 mL la vigilancia estricta de un riguroso goteo, es vital ya que su exceso provoca hipertensión arterial.

La desfibrilación en los casos que lo requiera también es asumida en su ejecución por la parte médica, la enfermera prepara y prueba el equipo.

Prepara el marcapasos externo (si se requiere) para ser instalados por el médico.

Utilización de isuprel 1 mg diluido en 500 mL de dextrosa a 5 %.

Cuando el paciente se recupera si se encuentra en cuerpo de guardia o sala abierta debe ser trasladado a sala de terapia para su debido seguimiento, se plasma en la historia clínica, todo el proceso que atravesó el paciente y su correspondiente Proceso de atención de enfermería (PAE).

De no ser exitosas las maniobras y fallece el paciente, se procede a realizar las mortaja del fallecido e igualmente escribir en la historia clínica lo acontecido se efectúa el PAE con respuesta insatisfactoria, o sea, fallecido.PARO CARDIORRESPIRATORIO

Concepto:

Es la detención brusca e inesperada del músculo cardiaco, que puede ser o no acompañada del paro pulmonar, en un paciente cuya edad y patología, no lo hacen prever en ese momento.

Etiología:

Las causas son múltiples y muy variadas, entre las más comunes se encuentran:

Causa respiratoria pura (asma).

Causas cardiovasculares como son:

Insuficiencia coronaria.

Infarto agudo del miocardio.

Otras.

Otras causas son:

Desequilibrio metabolismo.

Hipovolemia e hipotensión.

Hipertermia severa.

Miocarditis.

Embolismo pulmonar.

Shock anafiláctico.

Shock analgésico.

Cuadro clínico:

Podemos dividir en dos etapas, ya que habitualmente el paro se presenta de forma brusca e inesperada. Por lo que la primera etapa es cuando se instaura el paro como tal y aparecen al unísono los síntomas siguientes:

Caída brusca de la tensión arterial.

Bradicardia marcada.

Extrasístoles.

Taquicardia ventricular.

Trastornos de la conducción eléctrica hasta el cese total de esta función.

Estos tres últimos síntomas se pueden apreciar, si el paciente se encuentra monitorizado o si se le está realizando un electrocardiograma (ECG).

La segunda etapa del cuadro clínico, son los síntomas posparo inmediato, ellos son:

La incontinencia (de 6 a 12 s posparo).

Ausencia de pulso radial (sólo se constata en la arteria carótida, a nivel del cuello a ambos laterales).

Apnea (aparece entre 15 a 30 s posparo).

Midriasis (de 30 s a 1 min posparo).

Palidez intensa.

Hay que tener en cuenta que para todas las maniobras de reanimación, sólo se dispone de 3 a 6 min, ya que aunque el paciente lograra superar el paro en un período superior al señalado, quedaría como secuela la anoxia cerebral, causa del estado vegetativo en el que quedaría el paciente.

Los paros se clasifican según la afección sufrida por el músculo cardiaco en:

Paro por fibrilación ventricular.

Paro total sinusal y ventricular con línea isoeléctrica continua.

Paro ventricular, puntas P, solamente en el electrocardiograma.

Paro mecánico como electrocardiograma normal

Pruebas diagnósticas:

La clínica presentada por el paciente es la más importante prueba diagnóstica, ya que en muchos casos, el paro se presenta sin que el paciente se encuentre monitorizado. Se impone detectar el paro sin equipos o instrumentos sofisticados, en múltiples ocasiones sólo con un estetoscopio y un esfigmomanómetro, se debe ser capaz de hacer el diagnóstico a tiempo.

El electrocardiograma ya sea por el monitor o por el equipo.

La gasometría.

Medidas generales:

Llevar la sangre oxigenada a los tejidos.

Restablecer la función mecánica del corazón y los pulmones.

Corregir las alteraciones metabólicas producidas por el par.

ACCIÓN INDEPENDIENTE DE ENFERMERÍA

Mirar la hora de comienzo del paro.

Colocar al paciente en un plano duro y resistente.

Retirar prótesis y prendas.

Poner en posición de Trendelemburg invertido (cabeza más baja que los miembros inferiores para facilitar la circulación de retorno).

Localizar con urgencia todo el personal de guardia, especialistas que son imprescindibles para que se realice un trabajo de conjunto que logre salvar la vida del paciente, entre las que se encuentran:

Clínico.

Anestesista.

Técnico en eletrocardiograma.

Así como todo el personal que se requiera para lograr una rápida y eficaz reanimación.

Dar Masaje cardiaco: Oprimir quince veces el extremo distal inferior del esternón, de 3 a 5 cm por encima de la epífisis interior, si el paciente todavía respira espontáneamente y comprobar si hay latido periférico.

De inmediato dar respiración asistida con air vivar en caso de que el paciente no se encontrase acoplado a un equipo de ventilación mecánica.

Es de señalar que, tanto la estimulación o masaje cardiaco, como la ventilación van en una secuencia de 15 masajes por dos respiraciones, manteniendo la frecuencia respiratoria entre 80 y 100 latidos/min.

ACCIONES DEPENDIENTES DE ENFERMERÍA

Administración de bicarbonato de sodio y otros medicamentos como: adrenalina, cloruro de calcio, y otros por vía endovenosa. La adrenalina puede ser aplicada por el propio médico por vía intracardiaca. En cuanto al caso específico del bicarbonato de sodio de 2,5 mEq a 8 % debe valorarse previamente la gasometría y utilizarse la fórmula: Peso (en kg) o cada minuto de paro = cantidad de mL de bicarbonato de sodio a 8 % Si el bicarbonato está a 4 % se administra el doble. El control de la cantidad de bicarbonato administrado conjuntamente con el tiempo que el paciente lleva en paro es de riguroso cumplimiento por parte del personal de enfermería, ya que el exceso de bicarbonato lleva al paciente con pH = 7,35 hacia abajo a una acidosis metabólica y hacia arriba a la alcalosis, teniendo la precaución de no desechar las ámpulas para llevar su estricto control. Si se administra isuprel en hidratación de 500 mL la vigilancia estricta de un riguroso goteo, es vital ya que su exceso provoca hipertensión arterial.

La desfibrilación en los casos que lo requiera también es asumida en su ejecución por la parte médica, la enfermera prepara y prueba el equipo.

Prepara el marcapasos externo (si se requiere) para ser instalados por el médico.

Utilización de isuprel 1 mg diluido en 500 mL de dextrosa a 5 %.

Cuando el paciente se recupera si se encuentra en cuerpo de guardia o sala abierta debe ser trasladado a sala de terapia para su debido seguimiento, se plasma en la historia clínica, todo el proceso que atravesó el paciente y su correspondiente Proceso de atención de enfermería (PAE).

De no ser exitosas las maniobras y fallece el paciente, se procede a realizar las mortaja del fallecido e igualmente escribir en la historia clínica lo acontecido se efectúa el PAE con respuesta insatisfactoria, o sea, fallecido.PARO CARDIORRESPIRATORIO

Concepto:

Es la detención brusca e inesperada del músculo cardiaco, que puede ser o no acompañada del paro pulmonar, en un paciente cuya edad y patología, no lo hacen prever en ese momento.

Etiología:

Las causas son múltiples y muy variadas, entre las más comunes se encuentran:

Causa respiratoria pura (asma).

Causas cardiovasculares como son:

Insuficiencia coronaria.

Infarto agudo del miocardio.

Otras.

Otras causas son:

Desequilibrio metabolismo.

Hipovolemia e hipotensión.

Hipertermia severa.

Miocarditis.

Embolismo pulmonar.

Shock anafiláctico.

Shock analgésico.

Cuadro clínico:

Podemos dividir en dos etapas, ya que habitualmente el paro se presenta de forma brusca e inesperada. Por lo que la primera etapa es cuando se instaura el paro como tal y aparecen al unísono los síntomas siguientes:

Caída brusca de la tensión arterial.

Bradicardia marcada.

Extrasístoles.

Taquicardia ventricular.

Trastornos de la conducción eléctrica hasta el cese total de esta función.

Estos tres últimos síntomas se pueden apreciar, si el paciente se encuentra monitorizado o si se le está realizando un electrocardiograma (ECG).

La segunda etapa del cuadro clínico, son los síntomas posparo inmediato, ellos son:

La incontinencia (de 6 a 12 s posparo).

Ausencia de pulso radial (sólo se constata en la arteria carótida, a nivel del cuello a ambos laterales).

Apnea (aparece entre 15 a 30 s posparo).

Midriasis (de 30 s a 1 min posparo).

Palidez intensa.

Hay que tener en cuenta que para todas las maniobras de reanimación, sólo se dispone de 3 a 6 min, ya que aunque el paciente lograra superar el paro en un período superior al señalado, quedaría como secuela la anoxia cerebral, causa del estado vegetativo en el que quedaría el paciente.

Los paros se clasifican según la afección sufrida por el músculo cardiaco en:

Paro por fibrilación ventricular.

Paro total sinusal y ventricular con línea isoeléctrica continua.

Paro ventricular, puntas P, solamente en el electrocardiograma.

Paro mecánico como electrocardiograma normal

Pruebas diagnósticas:

La clínica presentada por el paciente es la más importante prueba diagnóstica, ya que en muchos casos, el paro se presenta sin que el paciente se encuentre monitorizado. Se impone detectar el paro sin equipos o instrumentos sofisticados, en múltiples ocasiones sólo con un estetoscopio y un esfigmomanómetro, se debe ser capaz de hacer el diagnóstico a tiempo.

El electrocardiograma ya sea por el monitor o por el equipo.

La gasometría.

Medidas generales:

Llevar la sangre oxigenada a los tejidos.

Restablecer la función mecánica del corazón y los pulmones.

Corregir las alteraciones metabólicas producidas por el par.

ACCIÓN INDEPENDIENTE DE ENFERMERÍA

Mirar la hora de comienzo del paro.

Colocar al paciente en un plano duro y resistente.

Retirar prótesis y prendas.

Poner en posición de Trendelemburg invertido (cabeza más baja que los miembros inferiores para facilitar la circulación de retorno).

Localizar con urgencia todo el personal de guardia, especialistas que son imprescindibles para que se realice un trabajo de conjunto que logre salvar la vida del paciente, entre las que se encuentran:

Clínico.

Anestesista.

Técnico en eletrocardiograma.

Así como todo el personal que se requiera para lograr una rápida y eficaz reanimación.

Dar Masaje cardiaco: Oprimir quince veces el extremo distal inferior del esternón, de 3 a 5 cm por encima de la epífisis interior, si el paciente todavía respira espontáneamente y comprobar si hay latido periférico.

De inmediato dar respiración asistida con air vivar en caso de que el paciente no se encontrase acoplado a un equipo de ventilación mecánica.

Es de señalar que, tanto la estimulación o masaje cardiaco, como la ventilación van en una secuencia de 15 masajes por dos respiraciones, manteniendo la frecuencia respiratoria entre 80 y 100 latidos/min.

ACCIONES DEPENDIENTES DE ENFERMERÍA

Administración de bicarbonato de sodio y otros medicamentos como: adrenalina, cloruro de calcio, y otros por vía endovenosa. La adrenalina puede ser aplicada por el propio médico por vía intracardiaca. En cuanto al caso específico del bicarbonato de sodio de 2,5 mEq a 8 % debe valorarse previamente la gasometría y utilizarse la fórmula: Peso (en kg) o cada minuto de paro = cantidad de mL de bicarbonato de sodio a 8 % Si el bicarbonato está a 4 % se administra el doble. El control de la cantidad de bicarbonato administrado conjuntamente con el tiempo que el paciente lleva en paro es de riguroso cumplimiento por parte del personal de enfermería, ya que el exceso de bicarbonato lleva al paciente con pH = 7,35 hacia abajo a una acidosis metabólica y hacia arriba a la alcalosis, teniendo la precaución de no desechar las ámpulas para llevar su estricto control. Si se administra isuprel en hidratación de 500 mL la vigilancia estricta de un riguroso goteo, es vital ya que su exceso provoca hipertensión arterial.

La desfibrilación en los casos que lo requiera también es asumida en su ejecución por la parte médica, la enfermera prepara y prueba el equipo.

Prepara el marcapasos externo (si se requiere) para ser instalados por el médico.

Utilización de isuprel 1 mg diluido en 500 mL de dextrosa a 5 %.

Cuando el paciente se recupera si se encuentra en cuerpo de guardia o sala abierta debe ser trasladado a sala de terapia para su debido seguimiento, se plasma en la historia clínica, todo el proceso que atravesó el paciente y su correspondiente Proceso de atención de enfermería (PAE).

De no ser exitosas las maniobras y fallece el paciente, se procede a realizar las mortaja del fallecido e igualmente escribir en la historia clínica lo acontecido se efectúa el PAE con respuesta insatisfactoria, o sea, fallecido.PARO CARDIORRESPIRATORIO

Concepto:

Es la detención brusca e inesperada del músculo cardiaco, que puede ser o no acompañada del paro pulmonar, en un paciente cuya edad y patología, no lo hacen prever en ese momento.

Etiología:

Las causas son múltiples y muy variadas, entre las más comunes se encuentran:

Causa respiratoria pura (asma).

Causas cardiovasculares como son:

Insuficiencia coronaria.

Infarto agudo del miocardio.

Otras.

Otras causas son:

Desequilibrio metabolismo.

Hipovolemia e hipotensión.

Hipertermia severa.

Miocarditis.

Embolismo pulmonar.

Shock anafiláctico.

Shock analgésico.

Cuadro clínico:

Podemos dividir en dos etapas, ya que habitualmente el paro se presenta de forma brusca e inesperada. Por lo que la primera etapa es cuando se instaura el paro como tal y aparecen al unísono los síntomas siguientes:

Caída brusca de la tensión arterial.

Bradicardia marcada.

Extrasístoles.

Taquicardia ventricular.

Trastornos de la conducción eléctrica hasta el cese total de esta función.

Estos tres últimos síntomas se pueden apreciar, si el paciente se encuentra monitorizado o si se le está realizando un electrocardiograma (ECG).

La segunda etapa del cuadro clínico, son los síntomas posparo inmediato, ellos son:

La incontinencia (de 6 a 12 s posparo).

Ausencia de pulso radial (sólo se constata en la arteria carótida, a nivel del cuello a ambos laterales).

Apnea (aparece entre 15 a 30 s posparo).

Midriasis (de 30 s a 1 min posparo).

Palidez intensa.

Hay que tener en cuenta que para todas las maniobras de reanimación, sólo se dispone de 3 a 6 min, ya que aunque el paciente lograra superar el paro en un período superior al señalado, quedaría como secuela la anoxia cerebral, causa del estado vegetativo en el que quedaría el paciente.

Los paros se clasifican según la afección sufrida por el músculo cardiaco en:

Paro por fibrilación ventricular.

Paro total sinusal y ventricular con línea isoeléctrica continua.

Paro ventricular, puntas P, solamente en el electrocardiograma.

Paro mecánico como electrocardiograma normal

Pruebas diagnósticas:

La clínica presentada por el paciente es la más importante prueba diagnóstica, ya que en muchos casos, el paro se presenta sin que el paciente se encuentre monitorizado. Se impone detectar el paro sin equipos o instrumentos sofisticados, en múltiples ocasiones sólo con un estetoscopio y un esfigmomanómetro, se debe ser capaz de hacer el diagnóstico a tiempo.

El electrocardiograma ya sea por el monitor o por el equipo.

La gasometría.

Medidas generales:

Llevar la sangre oxigenada a los tejidos.

Restablecer la función mecánica del corazón y los pulmones.

Corregir las alteraciones metabólicas producidas por el par.

ACCIÓN INDEPENDIENTE DE ENFERMERÍA

Mirar la hora de comienzo del paro.

Colocar al paciente en un plano duro y resistente.

Retirar prótesis y prendas.

Poner en posición de Trendelemburg invertido (cabeza más baja que los miembros inferiores para facilitar la circulación de retorno).

Localizar con urgencia todo el personal de guardia, especialistas que son imprescindibles para que se realice un trabajo de conjunto que logre salvar la vida del paciente, entre las que se encuentran:

Clínico.

Anestesista.

Técnico en eletrocardiograma.

Así como todo el personal que se requiera para lograr una rápida y eficaz reanimación.

Dar Masaje cardiaco: Oprimir quince veces el extremo distal inferior del esternón, de 3 a 5 cm por encima de la epífisis interior, si el paciente todavía respira espontáneamente y comprobar si hay latido periférico.

De inmediato dar respiración asistida con air vivar en caso de que el paciente no se encontrase acoplado a un equipo de ventilación mecánica.

Es de señalar que, tanto la estimulación o masaje cardiaco, como la ventilación van en una secuencia de 15 masajes por dos respiraciones, manteniendo la frecuencia respiratoria entre 80 y 100 latidos/min.

ACCIONES DEPENDIENTES DE ENFERMERÍA

Administración de bicarbonato de sodio y otros medicamentos como: adrenalina, cloruro de calcio, y otros por vía endovenosa. La adrenalina puede ser aplicada por el propio médico por vía intracardiaca. En cuanto al caso específico del bicarbonato de sodio de 2,5 mEq a 8 % debe valorarse previamente la gasometría y utilizarse la fórmula: Peso (en kg) o cada minuto de paro = cantidad de mL de bicarbonato de sodio a 8 % Si el bicarbonato está a 4 % se administra el doble. El control de la cantidad de bicarbonato administrado conjuntamente con el tiempo que el paciente lleva en paro es de riguroso cumplimiento por parte del personal de enfermería, ya que el exceso de bicarbonato lleva al paciente con pH = 7,35 hacia abajo a una acidosis metabólica y hacia arriba a la alcalosis, teniendo la precaución de no desechar las ámpulas para llevar su estricto control. Si se administra isuprel en hidratación de 500 mL la vigilancia estricta de un riguroso goteo, es vital ya que su exceso provoca hipertensión arterial.

La desfibrilación en los casos que lo requiera también es asumida en su ejecución por la parte médica, la enfermera prepara y prueba el equipo.

Prepara el marcapasos externo (si se requiere) para ser instalados por el médico.

Utilización de isuprel 1 mg diluido en 500 mL de dextrosa a 5 %.

Cuando el paciente se recupera si se encuentra en cuerpo de guardia o sala abierta debe ser trasladado a sala de terapia para su debido seguimiento, se plasma en la historia clínica, todo el proceso que atravesó el paciente y su correspondiente Proceso de atención de enfermería (PAE).

De no ser exitosas las maniobras y fallece el paciente, se procede a realizar las mortaja del fallecido e igualmente escribir en la historia clínica lo acontecido se efectúa el PAE con respuesta insatisfactoria, o sea, fallecido.PARO CARDIORRESPIRATORIO

Concepto:

Es la detención brusca e inesperada del músculo cardiaco, que puede ser o no acompañada del paro pulmonar, en un paciente cuya edad y patología, no lo hacen prever en ese momento.

Etiología:

Las causas son múltiples y muy variadas, entre las más comunes se encuentran:

Causa respiratoria pura (asma).

Causas cardiovasculares como son:

Insuficiencia coronaria.

Infarto agudo del miocardio.

Otras.

Otras causas son:

Desequilibrio metabolismo.

Hipovolemia e hipotensión.

Hipertermia severa.

Miocarditis.

Embolismo pulmonar.

Shock anafiláctico.

Shock analgésico.

Cuadro clínico:

Podemos dividir en dos etapas, ya que habitualmente el paro se presenta de forma brusca e inesperada. Por lo que la primera etapa es cuando se instaura el paro como tal y aparecen al unísono los síntomas siguientes:

Caída brusca de la tensión arterial.

Bradicardia marcada.

Extrasístoles.

Taquicardia ventricular.

Trastornos de la conducción eléctrica hasta el cese total de esta función.

Estos tres últimos síntomas se pueden apreciar, si el paciente se encuentra monitorizado o si se le está realizando un electrocardiograma (ECG).

La segunda etapa del cuadro clínico, son los síntomas posparo inmediato, ellos son:

La incontinencia (de 6 a 12 s posparo).

Ausencia de pulso radial (sólo se constata en la arteria carótida, a nivel del cuello a ambos laterales).

Apnea (aparece entre 15 a 30 s posparo).

Midriasis (de 30 s a 1 min posparo).

Palidez intensa.

Hay que tener en cuenta que para todas las maniobras de reanimación, sólo se dispone de 3 a 6 min, ya que aunque el paciente lograra superar el paro en un período superior al señalado, quedaría como secuela la anoxia cerebral, causa del estado vegetativo en el que quedaría el paciente.

Los paros se clasifican según la afección sufrida por el músculo cardiaco en:

Paro por fibrilación ventricular.

Paro total sinusal y ventricular con línea isoeléctrica continua.

Paro ventricular, puntas P, solamente en el electrocardiograma.

Paro mecánico como electrocardiograma normal

Pruebas diagnósticas:

La clínica presentada por el paciente es la más importante prueba diagnóstica, ya que en muchos casos, el paro se presenta sin que el paciente se encuentre monitorizado. Se impone detectar el paro sin equipos o instrumentos sofisticados, en múltiples ocasiones sólo con un estetoscopio y un esfigmomanómetro, se debe ser capaz de hacer el diagnóstico a tiempo.

El electrocardiograma ya sea por el monitor o por el equipo.

La gasometría.

Medidas generales:

Llevar la sangre oxigenada a los tejidos.

Restablecer la función mecánica del corazón y los pulmones.

Corregir las alteraciones metabólicas producidas por el par.

ACCIÓN INDEPENDIENTE DE ENFERMERÍA

Mirar la hora de comienzo del paro.

Colocar al paciente en un plano duro y resistente.

Retirar prótesis y prendas.

Poner en posición de Trendelemburg invertido (cabeza más baja que los miembros inferiores para facilitar la circulación de retorno).

Localizar con urgencia todo el personal de guardia, especialistas que son imprescindibles para que se realice un trabajo de conjunto que logre salvar la vida del paciente, entre las que se encuentran:

Clínico.

Anestesista.

Técnico en eletrocardiograma.

Así como todo el personal que se requiera para lograr una rápida y eficaz reanimación.

Dar Masaje cardiaco: Oprimir quince veces el extremo distal inferior del esternón, de 3 a 5 cm por encima de la epífisis interior, si el paciente todavía respira espontáneamente y comprobar si hay latido periférico.

De inmediato dar respiración asistida con air vivar en caso de que el paciente no se encontrase acoplado a un equipo de ventilación mecánica.

Es de señalar que, tanto la estimulación o masaje cardiaco, como la ventilación van en una secuencia de 15 masajes por dos respiraciones, manteniendo la frecuencia respiratoria entre 80 y 100 latidos/min.

ACCIONES DEPENDIENTES DE ENFERMERÍA

Administración de bicarbonato de sodio y otros medicamentos como: adrenalina, cloruro de calcio, y otros por vía endovenosa. La adrenalina puede ser aplicada por el propio médico por vía intracardiaca. En cuanto al caso específico del bicarbonato de sodio de 2,5 mEq a 8 % debe valorarse previamente la gasometría y utilizarse la fórmula: Peso (en kg) o cada minuto de paro = cantidad de mL de bicarbonato de sodio a 8 % Si el bicarbonato está a 4 % se administra el doble. El control de la cantidad de bicarbonato administrado conjuntamente con el tiempo que el paciente lleva en paro es de riguroso cumplimiento por parte del personal de enfermería, ya que el exceso de bicarbonato lleva al paciente con pH = 7,35 hacia abajo a una acidosis metabólica y hacia arriba a la alcalosis, teniendo la precaución de no desechar las ámpulas para llevar su estricto control. Si se administra isuprel en hidratación de 500 mL la vigilancia estricta de un riguroso goteo, es vital ya que su exceso provoca hipertensión arterial.

La desfibrilación en los casos que lo requiera también es asumida en su ejecución por la parte médica, la enfermera prepara y prueba el equipo.

Prepara el marcapasos externo (si se requiere) para ser instalados por el médico.

Utilización de isuprel 1 mg diluido en 500 mL de dextrosa a 5 %.

Cuando el paciente se recupera si se encuentra en cuerpo de guardia o sala abierta debe ser trasladado a sala de terapia para su debido seguimiento, se plasma en la historia clínica, todo el proceso que atravesó el paciente y su correspondiente Proceso de atención de enfermería (PAE).

De no ser exitosas las maniobras y fallece el paciente, se procede a realizar las mortaja del fallecido e igualmente escribir en la historia clínica lo acontecido se efectúa el PAE con respuesta insatisfactoria, o sea, fallecido.PARO CARDIORRESPIRATORIO

Concepto:

Es la detención brusca e inesperada del músculo cardiaco, que puede ser o no acompañada del paro pulmonar, en un paciente cuya edad y patología, no lo hacen prever en ese momento.

Etiología:

Las causas son múltiples y muy variadas, entre las más comunes se encuentran:

Causa respiratoria pura (asma).

Causas cardiovasculares como son:

Insuficiencia coronaria.

Infarto agudo del miocardio.

Otras.

Otras causas son:

Desequilibrio metabolismo.

Hipovolemia e hipotensión.

Hipertermia severa.

Miocarditis.

Embolismo pulmonar.

Shock anafiláctico.

Shock analgésico.

Cuadro clínico:

Podemos dividir en dos etapas, ya que habitualmente el paro se presenta de forma brusca e inesperada. Por lo que la primera etapa es cuando se instaura el paro como tal y aparecen al unísono los síntomas siguientes:

Caída brusca de la tensión arterial.

Bradicardia marcada.

Extrasístoles.

Taquicardia ventricular.

Trastornos de la conducción eléctrica hasta el cese total de esta función.

Estos tres últimos síntomas se pueden apreciar, si el paciente se encuentra monitorizado o si se le está realizando un electrocardiograma (ECG).

La segunda etapa del cuadro clínico, son los síntomas posparo inmediato, ellos son:

La incontinencia (de 6 a 12 s posparo).

Ausencia de pulso radial (sólo se constata en la arteria carótida, a nivel del cuello a ambos laterales).

Apnea (aparece entre 15 a 30 s posparo).

Midriasis (de 30 s a 1 min posparo).

Palidez intensa.

Hay que tener en cuenta que para todas las maniobras de reanimación, sólo se dispone de 3 a 6 min, ya que aunque el paciente lograra superar el paro en un período superior al señalado, quedaría como secuela la anoxia cerebral, causa del estado vegetativo en el que quedaría el paciente.

Los paros se clasifican según la afección sufrida por el músculo cardiaco en:

Paro por fibrilación ventricular.

Paro total sinusal y ventricular con línea isoeléctrica continua.

Paro ventricular, puntas P, solamente en el electrocardiograma.

Paro mecánico como electrocardiograma normal

Pruebas diagnósticas:

La clínica presentada por el paciente es la más importante prueba diagnóstica, ya que en muchos casos, el paro se presenta sin que el paciente se encuentre monitorizado. Se impone detectar el paro sin equipos o instrumentos sofisticados, en múltiples ocasiones sólo con un estetoscopio y un esfigmomanómetro, se debe ser capaz de hacer el diagnóstico a tiempo.

El electrocardiograma ya sea por el monitor o por el equipo.

La gasometría.

Medidas generales:

Llevar la sangre oxigenada a los tejidos.

Restablecer la función mecánica del corazón y los pulmones.

Corregir las alteraciones metabólicas producidas por el par.

ACCIÓN INDEPENDIENTE DE ENFERMERÍA

Mirar la hora de comienzo del paro.

Colocar al paciente en un plano duro y resistente.

Retirar prótesis y prendas.

Poner en posición de Trendelemburg invertido (cabeza más baja que los miembros inferiores para facilitar la circulación de retorno).

Localizar con urgencia todo el personal de guardia, especialistas que son imprescindibles para que se realice un trabajo de conjunto que logre salvar la vida del paciente, entre las que se encuentran:

Clínico.

Anestesista.

Técnico en eletrocardiograma.

Así como todo el personal que se requiera para lograr una rápida y eficaz reanimación.

Dar Masaje cardiaco: Oprimir quince veces el extremo distal inferior del esternón, de 3 a 5 cm por encima de la epífisis interior, si el paciente todavía respira espontáneamente y comprobar si hay latido periférico.

De inmediato dar respiración asistida con air vivar en caso de que el paciente no se encontrase acoplado a un equipo de ventilación mecánica.

Es de señalar que, tanto la estimulación o masaje cardiaco, como la ventilación van en una secuencia de 15 masajes por dos respiraciones, manteniendo la frecuencia respiratoria entre 80 y 100 latidos/min.

ACCIONES DEPENDIENTES DE ENFERMERÍA

Administración de bicarbonato de sodio y otros medicamentos como: adrenalina, cloruro de calcio, y otros por vía endovenosa. La adrenalina puede ser aplicada por el propio médico por vía intracardiaca. En cuanto al caso específico del bicarbonato de sodio de 2,5 mEq a 8 % debe valorarse previamente la gasometría y utilizarse la fórmula: Peso (en kg) o cada minuto de paro = cantidad de mL de bicarbonato de sodio a 8 % Si el bicarbonato está a 4 % se administra el doble. El control de la cantidad de bicarbonato administrado conjuntamente con el tiempo que el paciente lleva en paro es de riguroso cumplimiento por parte del personal de enfermería, ya que el exceso de bicarbonato lleva al paciente con pH = 7,35 hacia abajo a una acidosis metabólica y hacia arriba a la alcalosis, teniendo la precaución de no desechar las ámpulas para llevar su estricto control. Si se administra isuprel en hidratación de 500 mL la vigilancia estricta de un riguroso goteo, es vital ya que su exceso provoca hipertensión arterial.

La desfibrilación en los casos que lo requiera también es asumida en su ejecución por la parte médica, la enfermera prepara y prueba el equipo.

Prepara el marcapasos externo (si se requiere) para ser instalados por el médico.

Utilización de isuprel 1 mg diluido en 500 mL de dextrosa a 5 %.

Cuando el paciente se recupera si se encuentra en cuerpo de guardia o sala abierta debe ser trasladado a sala de terapia para su debido seguimiento, se plasma en la historia clínica, todo el proceso que atravesó el paciente y su correspondiente Proceso de atención de enfermería (PAE).

De no ser exitosas las maniobras y fallece el paciente, se procede a realizar las mortaja del fallecido e igualmente escribir en la historia clínica lo acontecido se efectúa el PAE con respuesta insatisfactoria, o sea, fallecido.PARO CARDIORRESPIRATORIO

Concepto:

Es la detención brusca e inesperada del músculo cardiaco, que puede ser o no acompañada del paro pulmonar, en un paciente cuya edad y patología, no lo hacen prever en ese momento.

Etiología:

Las causas son múltiples y muy variadas, entre las más comunes se encuentran:

Causa respiratoria pura (asma).

Causas cardiovasculares como son:

Insuficiencia coronaria.

Infarto agudo del miocardio.

Otras.

Otras causas son:

Desequilibrio metabolismo.

Hipovolemia e hipotensión.

Hipertermia severa.

Miocarditis.

Embolismo pulmonar.

Shock anafiláctico.

Shock analgésico.

Cuadro clínico:

Podemos dividir en dos etapas, ya que habitualmente el paro se presenta de forma brusca e inesperada. Por lo que la primera etapa es cuando se instaura el paro como tal y aparecen al unísono los síntomas siguientes:

Caída brusca de la tensión arterial.

Bradicardia marcada.

Extrasístoles.

Taquicardia ventricular.

Trastornos de la conducción eléctrica hasta el cese total de esta función.

Estos tres últimos síntomas se pueden apreciar, si el paciente se encuentra monitorizado o si se le está realizando un electrocardiograma (ECG).

La segunda etapa del cuadro clínico, son los síntomas posparo inmediato, ellos son:

La incontinencia (de 6 a 12 s posparo).

Ausencia de pulso radial (sólo se constata en la arteria carótida, a nivel del cuello a ambos laterales).

Apnea (aparece entre 15 a 30 s posparo).

Midriasis (de 30 s a 1 min posparo).

Palidez intensa.

Hay que tener en cuenta que para todas las maniobras de reanimación, sólo se dispone de 3 a 6 min, ya que aunque el paciente lograra superar el paro en un período superior al señalado, quedaría como secuela la anoxia cerebral, causa del estado vegetativo en el que quedaría el paciente.

Los paros se clasifican según la afección sufrida por el músculo cardiaco en:

Paro por fibrilación ventricular.

Paro total sinusal y ventricular con línea isoeléctrica continua.

Paro ventricular, puntas P, solamente en el electrocardiograma.

Paro mecánico como electrocardiograma normal

Pruebas diagnósticas:

La clínica presentada por el paciente es la más importante prueba diagnóstica, ya que en muchos casos, el paro se presenta sin que el paciente se encuentre monitorizado. Se impone detectar el paro sin equipos o instrumentos sofisticados, en múltiples ocasiones sólo con un estetoscopio y un esfigmomanómetro, se debe ser capaz de hacer el diagnóstico a tiempo.

El electrocardiograma ya sea por el monitor o por el equipo.

La gasometría.

Medidas generales:

Llevar la sangre oxigenada a los tejidos.

Restablecer la función mecánica del corazón y los pulmones.

Corregir las alteraciones metabólicas producidas por el par.

ACCIÓN INDEPENDIENTE DE ENFERMERÍA

Mirar la hora de comienzo del paro.

Colocar al paciente en un plano duro y resistente.

Retirar prótesis y prendas.

Poner en posición de Trendelemburg invertido (cabeza más baja que los miembros inferiores para facilitar la circulación de retorno).

Localizar con urgencia todo el personal de guardia, especialistas que son imprescindibles para que se realice un trabajo de conjunto que logre salvar la vida del paciente, entre las que se encuentran:

Clínico.

Anestesista.

Técnico en eletrocardiograma.

Así como todo el personal que se requiera para lograr una rápida y eficaz reanimación.

Dar Masaje cardiaco: Oprimir quince veces el extremo distal inferior del esternón, de 3 a 5 cm por encima de la epífisis interior, si el paciente todavía respira espontáneamente y comprobar si hay latido periférico.

De inmediato dar respiración asistida con air vivar en caso de que el paciente no se encontrase acoplado a un equipo de ventilación mecánica.

Es de señalar que, tanto la estimulación o masaje cardiaco, como la ventilación van en una secuencia de 15 masajes por dos respiraciones, manteniendo la frecuencia respiratoria entre 80 y 100 latidos/min.

ACCIONES DEPENDIENTES DE ENFERMERÍA

Administración de bicarbonato de sodio y otros medicamentos como: adrenalina, cloruro de calcio, y otros por vía endovenosa. La adrenalina puede ser aplicada por el propio médico por vía intracardiaca. En cuanto al caso específico del bicarbonato de sodio de 2,5 mEq a 8 % debe valorarse previamente la gasometría y utilizarse la fórmula: Peso (en kg) o cada minuto de paro = cantidad de mL de bicarbonato de sodio a 8 % Si el bicarbonato está a 4 % se administra el doble. El control de la cantidad de bicarbonato administrado conjuntamente con el tiempo que el paciente lleva en paro es de riguroso cumplimiento por parte del personal de enfermería, ya que el exceso de bicarbonato lleva al paciente con pH = 7,35 hacia abajo a una acidosis metabólica y hacia arriba a la alcalosis, teniendo la precaución de no desechar las ámpulas para llevar su estricto control. Si se administra isuprel en hidratación de 500 mL la vigilancia estricta de un riguroso goteo, es vital ya que su exceso provoca hipertensión arterial.

La desfibrilación en los casos que lo requiera también es asumida en su ejecución por la parte médica, la enfermera prepara y prueba el equipo.

Prepara el marcapasos externo (si se requiere) para ser instalados por el médico.

Utilización de isuprel 1 mg diluido en 500 mL de dextrosa a 5 %.

Cuando el paciente se recupera si se encuentra en cuerpo de guardia o sala abierta debe ser trasladado a sala de terapia para su debido seguimiento, se plasma en la historia clínica, todo el proceso que atravesó el paciente y su correspondiente Proceso de atención de enfermería (PAE).

De no ser exitosas las maniobras y fallece el paciente, se procede a realizar las mortaja del fallecido e igualmente escribir en la historia clínica lo acontecido se efectúa el PAE con respuesta insatisfactoria, o sea, fallecido.PARO CARDIORRESPIRATORIO

Concepto:

Es la detención brusca e inesperada del músculo cardiaco, que puede ser o no acompañada del paro pulmonar, en un paciente cuya edad y patología, no lo hacen prever en ese momento.

Etiología:

Las causas son múltiples y muy variadas, entre las más comunes se encuentran:

Causa respiratoria pura (asma).

Causas cardiovasculares como son:

Insuficiencia coronaria.

Infarto agudo del miocardio.

Otras.

Otras causas son:

Desequilibrio metabolismo.

Hipovolemia e hipotensión.

Hipertermia severa.

Miocarditis.

Embolismo pulmonar.

Shock anafiláctico.

Shock analgésico.

Cuadro clínico:

Podemos dividir en dos etapas, ya que habitualmente el paro se presenta de forma brusca e inesperada. Por lo que la primera etapa es cuando se instaura el paro como tal y aparecen al unísono los síntomas siguientes:

Caída brusca de la tensión arterial.

Bradicardia marcada.

Extrasístoles.

Taquicardia ventricular.

Trastornos de la conducción eléctrica hasta el cese total de esta función.

Estos tres últimos síntomas se pueden apreciar, si el paciente se encuentra monitorizado o si se le está realizando un electrocardiograma (ECG).

La segunda etapa del cuadro clínico, son los síntomas posparo inmediato, ellos son:

La incontinencia (de 6 a 12 s posparo).

Ausencia de pulso radial (sólo se constata en la arteria carótida, a nivel del cuello a ambos laterales).

Apnea (aparece entre 15 a 30 s posparo).

Midriasis (de 30 s a 1 min posparo).

Palidez intensa.

Hay que tener en cuenta que para todas las maniobras de reanimación, sólo se dispone de 3 a 6 min, ya que aunque el paciente lograra superar el paro en un período superior al señalado, quedaría como secuela la anoxia cerebral, causa del estado vegetativo en el que quedaría el paciente.

Los paros se clasifican según la afección sufrida por el músculo cardiaco en:

Paro por fibrilación ventricular.

Paro total sinusal y ventricular con línea isoeléctrica continua.

Paro ventricular, puntas P, solamente en el electrocardiograma.

Paro mecánico como electrocardiograma normal

Pruebas diagnósticas:

La clínica presentada por el paciente es la más importante prueba diagnóstica, ya que en muchos casos, el paro se presenta sin que el paciente se encuentre monitorizado. Se impone detectar el paro sin equipos o instrumentos sofisticados, en múltiples ocasiones sólo con un estetoscopio y un esfigmomanómetro, se debe ser capaz de hacer el diagnóstico a tiempo.

El electrocardiograma ya sea por el monitor o por el equipo.

La gasometría.

Medidas generales:

Llevar la sangre oxigenada a los tejidos.

Restablecer la función mecánica del corazón y los pulmones.

Corregir las alteraciones metabólicas producidas por el par.

ACCIÓN INDEPENDIENTE DE ENFERMERÍA

Mirar la hora de comienzo del paro.

Colocar al paciente en un plano duro y resistente.

Retirar prótesis y prendas.

Poner en posición de Trendelemburg invertido (cabeza más baja que los miembros inferiores para facilitar la circulación de retorno).

Localizar con urgencia todo el personal de guardia, especialistas que son imprescindibles para que se realice un trabajo de conjunto que logre salvar la vida del paciente, entre las que se encuentran:

Clínico.

Anestesista.

Técnico en eletrocardiograma.

Así como todo el personal que se requiera para lograr una rápida y eficaz reanimación.

Dar Masaje cardiaco: Oprimir quince veces el extremo distal inferior del esternón, de 3 a 5 cm por encima de la epífisis interior, si el paciente todavía respira espontáneamente y comprobar si hay latido periférico.

De inmediato dar respiración asistida con air vivar en caso de que el paciente no se encontrase acoplado a un equipo de ventilación mecánica.

Es de señalar que, tanto la estimulación o masaje cardiaco, como la ventilación van en una secuencia de 15 masajes por dos respiraciones, manteniendo la frecuencia respiratoria entre 80 y 100 latidos/min.

ACCIONES DEPENDIENTES DE ENFERMERÍA

Administración de bicarbonato de sodio y otros medicamentos como: adrenalina, cloruro de calcio, y otros por vía endovenosa. La adrenalina puede ser aplicada por el propio médico por vía intracardiaca. En cuanto al caso específico del bicarbonato de sodio de 2,5 mEq a 8 % debe valorarse previamente la gasometría y utilizarse la fórmula: Peso (en kg) o cada minuto de paro = cantidad de mL de bicarbonato de sodio a 8 % Si el bicarbonato está a 4 % se administra el doble. El control de la cantidad de bicarbonato administrado conjuntamente con el tiempo que el paciente lleva en paro es de riguroso cumplimiento por parte del personal de enfermería, ya que el exceso de bicarbonato lleva al paciente con pH = 7,35 hacia abajo a una acidosis metabólica y hacia arriba a la alcalosis, teniendo la precaución de no desechar las ámpulas para llevar su estricto control. Si se administra isuprel en hidratación de 500 mL la vigilancia estricta de un riguroso goteo, es vital ya que su exceso provoca hipertensión arterial.

La desfibrilación en los casos que lo requiera también es asumida en su ejecución por la parte médica, la enfermera prepara y prueba el equipo.

Prepara el marcapasos externo (si se requiere) para ser instalados por el médico.

Utilización de isuprel 1 mg diluido en 500 mL de dextrosa a 5 %.

Cuando el paciente se recupera si se encuentra en cuerpo de guardia o sala abierta debe ser trasladado a sala de terapia para su debido seguimiento, se plasma en la historia clínica, todo el proceso que atravesó el paciente y su correspondiente Proceso de atención de enfermería (PAE).

De no ser exitosas las maniobras y fallece el paciente, se procede a realizar las mortaja del fallecido e igualmente escribir en la historia clínica lo acontecido se efectúa el PAE con respuesta insatisfactoria, o sea, fallecido.PARO CARDIORRESPIRATORIO

Concepto:

Es la detención brusca e inesperada del músculo cardiaco, que puede ser o no acompañada del paro pulmonar, en un paciente cuya edad y patología, no lo hacen prever en ese momento.

Etiología:

Las causas son múltiples y muy variadas, entre las más comunes se encuentran:

Causa respiratoria pura (asma).

Causas cardiovasculares como son:

Insuficiencia coronaria.

Infarto agudo del miocardio.

Otras.

Otras causas son:

Desequilibrio metabolismo.

Hipovolemia e hipotensión.

Hipertermia severa.

Miocarditis.

Embolismo pulmonar.

Shock anafiláctico.

Shock analgésico.

Cuadro clínico:

Podemos dividir en dos etapas, ya que habitualmente el paro se presenta de forma brusca e inesperada. Por lo que la primera etapa es cuando se instaura el paro como tal y aparecen al unísono los síntomas siguientes:

Caída brusca de la tensión arterial.

Bradicardia marcada.

Extrasístoles.

Taquicardia ventricular.

Trastornos de la conducción eléctrica hasta el cese total de esta función.

Estos tres últimos síntomas se pueden apreciar, si el paciente se encuentra monitorizado o si se le está realizando un electrocardiograma (ECG).

La segunda etapa del cuadro clínico, son los síntomas posparo inmediato, ellos son:

La incontinencia (de 6 a 12 s posparo).

Ausencia de pulso radial (sólo se constata en la arteria carótida, a nivel del cuello a ambos laterales).

Apnea (aparece entre 15 a 30 s posparo).

Midriasis (de 30 s a 1 min posparo).

Palidez intensa.

Hay que tener en cuenta que para todas las maniobras de reanimación, sólo se dispone de 3 a 6 min, ya que aunque el paciente lograra superar el paro en un período superior al señalado, quedaría como secuela la anoxia cerebral, causa del estado vegetativo en el que quedaría el paciente.

Los paros se clasifican según la afección sufrida por el músculo cardiaco en:

Paro por fibrilación ventricular.

Paro total sinusal y ventricular con línea isoeléctrica continua.

Paro ventricular, puntas P, solamente en el electrocardiograma.

Paro mecánico como electrocardiograma normal

Pruebas diagnósticas:

La clínica presentada por el paciente es la más importante prueba diagnóstica, ya que en muchos casos, el paro se presenta sin que el paciente se encuentre monitorizado. Se impone detectar el paro sin equipos o instrumentos sofisticados, en múltiples ocasiones sólo con un estetoscopio y un esfigmomanómetro, se debe ser capaz de hacer el diagnóstico a tiempo.

El electrocardiograma ya sea por el monitor o por el equipo.

La gasometría.

Medidas generales:

Llevar la sangre oxigenada a los tejidos.

Restablecer la función mecánica del corazón y los pulmones.

Corregir las alteraciones metabólicas producidas por el par.

ACCIÓN INDEPENDIENTE DE ENFERMERÍA

Mirar la hora de comienzo del paro.

Colocar al paciente en un plano duro y resistente.

Retirar prótesis y prendas.

Poner en posición de Trendelemburg invertido (cabeza más baja que los miembros inferiores para facilitar la circulación de retorno).

Localizar con urgencia todo el personal de guardia, especialistas que son imprescindibles para que se realice un trabajo de conjunto que logre salvar la vida del paciente, entre las que se encuentran:

Clínico.

Anestesista.

Técnico en eletrocardiograma.

Así como todo el personal que se requiera para lograr una rápida y eficaz reanimación.

Dar Masaje cardiaco: Oprimir quince veces el extremo distal inferior del esternón, de 3 a 5 cm por encima de la epífisis interior, si el paciente todavía respira espontáneamente y comprobar si hay latido periférico.

De inmediato dar respiración asistida con air vivar en caso de que el paciente no se encontrase acoplado a un equipo de ventilación mecánica.

Es de señalar que, tanto la estimulación o masaje cardiaco, como la ventilación van en una secuencia de 15 masajes por dos respiraciones, manteniendo la frecuencia respiratoria entre 80 y 100 latidos/min.

ACCIONES DEPENDIENTES DE ENFERMERÍA

Administración de bicarbonato de sodio y otros medicamentos como: adrenalina, cloruro de calcio, y otros por vía endovenosa. La adrenalina puede ser aplicada por el propio médico por vía intracardiaca. En cuanto al caso específico del bicarbonato de sodio de 2,5 mEq a 8 % debe valorarse previamente la gasometría y utilizarse la fórmula: Peso (en kg) o cada minuto de paro = cantidad de mL de bicarbonato de sodio a 8 % Si el bicarbonato está a 4 % se administra el doble. El control de la cantidad de bicarbonato administrado conjuntamente con el tiempo que el paciente lleva en paro es de riguroso cumplimiento por parte del personal de enfermería, ya que el exceso de bicarbonato lleva al paciente con pH = 7,35 hacia abajo a una acidosis metabólica y hacia arriba a la alcalosis, teniendo la precaución de no desechar las ámpulas para llevar su estricto control. Si se administra isuprel en hidratación de 500 mL la vigilancia estricta de un riguroso goteo, es vital ya que su exceso provoca hipertensión arterial.

La desfibrilación en los casos que lo requiera también es asumida en su ejecución por la parte médica, la enfermera prepara y prueba el equipo.

Prepara el marcapasos externo (si se requiere) para ser instalados por el médico.

Utilización de isuprel 1 mg diluido en 500 mL de dextrosa a 5 %.

Cuando el paciente se recupera si se encuentra en cuerpo de guardia o sala abierta debe ser trasladado a sala de terapia para su debido seguimiento, se plasma en la historia clínica, todo el proceso que atravesó el paciente y su correspondiente Proceso de atención de enfermería (PAE).

De no ser exitosas las maniobras y fallece el paciente, se procede a realizar las mortaja del fallecido e igualmente escribir en la historia clínica lo acontecido se efectúa el PAE con respuesta insatisfactoria, o sea, fallecido.PARO CARDIORRESPIRATORIO

Concepto:

Es la detención brusca e inesperada del músculo cardiaco, que puede ser o no acompañada del paro pulmonar, en un paciente cuya edad y patología, no lo hacen prever en ese momento.

Etiología:

Las causas son múltiples y muy variadas, entre las más comunes se encuentran:

Causa respiratoria pura (asma).

Causas cardiovasculares como son:

Insuficiencia coronaria.

Infarto agudo del miocardio.

Otras.

Otras causas son:

Desequilibrio metabolismo.

Hipovolemia e hipotensión.

Hipertermia severa.

Miocarditis.

Embolismo pulmonar.

Shock anafiláctico.

Shock analgésico.

Cuadro clínico:

Podemos dividir en dos etapas, ya que habitualmente el paro se presenta de forma brusca e inesperada. Por lo que la primera etapa es cuando se instaura el paro como tal y aparecen al unísono los síntomas siguientes:

Caída brusca de la tensión arterial.

Bradicardia marcada.

Extrasístoles.

Taquicardia ventricular.

Trastornos de la conducción eléctrica hasta el cese total de esta función.

Estos tres últimos síntomas se pueden apreciar, si el paciente se encuentra monitorizado o si se le está realizando un electrocardiograma (ECG).

La segunda etapa del cuadro clínico, son los síntomas posparo inmediato, ellos son:

La incontinencia (de 6 a 12 s posparo).

Ausencia de pulso radial (sólo se constata en la arteria carótida, a nivel del cuello a ambos laterales).

Apnea (aparece entre 15 a 30 s posparo).

Midriasis (de 30 s a 1 min posparo).

Palidez intensa.

Hay que tener en cuenta que para todas las maniobras de reanimación, sólo se dispone de 3 a 6 min, ya que aunque el paciente lograra superar el paro en un período superior al señalado, quedaría como secuela la anoxia cerebral, causa del estado vegetativo en el que quedaría el paciente.

Los paros se clasifican según la afección sufrida por el músculo cardiaco en:

Paro por fibrilación ventricular.

Paro total sinusal y ventricular con línea isoeléctrica continua.

Paro ventricular, puntas P, solamente en el electrocardiograma.

Paro mecánico como electrocardiograma normal

Pruebas diagnósticas:

La clínica presentada por el paciente es la más importante prueba diagnóstica, ya que en muchos casos, el paro se presenta sin que el paciente se encuentre monitorizado. Se impone detectar el paro sin equipos o instrumentos sofisticados, en múltiples ocasiones sólo con un estetoscopio y un esfigmomanómetro, se debe ser capaz de hacer el diagnóstico a tiempo.

El electrocardiograma ya sea por el monitor o por el equipo.

La gasometría.

Medidas generales:

Llevar la sangre oxigenada a los tejidos.

Restablecer la función mecánica del corazón y los pulmones.

Corregir las alteraciones metabólicas producidas por el par.

ACCIÓN INDEPENDIENTE DE ENFERMERÍA

Mirar la hora de comienzo del paro.

Colocar al paciente en un plano duro y resistente.

Retirar prótesis y prendas.

Poner en posición de Trendelemburg invertido (cabeza más baja que los miembros inferiores para facilitar la circulación de retorno).

Localizar con urgencia todo el personal de guardia, especialistas que son imprescindibles para que se realice un trabajo de conjunto que logre salvar la vida del paciente, entre las que se encuentran:

Clínico.

Anestesista.

Técnico en eletrocardiograma.

Así como todo el personal que se requiera para lograr una rápida y eficaz reanimación.

Dar Masaje cardiaco: Oprimir quince veces el extremo distal inferior del esternón, de 3 a 5 cm por encima de la epífisis interior, si el paciente todavía respira espontáneamente y comprobar si hay latido periférico.

De inmediato dar respiración asistida con air vivar en caso de que el paciente no se encontrase acoplado a un equipo de ventilación mecánica.

Es de señalar que, tanto la estimulación o masaje cardiaco, como la ventilación van en una secuencia de 15 masajes por dos respiraciones, manteniendo la frecuencia respiratoria entre 80 y 100 latidos/min.

ACCIONES DEPENDIENTES DE ENFERMERÍA

Administración de bicarbonato de sodio y otros medicamentos como: adrenalina, cloruro de calcio, y otros por vía endovenosa. La adrenalina puede ser aplicada por el propio médico por vía intracardiaca. En cuanto al caso específico del bicarbonato de sodio de 2,5 mEq a 8 % debe valorarse previamente la gasometría y utilizarse la fórmula: Peso (en kg) o cada minuto de paro = cantidad de mL de bicarbonato de sodio a 8 % Si el bicarbonato está a 4 % se administra el doble. El control de la cantidad de bicarbonato administrado conjuntamente con el tiempo que el paciente lleva en paro es de riguroso cumplimiento por parte del personal de enfermería, ya que el exceso de bicarbonato lleva al paciente con pH = 7,35 hacia abajo a una acidosis metabólica y hacia arriba a la alcalosis, teniendo la precaución de no desechar las ámpulas para llevar su estricto control. Si se administra isuprel en hidratación de 500 mL la vigilancia estricta de un riguroso goteo, es vital ya que su exceso provoca hipertensión arterial.

La desfibrilación en los casos que lo requiera también es asumida en su ejecución por la parte médica, la enfermera prepara y prueba el equipo.

Prepara el marcapasos externo (si se requiere) para ser instalados por el médico.

Utilización de isuprel 1 mg diluido en 500 mL de dextrosa a 5 %.

Cuando el paciente se recupera si se encuentra en cuerpo de guardia o sala abierta debe ser trasladado a sala de terapia para su debido seguimiento, se plasma en la historia clínica, todo el proceso que atravesó el paciente y su correspondiente Proceso de atención de enfermería (PAE).

De no ser exitosas las maniobras y fallece el paciente, se procede a realizar las mortaja del fallecido e igualmente escribir en la historia clínica lo acontecido se efectúa el PAE con respuesta insatisfactoria, o sea, fallecido.PARO CARDIORRESPIRATORIO

Concepto:

Es la detención brusca e inesperada del músculo cardiaco, que puede ser o no acompañada del paro pulmonar, en un paciente cuya edad y patología, no lo hacen prever en ese momento.

Etiología:

Las causas son múltiples y muy variadas, entre las más comunes se encuentran:

Causa respiratoria pura (asma).

Causas cardiovasculares como son:

Insuficiencia coronaria.

Infarto agudo del miocardio.

Otras.

Otras causas son:

Desequilibrio metabolismo.

Hipovolemia e hipotensión.

Hipertermia severa.

Miocarditis.

Embolismo pulmonar.

Shock anafiláctico.

Shock analgésico.

Cuadro clínico:

Podemos dividir en dos etapas, ya que habitualmente el paro se presenta de forma brusca e inesperada. Por lo que la primera etapa es cuando se instaura el paro como tal y aparecen al unísono los síntomas siguientes:

Caída brusca de la tensión arterial.

Bradicardia marcada.

Extrasístoles.

Taquicardia ventricular.

Trastornos de la conducción eléctrica hasta el cese total de esta función.

Estos tres últimos síntomas se pueden apreciar, si el paciente se encuentra monitorizado o si se le está realizando un electrocardiograma (ECG).

La segunda etapa del cuadro clínico, son los síntomas posparo inmediato, ellos son:

La incontinencia (de 6 a 12 s posparo).

Ausencia de pulso radial (sólo se constata en la arteria carótida, a nivel del cuello a ambos laterales).

Apnea (aparece entre 15 a 30 s posparo).

Midriasis (de 30 s a 1 min posparo).

Palidez intensa.

Hay que tener en cuenta que para todas las maniobras de reanimación, sólo se dispone de 3 a 6 min, ya que aunque el paciente lograra superar el paro en un período superior al señalado, quedaría como secuela la anoxia cerebral, causa del estado vegetativo en el que quedaría el paciente.

Los paros se clasifican según la afección sufrida por el músculo cardiaco en:

Paro por fibrilación ventricular.

Paro total sinusal y ventricular con línea isoeléctrica continua.

Paro ventricular, puntas P, solamente en el electrocardiograma.

Paro mecánico como electrocardiograma normal

Pruebas diagnósticas:

La clínica presentada por el paciente es la más importante prueba diagnóstica, ya que en muchos casos, el paro se presenta sin que el paciente se encuentre monitorizado. Se impone detectar el paro sin equipos o instrumentos sofisticados, en múltiples ocasiones sólo con un estetoscopio y un esfigmomanómetro, se debe ser capaz de hacer el diagnóstico a tiempo.

El electrocardiograma ya sea por el monitor o por el equipo.

La gasometría.

Medidas generales:

Llevar la sangre oxigenada a los tejidos.

Restablecer la función mecánica del corazón y los pulmones.

Corregir las alteraciones metabólicas producidas por el par.

ACCIÓN INDEPENDIENTE DE ENFERMERÍA

Mirar la hora de comienzo del paro.

Colocar al paciente en un plano duro y resistente.

Retirar prótesis y prendas.

Poner en posición de Trendelemburg invertido (cabeza más baja que los miembros inferiores para facilitar la circulación de retorno).

Localizar con urgencia todo el personal de guardia, especialistas que son imprescindibles para que se realice un trabajo de conjunto que logre salvar la vida del paciente, entre las que se encuentran:

Clínico.

Anestesista.

Técnico en eletrocardiograma.

Así como todo el personal que se requiera para lograr una rápida y eficaz reanimación.

Dar Masaje cardiaco: Oprimir quince veces el extremo distal inferior del esternón, de 3 a 5 cm por encima de la epífisis interior, si el paciente todavía respira espontáneamente y comprobar si hay latido periférico.

De inmediato dar respiración asistida con air vivar en caso de que el paciente no se encontrase acoplado a un equipo de ventilación mecánica.

Es de señalar que, tanto la estimulación o masaje cardiaco, como la ventilación van en una secuencia de 15 masajes por dos respiraciones, manteniendo la frecuencia respiratoria entre 80 y 100 latidos/min.

ACCIONES DEPENDIENTES DE ENFERMERÍA

Administración de bicarbonato de sodio y otros medicamentos como: adrenalina, cloruro de calcio, y otros por vía endovenosa. La adrenalina puede ser aplicada por el propio médico por vía intracardiaca. En cuanto al caso específico del bicarbonato de sodio de 2,5 mEq a 8 % debe valorarse previamente la gasometría y utilizarse la fórmula: Peso (en kg) o cada minuto de paro = cantidad de mL de bicarbonato de sodio a 8 % Si el bicarbonato está a 4 % se administra el doble. El control de la cantidad de bicarbonato administrado conjuntamente con el tiempo que el paciente lleva en paro es de riguroso cumplimiento por parte del personal de enfermería, ya que el exceso de bicarbonato lleva al paciente con pH = 7,35 hacia abajo a una acidosis metabólica y hacia arriba a la alcalosis, teniendo la precaución de no desechar las ámpulas para llevar su estricto control. Si se administra isuprel en hidratación de 500 mL la vigilancia estricta de un riguroso goteo, es vital ya que su exceso provoca hipertensión arterial.

La desfibrilación en los casos que lo requiera también es asumida en su ejecución por la parte médica, la enfermera prepara y prueba el equipo.

Prepara el marcapasos externo (si se requiere) para ser instalados por el médico.

Utilización de isuprel 1 mg diluido en 500 mL de dextrosa a 5 %.

Cuando el paciente se recupera si se encuentra en cuerpo de guardia o sala abierta debe ser trasladado a sala de terapia para su debido seguimiento, se plasma en la historia clínica, todo el proceso que atravesó el paciente y su correspondiente Proceso de atención de enfermería (PAE).

De no ser exitosas las maniobras y fallece el paciente, se procede a realizar las mortaja del fallecido e igualmente escribir en la historia clínica lo acontecido se efectúa el PAE con respuesta insatisfactoria, o sea, fallecido.

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