Texto 3000 Palabras
danwich16 de Octubre de 2012
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¿Por qué la lectura y el método de estudio son tan importantes?
La mayor parte de los estudiantes -aun aquellos con inteligencia innata admirable- poseen un rendimiento escolar limitado, que continuará al graduarse y más tarde al tener un empleo. Son muchos los que no saben leer y escribir correctamente, o realizar distintas tareas que requieren de aptitudes intelectuales esenciales.
De acuerdo a un estudio efectuado por el Departamento de Educación de los Estados Unidos, más del noventa y cinco por ciento de los alumnos en el último año de la escuela secundaria no dominan la lectura en forma adecuada, lo cual les permitiría triunfar también en los negocios o en su profesión. Asimismo, el cincuenta por ciento de los niños que comienzan la escuela nunca se gradúan.
¿Por qué hay tantos problemas educativos? Es evidente que hay numerosos factores socioeconómicos que actúan sobre el desempeño insuficiente de los alumnos. Pero ninguno de ellos requiere una intervención social o política total para originar un cambio provechoso.
Otra de las causas principales de dichos problemas es que nuestras mentes siempre estuvieron condicionadas a leer o estudiar de manera lenta y tediosa. Pero no se debe avanzar a paso de tortuga, ya que es contraproducente; en realidad, es fundamental que asimilemos información con rapidez para poder mantener el nivel de atención y eficiencia, ya que de lo contrario será imposible progresar.
Veamos por qué.
Una persona normal -incluyendo los estudiantes lee alrededor de doscientas cincuenta palabras por minuto. Sin embargo, se estima que por la mente de esa misma persona atraviesa un promedio asombroso de cincuenta mil.
Todos sabemos que pensamos mucho más rápido de lo que leemos, por lo tanto, ¿es natural que muchos se cansen o se sientan frustrados cuando lo hacen? Sus mentes veloces pueden almacenar muchísima información, pero al leer tan despacio pierden el interés y se distraen.
En muchas ocasiones he escuchado lamentarse a colegas y amigos, todos ellos profesionales: "Si sólo pudiera leer y absorber información tan rápido como la pienso... Pero eso es imposible, lograrlo seria sobrehumano".
Tal vez esta idea del aprendizaje veloz no es tan absurda o fantástica como se cree. Sabemos que es imposible leer 50.000 palabras en un minuto. ¿Pero qué hay de 3000? Si una persona normal lee 250 palabras por minuto, le tomará casi siete horas terminar un libro de doscientas páginas (suponiendo que hay quinientas palabras en cada una). Pero si puede alcanzar las 3000 palabras lo hará en menos de treinta y cinco minutos.
¿Es esto posible? Lo es para aquellos que quieren aprender a aplicar las normas y pautas que se detallan en este libro. En realidad puedo garantizar que con mucha práctica, tanto jóvenes como adultos podrán llegar a las 1000 palabras por minuto en sólo unas semanas. Y si continúan con una ejercitación rigurosa podrán avanzar tanto o más que Richard.
Para lograrlo todo lo que tiene que hacer es aplicar las técnicas que se describen a continuación:
Asegúrese de que la lectura se desarrolle en un ambiente confortable.
Debe procurarse elementos esenciales tales como una silla cómoda, un escritorio o superficie estable, buena iluminación y una habitación tranquila. A menos que el ambiente sea propicio para una lectura eficaz, su habilidad para concentrarse y sumergirse en forma amena y completa en el tema se verá perjudicada. Mientras lee, acompañe las palabras con el dedo, línea por línea.
Comience de izquierda a derecha en esta línea y luego vuelva su mano hacia el margen izquierdo como el carro de una máquina de escribir, así podrá repetir el movimiento en la línea inferior. Mueva su mano a una velocidad adecuada, sin apurarse. Sus ojos seguirán el paso del dedo.
No retroceda cuando lee.
De ninguna manera debe detenerse en un punto y repasar lo que ya ha leído. Trate de obligarse a seguir aunque crea que se le ha escapado algo o que su atención se ha desviado temporariamente.
Trate de leer grupos de palabras en lugar de mirar cada palabra en forma individual. Pero hágalo en su propia medida, es decir, si se siente cómodo leyendo dos o tres palabras por vez, no se esfuerce a hacerlo con más.
La "voz interior", la lectura común, es decir la de aquellos que no emplean el método de Evelyn Wood, comprende dos características dominantes:
1. Está acompañada de una "voz interior", es decir, una tendencia a "pronunciar" las palabras en silencio o en voz muy baja.
2. Se desarrolla de izquierda a derecha, línea por línea, hasta terminar la hoja; y lo mismo con las páginas siguientes.
Esta lectura característica se conoce como "lineal subverbal"•, debido a que las palabras suenan en la mente y se leen en forma horizontal, línea por línea. Algunos examinadores han documentado la calidad de la lectura subverbal, preguntando a la gente qué pasaba por sus mentes mientras leían y monitoreando sus cuerdas vocales durante la lectura. Mientras se lee, a menudo se detecta una vibración en las bandas de tejido de la laringe. El carácter "lineal" se manifiesta al observar los ojos del lector. El movimiento predominante es casi siempre el mismo: de izquierda a derecha, atravesando la página.
Pero el objetivo final es ir más allá de la lectura lineal subverbal, hacia otro paso importante: la técnica de lectura visual-vertical. En resumen, se trata de eliminar el "sonido silencioso" de las palabras para reemplazarlo por la percepción visual. Y por otro lado, se caracteriza por un movimiento rápido vertical dominante, en oposición al horizontal de izquierda a derecha.
La mayor parte de lo que resta de este libro muestra en detalle cómo aprender los métodos que le permitan leer en forma vertical. Pero para ascender a ese nivel, primero debe perfeccionar el pasado fundamental: la lectura lineal subverbal. Antes de continuar, me haré cargo de un interrogante que en algún momento debe haber pasado por su mente: una vez aprendido el método visual-vertical, ¿habrá oportunidad de seguir usando el lineal subverbal, o el propósito es excluirlo por completo? En realidad se utiliza en muchos casos, y hasta por aquellas personas que han perfeccionado la lectura vertical. Estos son algunos de los usos:
En poesía. Muchas veces es más satisfactorio disfrutar del lenguaje y la rima de los poemas en forma subverbal, en lugar de experimentarlo con el método visual. Aun así es mejor leerlo en voz alta para recibir el verdadero impacto de la inspiración del autor.
Libros de texto complicados. Si no entiende muy bien el vocabulario de un libro o un artículo deberá leer más despacio, línea por línea, para poder captar su significado. Los textos científicos o técnicos requieren una lectura lenta para poder analizarlos y comprenderlos.
(Por el contrario, muchas veces el material más difícil se entiende mejor si se lo lee rápidamente con el método visual-vertical. Por ejemplo, es ideal primero repasar el material por medio de la lectura veloz y luego releer las partes más complicadas con la técnica lineal subverbal.)
Repaso por segunda vez. Quizá no interpretó lo que el autor quiso decir, en especial si se valió de frases rebuscadas o expresiones complejas que necesitan ser estudiadas o meditadas.
En esos casos, es probable que quiera repasar dichos términos con detenimiento por un instante. La mayor parte de las revisiones y los repasos se harán con el método lineal subverbal.
Chistes. Para poder valorar un chiste de un libro o una revista -o cualquier otra serie de relatos breves o aforismos-, casi siempre es necesario emplear el método subverbal. No hay manera de llevar a la práctica la técnica visual-vertical cuando no hay continuidad de un punto a otro.
Diálogos. Los adeptos a la lectura visual-vertical pueden terminar con novelas y obras de teatro en tiempo récord. Pero muchas veces el lector sensible e inteligente puede querer reducir la velocidad de lectura para "escuchar" el intercambio de palabras de cada personaje. O bien puede querer disfrutar de la escena.
Uno de los lectores más veloces que conozco, Dan Warner, profesor en Evelyn Wood, puede leer varios miles de palabras por minuto, y lo ha demostrado unas cuantas veces en público durante conferencias y por televisión.
Pero también utiliza la lectura lineal subverbal. Por ejemplo, le gusta mucho leer la serie fantástica de Dune, historias de ciencia ficción del novelista Frank Herbert. Con este tipo de novelas cautivantes, a menudo reducía la velocidad a 800 o 900 palabras por minuto en el último capítulo para "vivir" el punto culminante y el carácter de la trama, yeso no tiene nada de malo.
El manejo de la velocidad durante la lectura es válido tanto para estudiantes como para lectores comunes, y con seguridad permitirá disfrutar y entender mucho mejor lo que se lee.
Por otro lado también es un error creer que la mayoría de los libros se disfrutan leyéndolos en forma lenta. En realidad, el impacto emocional o comprensión intelectual de muchos pasajes se fortalece con el método acelerado visual-vertical. Por último,
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